Monday, December 31, 2012

Jorge Etcheverry

Los malos cristianos en capas oscuras acechan en las encrucijadas de la historia o predican en las gradas de los edificios de bancos y corporaciones esas escrituras que se han inventado

Como buitres sin alas se ciernen sobre todos los paisajes de todas las latitudes en busca de la presa fácil

Sus ojos facetados están conformados de manera especial, sin paralelo en el mundo de los insectos, ya que les permite clasificar en los cristales de ese calidoscopio la riqueza actual y potencial de esos mismos parajes—no importa lo variados que sean—en términos de su valor contante y sonante

Sus emisarios muchas veces de forma más o menos inocentes se paran en todas las esquinas para predecir diversos apocalipsis que aniquilarán a toda forma viviente solo salvándolos a ellos

Muchas veces ocultan historias tan personales como sórdidas incluso inexistentes para ellos bajo una capa o barniz de una dedicación hacia lo alto

Cuanto negociado  arreglín concupiscencia avalados por su interpretación de su presunto libro sagrado se lleva a cabo en esas oficinas iglesias o cuarteles que han venido a eregirse sobre los mismos pilares antañones que los cobijaron en tanto mercaderes del templo acertadamente denominados

Que se encogían con temerosa anticipación ante el látigo del hijo del hombre según refiera la biblia

Tuesday, November 27, 2012

Enlace a "Escrito en página blanca", cuentos

Jorge Etcheverry

 

Roque

Jorge Etcheverry

Fusiles
Palabras
Y la cuestión social
Pulgarcito se agita desafiante
Desde su estatura diminuta
Roque lo asume y lo trasmite
Y a nosotros
Compañeros de ruta
No deja a nadie afuera
En sus poemas
Presenta, califica, celebra,
hasta a las compañeras de la noche
Con ternura enumera noms de guerre
Hombre al fin
Debate los caminos agrestes para traer la utopía
De paso nos implica e ilumina
Con su verso
Pero no puede evitar ese destino aciago
Como el de tantos otros
Muere en esta balacera inevitable
Pero nos deja caminos
Para aliviarnos la carga de la vida
La poesía
La revolución

Monday, November 26, 2012

Daniel

Jorge Etcheverry

Daniel Inostroza parece que entró a patadas al cielo con sus antologías bajo el brazo, sus libros de poesía y parece que al principio no lo querían dejar entrar. O me equivoco lo que parece es que se había quedado conversando en la puerta con un ángel flaco que fumaba, pero me dijo una señora que lo vio pasar volando por Montreal camino al cielo ya mencionado y recortándose contra ese cielo violeta medio onda Chagall. Dijo que la saludó con la mano, pero hace tiempo que nadie le hace caso, dicen que está medio rayada, porque me dijo que no volaba solo sino con unas bandadas de pájaros, unos blancos, palomas parece y otro negros, y que él también llevaba alas, pero no se distinguía bien, parece que eran varios pares, y las enumeraba con los dedos, un par por la política, otro por los Siete Mares que recorrió, otro más por esos proyectos en que se metía, el par más bonito por su poesía que actualmente no se recuerda mucho en algunas partes porque dicen que estaba medio peleado con alguna gente que no vamos a negar que es muy valiosa, que corta bastante queso, que ronca su poco. Ahí me quedo pillo, muero pollo, aunque para otros poetas y amantes de la poesía y militantes variopintos esos poemas del Camión vuelan como estatuas, como monumentos que tuvieran la potestad esa de volar y flotar y esta imagen no es mía, la he visto o la leído montones de veces, creo que hasta en algunos clásicos, pero ahora no me acuerdo precisamente. O quizás son parte de esa bandada de pájaros que vio esa señora que le estaba diciendo

Sunday, November 18, 2012

La susodicha

Jorge Etcheverry Arcaya


La susodicha sabe que existo
Pero no me da ni la hora
Me pela hasta que se le entume la lengua
Las mismas viejas se cansan en torno a sus braseros
Y se van a dormir
La dejan hablando sola
La susodicha todavía tira su petardo
Por ella no pasan los años
Yo en el espejo
Más barrigón y pelado
La otra vez la vi en la calle
Ni  me miró siquiera
Dicen que ahora
Le llueven pretendientes
Pero que no les hace caso
A lo mejor pienso
Mientras me fumo mi puchito
De solterón jubilado
La susodicha se acuerda
Del susodicho
Este servidor
Que ahora termina su puchito
Y entra de vuelta a su departamento

 

 

Monday, October 29, 2012

La sala de Profesores

Nieves Fuenzalida


La sala donde nos escondíamos los profesores ...era siempre un espacio donde yo soñaba con mis alfombras mágicas voladoras que me llevaban nomádicamente a recolectar ideas que trabajaría en la próxima clase que me tocaba después del descanso ...que podía ser el cuarto G de Castro ...o el tercero B que nunca fue el de Roberto ...fumándome mi "Hilton" y dejando que sus espirales bailaran un tango, sin darme cuenta, en los pulmones del "otro"... bebiéndome el líquido de la taza de café que no era el "Dark Paradise" de mi "aquí" y "ahora"... seguramente fue de esos "plásticos" de Nestlé ... Y si era el recreo de las 11 ...comiéndome un "sanguche" que vendía la señora ...cuyo nombre no me acuerdo ...pero fue la única que estuvo allí mientras yo ...estuve allí ...entre ventanales ...paredes ...armarios con libros de clase y de los  ...importantes ...ja ...ja ...y esa estufa negra ...que en inviernos de lluvias verdes ...la Sra. Adriana nos ponía a comer doradas-calientes y aromáticas sopaipillas de texturas trigosas ...Pero era esa mesa larga y de madera oscura ...que hay en todas las salas de profesores de la bella Gaia la que me fascinaba ...y acariciaba siempre su piel opaca y limpia  ...ella guardaba las historias de otras manos ...de otras mentes de otras caricias ...que se posaron bebiendo el néctar de libros y cuadernos de notas ...o corrigiendo apresuradamente pruebas que se demoraban ...En nuestros aquelarres mensuales ...parecía una gran caldera donde brujas y brujos ...rodeándola… cocíamos  los destinos ...las condenas o absoluciones ...de aquellos que cruzaban los limites éticos permitidos por el "código" secreto dariano ...orgulloso de ser libre de los dictados por el ministerio que estaba a cargo de lo que se "debía" entender por educar ...Ahora otras mesas ...mas pequeñas ...sostienen mi libro de recetas de pócimas brujiles  que sigo usando ...en mi eterna adolescencia !!!

 

Ottawa, Noviembre 2 de 2009.

Wednesday, October 10, 2012

Wednesday, October 3, 2012

La diáspora literaria chilena en Canadá: excepción y regla


Texto en elaboración guardado aquí por problemas con mi cuenta en Yahoo
Jorge Etcheverry


Como un personaje de Borges, en el cuento Los teólogos, debiera decir “Esto lo dije muchas veces”, ya que me he referido bastante a este tema, lo que creo no está demás cuando se trata de fijar o comentar la historia de un segmento del así llamado mosaico canadiense en su versión literaria, y un aspecto de la variada historia de la diáspora literaria chilena. Si bien la parte de esta que se establece en Canadá compartió y comparte características generales del fenómeno diaspórico, también se dieron factores, de alguna manera todavía presentes, que le impartieron cierta especificidad. Comparte las características de la literatura trasplantada, están presentes los temas de la memoria, la nostalgia, la comparación o cotejo del “aquí y allá”, la producción textual con diversos grados de anfibología, el intento de preservación y transmisión del acerbo cultural. A esto se suman aspectos típicos de las literaturas exiladas; la denuncia de la situación en el país y o la región, la solidaridad y el activismo político o para político. Tampoco es extraño que la primera literatura chilena transplantada a Canadá y continuada a través de textos fruto de la experiencia de los escritores exilados o de escritores chilenos emergentes en el país, haya mantenido vínculos con la literatura del país exilada en otras latitudes o en la del interior del país.

Lo que es distintivo en Canadá es la combinación de esos elementos, lo que le permitió mantener un cierto perfil distintivo una vez terminada la situación oficial de exilio con el plebiscito de 1989 que instauró de vuelta en Chile la democracia formal. Pareciera por ejemplo que los autores exilados griegos en el país, o de las repúblicas de la ex Unión Soviética simplemente hicieron las maletas y se volvieron a sus países una vez que cambió la situación en ellos. Un factor importante en la literatura chilena en Canadá fue una voluntad temprana de acceder al medio lingüístico y cultural anfitrión, a que ayudaron las políticas multiculturales de los 1980 y 1990. Entre las miríadas de proyectos netamente comunitarios financiados por esas políticas, se pudieron implementar iniciativas editoriales que tenían un carácter específicamente literario. Otro factor fue la imbricación, también temprana, en la naciente literatura hispanocanadiense, principalmente latinoamericana, a la que ayudó quizás a cohesionarse, debido a la presencia de alguna manera súbita y relativamente orgánica y numerosa del exilio literario chileno. Este vínculo con la naciente literatura hispanocanadiense emergente y ya en proceso de establecerse se manifestó por ejemplo en la publicación de una nota de la poeta, traductora y docente Margarita Feliciano en la revista ''Nouvelle Europe'', publicada en Luxemburgo en 1985.

Un testimonio de la incidencia de la literatura chilena en Canadá lo constituyó el ambicioso y no repetido encuentro de autores latinoamericanos, neo canadienses, canadienses e hispano canadienses organizado por Alex Zisman en 1987. Pero estos eventos no se dieron en el vacío y suponen un entorno complementario y de difusión e intercambio. En lo político, hay que tener en cuenta que a fines de los 70, comienzos de los 80 había cierta cantidad de exilados latinoamericanos de izquierda, producto de golpes, guerras civiles y guerrillas fracasadas. El que un segmento más o menos orgánico de la por así decir ‘elite’ cultural y política chilena se exilara en Canadá sirvió para establecer lazos, variables e irregulares con estos exilios. Estuvo la temprana relación con el exilio salvadoreño, que en lo literario dio fruto a la primera compilación bilingüe de poesía salvadoreña combatiente, que fue publicada por Ediciones Cordillera en 1982. Como en el pasado, actualmente hay escritores chilenos involucrados en actividades solidarias en diversas ciudades de Canadá.

La relación entre el exilio literario chileno inicial—en su parte más institucionalizada, , podríamos decir—con la comunidad exilada chilena, es un hecho evidente. El componente cultural estuvo presente en las organizaciones exiladas chilenas—no sólo en Canadá. El exilio chileno conservó el importante papel de la cultura en la izquierda chilena, que tuvo un auge como movimiento social y fue en parte institucionalizado bajo el gobierno de la Unidad Popular, por ejemplo en Ediciones Quimantú, donde habían trabajado algunos miembros del exilio literario chileno en Canadá, centrados luego en Ediciones Cordillera. Este vínculo entre la actividad política y la cultura también resulta por ejemplo en Les Editions Maison Cuturelle Quebec-Amerique Latine en Montreal. Además, los autores chilenos exilados mantuvieron un contacto variable con instancias literarias del exilio chileno mundial, como las revistas Literatura chilena en el exilio y Araucaria. Por décadas, el vínculo con la literatura nacional fue un referente de los escritores chilenos en Canadá, que respecto al ‘interior’ se manifestó en el apoyo puntual a la actividad literaria en Chile, concebida como resistencia cultural. Así, el escritor chileno no se abocó o definió nunca plenamente a una existencia literaria—y existencial—total en el entorno anfitrión. Incluso las producciones más recientes en la corriente principal canadiense, de Carmen Rodríguez y Carmen Aguirre, son obras novelescas testimoniales cuyo referente básico es la situación bajo la dictadura.

El vínculo multicultural en este contexto, basado en la multiculturalidad fáctica de la sociedad canadiense y las políticas para darle cabida, también tiene bases tempranas en la relación con otros escritores canadiense y de comunidades étnicas y medios editoriales anglo y francófonos, y permitió entre otros casos, la publicación de los libros bilingües de Cordillera. En general el papel del multiculturalismo era de apoyo institucional a manifestaciones más bien comunitarias, para la preservación del patrimonio y la integración de las comunidades étnicas, no a instancias específicamente artísticas o literarias, sujetas a otras instancias como el Canada Council. Había un doble nivel implícito y explicable. Pero en todo caso se abría la posibilidad de apoyo para iniciativas propiamente culturales, como las obras mencionadas. Cabe destacar en ese marco las antologías Simbiosis I y II, de Luciano Díaz, que presentaron a poetas y prosistas de diversas comunidades etnoculturales de Ottawa.

La imbricación de los autores chilenos en el medio literario anfitrión, en los entornos anglo y francófonos fue fructífera—valgan como ejemplos algunos libros publicados en las provincias de Ontario y Québec, que más conozco, en editoriales de la corriente principal.,. En Montreal los poetas Elías Letelier y Alfredo Lavergne, los prosistas Marilú Mallet y Jorge Fajardo además cineastas y el dramaturgo y poeta Alberto Kurapel. El autor Leandro Urbina publicó en editoriales anglo y francófonas y Naín Nómez y Claudio Durán publicaron en Ontario en editoriales anglófonas. Este aspecto se manifestó también la publicación en revistas literaria anglo y francófonas y plurilingües, que, otra vez, no se dan en el vacío sino en un contexto que lo posibilita autores chilenos en revistas como Anthos, Arc, Posibilitiis, Canadian Fiction Magazine, Urgences, Ellipse, Antígonish, L'à Propos, Viceversa, Moebius, Canadian Literature, Índigo, Ruptures y L’a Propos, para dar ejemplos.

No se puede descuidar en esta confluencia de elementos el aspecto de la vinculación con el mundo académico. El interés, y solidaridad, que provocó en su momento el golpe chileno facilitó también la recepción en el sector universitario, tradicionalmente más progresista que la población en general y que además incluía a otros escritores castellanógrafos del país. Varios escritores chilenos estaban vinculados a universidades en diversas provincias. Eso a veces facilitó la recepción y difusión de la literatura chilena exilada y sirvió por ejemplo de manera anecdótica a la constitución del grupo de autores ligados a Cordillera (los tres miembros de la Escuela de Santiago en Canadá: Etcheverry, Martínez y Nómez, más Gonzalo Millán, Ramón Sepúlveda y Leandro Urbina). Era un núcleo de escritores, en su mayoría trasplantados con una obra incipiente en Chile. La vinculación académica se manifestó con el tiempo en diversos encuentros—como el citado que organizó Zizman—, eventos y publicaciones, caso que se repitió sin duda en otras ciudades o provincias del país aparte de Ontario y Québec, que se han ido convirtiendo en un elemento en la configuración del espacio y la literatura en castellano en Canadá en general, no tan sólo la de origen chileno.

A esta configuración del perfil de la literatura chilena en Canadá, con su preponderancia de la poesía—la prosa, y más la novela, necesitan más tiempo para su incubación—se agrega la presencia fortuita de una agrupación neo o para vanguardista de fines de los 60 chilenos, la Escuela de Santiago. Este grupo estuvo involucrado en Canadá en el activismo cultural literario y el aspecto editorial. Como suele suceder con intelectuales y escritores de izquierda, participaban en organizaciones progresistas y de solidaridad paralelamente con la creación literaria y el activismo cultural. Los primeros libros más institucionales del exilio chileno literario—por ser bilingües y producidos por una editorial chilena exilada, fueron los de estos autores, que presentaron al público canadiense poetas inhabituales que eran comprometidos, pero tenían un lenguaje de vanguardia, creando una suerte de tradición de poesía trasplantada chilena de vanguardia, parcial y de cierta duración. Terreno en cierta medida abonado por la presencia del poeta surrealista chileno Ludwig Zéller, ya en el país. Esto creó cierto espacio en la magra recepción de la poesía transplantada chilena traducida al inglés, para una expresión con matices neovanguardistas, patente en alguna crítica y extemporánea a las literaturas producto de la inmigración y sujetas principalmente a los avatares temáticos de la precariedad e inestabilidad identitarias.

Pareciera que en general las literaturas trasplantadas no optan experimentar o ser vanguardistas programáticamente, lo que agregaría otra fragilidad a la identititaria—ya que la vanguardia es institucionalmente marginal incluso en la cultura original. Así en general las literaturas transplantadas tienden a seguir los modelos más tradicionales de la cultura originaria, y cuando aparece el experimentalismo es más bien un resultado de las contradicciones y solicitaciones del nuevo entorno, pero no tiene el carácter programático, relativamente presente en la Escuela de Santiago, que incide así en parte de la literatura chilena en Canadá proporcionado gran parte de su especificidad.

Esa poesía—género antonomásico chileno, tanto al interior como el exterior—tuvo cierta acogida en el ámbito chileno, aparte de la de Gonzalo Millán, poeta con trayectoria definida en Chile. Quizás, por tratarse de autores que pertenecían a una agrupación ya registrada en la institución literaria chilena como grupo de los 60, junto con Gonzalo Millán, cuyo importante poema libro La ciudad es de alguna manera vanguardista. Lo cierto es que el realismo, socialista o crítico, de la gestión cultural-de la izquierda chilena—quizás no programático—se rompió en el exilio, y se aceptaron diversos discursos en la variedad de la solidaridad y el progresismo, dando cierto espacio por ejemplo a parias del pasado, como la Escuela.

La parte comprometida se concretiza por ejemplo en el taller Sur que aún dirige el poeta chileno montrealés Tito Alvarado, gestado en 1989, y que es una organización mundial de poetas y amantes de la poesía en pro de la paz. Y está la iniciativa editorial—virtual y en papel—progresista y revolucionaria basada en Canadá y dirigida por el poeta Elías Letelier, Poetas Antiimperialistas de América, que junto a poetas canadienses, latinoamericanos y chilenos del interior, incluye, además de patrocinar una gama impresionante de revistas literarias virtuales, a poetas chilenos en Canadá.

Todas estas instancias o aspectos en que se ha diversificado la literatura chilena en Canadá se mantienen sin embargo de alguna manera conectados. Pese a sus adscripciones diversas, fluctuantes y muchas veces simultáneas, los escritores de origen chileno en general tienden a verse como tales, pese a la relación más o menos oscilante y conflictiva con el ‘interior’. Además los dos premios Nobel de poesía y la sensación de que debiera haber otros, el reconocimiento internacional de figuras del calibre de Bolaños y la Allende añaden a los elementos normales de adhesión a la cultura del país originario. La pertenencia—aunque problemática—a la literatura chilena, con grandes figuras en el extranjero, y otras reconocidas internacionalmente (como Ariel Dorfman y Luis Sepúlveda), agrega un estímulo a este sentido de pertenencia, aunque sea problemático, a la literatura de Chile. Esto es preferible a ser parte únicamente de una literatura ‘étnica’ en un país cuya literatura principal no goza de un reconocimiento internacional parecido a la chilena. Eso pese a los problemas de la relación con ‘el interior’, que muchas veces tiende a excluir la obra producida en el exterior que no es la de autores ya consagrados, lo que no obsta para que la presencia de la literatura chilena hecha en Canadá sea mayor que la de la diáspora de otros países. Por otro lado, es discutible que en esta época globalizada—guste o no—y de abolición de las fronteras físicas nacionales y de la misma publicación tradicional por los aún relativamente nuevos medios virtuales, la literatura se pueda restringir a lo que se produce al interior de cualquier país.

Como escribo en el prólogo de una antología de poesía chilena publicada recientemente en Estados Unidos, y que en realidad es u esfuerzo conjunto mío y de la poeta Mariela Griffor, y terminar con un colofón poético de un poeta chileno fallecido en Suecia “Los medios virtuales y las TIC (tecnologías de información y comunicaciones) también han alterado la conformación, territorio y parámetros de las literaturas ‘nacionales', haciendo difícil que uno pueda referirse como nacional solo a lo que se escribe en el interior de las fronteras físicas de un país determinado.. .

La internacionalización de la literatura y poesía chilena se ha visto acentuada por la realidad de la globalización con sus migraciones y desplazamientos masivos y diversos. Pero ha sido el curso planetario que ha adquirido la poesía chilena desde el éxodo casi masivo por el golpe, el retorno parcial de sus poetas y la resistencia poética al interior, lo que estableció vasos comunicantes con los idos, lo que ha influido de manera por el momento imprecisable (para mí) en la futura imagen y contorno de este "enorme animal impuro" que es la poesía chilena, cuando a veces amodorrado digiere todo este variado alimento. Quedémonos y despidámonos entonces con un momento de encuentro en un lugar remoto, que se hace vivo y consustancial en la palabra de un poeta que nos ha dejado recientemente:

NOCTILUCASCarlos Geywitz



La veo allí,
entregado el rostro a la ventana,
sin más pintura que los ojos ausentes.
Me acerco,
le pido un último cigarro
y observo la línea imperfecta de sus labios.
Nada más que al pasar
el rictus insinúa
historias de disueltos pasajeros.
El pulso de esta noche
amenaza rayar
las paredes de mi corazón.
Dejamos el bar,
partimos luminosos a amarnos,
a intercambiarnos las angustias
sabiendo que el amanecer es inexorable.



Sunday, September 30, 2012

Monday, September 24, 2012

Los Huasos Quincheros. Aniversario 75

Esta crónica de Anita Junge, autora chileno canadiense, fue leída por ella el 21 de septiembre recién pasado, en el evento organizado por el Taller Cultural El Dorado, en Ottawa, Canadá

Hace unos días me encontré con el comentario de un compadre que vio una foto de los Huasos Quincheros, en Face Book, que dice, Anita... ¿Los Quincheros? Y de ahí pasé a los mensajes para responderle.


Amigo, mi madre me agregó la foto de los Huasos Quincheros, en FB para alegrarme. Eso fue todo. Sus recuerdos. Aprendió a tocar guitarra con la Clara Solovera y a veces la acompañaba. Más adelante yo aprendí a tocar guitarra con Sergio Sauvalle, por seis meses, a los trece años y al mismo tiempo, mi hermana decidió a aprender a tocar guitarra con Alfredo Sauvalle. Fueron clases magistrales. Para mi viejita de ochenta y tres, esto es parte de su vida, y ella fascinada con ese folklor que llamamos artificial, que en ese entonces pasaban por las radios. Hasta el día de hoy, sigue hablando del folklor de toda América, mostrando fotos y relatos en FB. Es una mujer extraordinaria. Aprendió a manejar el Face Book a los ochenta.

Durante mis vacaciones en el campo, iba a las fiestas de la vendimia, en donde la Carmen tocaba su guitarra con tres cuerdas, por horas, con el mismo sonsonete sin que molestara a nadie y el galpón lleno. No hay nadie capaz de decirnos que no aprendimos nada en ese entonces. Todo lo contrario. La inmersión que recibimos, fue maravillosa y esos son mis recuerdos, a la par de los de mi mami.

Al poco rato apareció Eugenia de Québec en FB. Me encantan los Huasos Quincheros, dijo...y sobre todo cuando cantan, "El Patito chiquito no quiere nadar... es muy divertida... Me imagino una estupenda experiencia, con ellos dijo, felicidades…

Gracias le contesté feliz…

A los trece fue que nos llevaron a Iquique por lo de las anchovetas, y yo con mi guitarra con las cuerdas sueltas, en el avión. No tenía idea lo que iba a suceder. Lo que me pasó ya lo he contado. Fue la etapa más interesante que haya vivido en esos años.

‎Arremetió el compadre "... estos “huasos”, que respaldaron decididamente el golpe militar, se transformaron en embajadores a nivel internacional de lo que pasó a denominarse como el “verdadero folclore chileno”, y apoyaron activamente a las nuevas autoridades, no sólo en eventos musicales sino también en la promoción de iniciativas tendientes a rescatarla chilenidad." (cita: DICTADURA MILITAR EN CHILE Antecedentes del golpe estético-cultural por Luis Hernán Errázuriz, Pontificia Universidad Católica de Chile) …

Ni perdón, ni olvido, agregó al final…

Entiendo. Por favor lee mi mensaje FB.

De ahí me cambié de músicos, la Violeta, con los Parra, El Gitano, gente de la UP. Tengo recuerdos de cargar sacos de harina para hacer pan en las Torres de San Borja. Hasta las mujeres chileno-canadienses saben que soy de izquierda y que soy ex-prisionera. Y eso es extraordinario. Tranquilo amigo…un abrazo...

No había caso, se amurró…

El tema de la foto de los Huasos te recuerda tu vida en Chile. Entiendo tu rabia y más. Yo hablo de un tiempo viejo, caduco…

Tengo 63 años. Mis recuerdos van a 13 años. Nos fuimos a Iquique, a conocer el Chile real. De vuelta a Santiago, me fui a un liceo, no al colegio alemán, le dije a mi padre de largarse, por asuntos que le pillé con una amante con guagua. Mi vieja me mandó a estudiar y a trabajar a los 17. Fui a la escuela de taquígrafos, para pagar la olla y unos meses me casé con un comunista, el cual me consiguió mi carnet de comunista en la 7, con dos peques en ese entonces.

Desde el Golpe, me pillaron al tercer día y me llevaron los pacos con metralletas. Me obligaron a subir al bus verde con muertos y heridos en el suelo, y nosotras en pié sobre ellos, pasaron hartas cosas, que no contaré nunca. Cuando hablo de esto, me siento en la diferencia con los de la oligarquía, que no vi ni me junté en toda mi vida, y me corren las lágrimas por siempre, puesto que nada ha cambiado compadre. Hoy sigo acarreando miedo y tortura. Mi pena no se va nunca compañero.



¿Vas a El Dorado este septiembre? Llevo una ensalada de papas.



Un abrazo,

Anita

Tuesday, September 11, 2012

El retrato de Dios (texto interpósito del abuelo)

Se esperaban muchas eventuales colaboraciones al sitio medio fantasma desde el que se había hecho la convocatoria. Gran equivocación. Sólo aquellos artistas o aficionados peritos en enmascarar su verdadera identidad en el web (cosa que nunca es segura por lo demás) habían más que nada hecho preguntas, aventurado elucubraciones o pedido certificación de que no se tratara de un cazamoscas, ideado por quién sabe qué grupo, secta, iglesia, institución o aparato, inquisiciones todas muy pertinentes en estos “tiempos del cólera”, para parafrasear a un maestro de las letras. Entre los comentarios cabe destacar por ejemplo uno en que al autor se preguntaba que si Dios tenía cara, no sería irrepresentable. Hubo varios que se alejaban de las tradiciones monoteísticas predominantes y ofrecían rostros y figuras variados de mujer. Algunas bastantes ecológicas, pero que más bien representaban a la tierra, Gea, como la Gran Madre y cosas así, ya bastante conocidas. Alguno insinuó que como Dios estaba insito en toda su creación, su eventual retrato significaría la duplicación de todo el universo, cosa evidentemente imposible. El diálogo que siguió en el espacio para chat contó como punto culminante con un post de alguien que aventuró que si se podía formular matemáticamente el universo, bastaría con reproducir esa fórmula para retratar a Dios. Alguien recordó a Hawking y su abarcadora fórmula universal, discusión que a estas alturas se vio anegada de amenazas de muerte de ciberyihadistas por el impensable sacrilegio de intentar representar a la divinidad,. Hubo a pesar de todo algunos académicos que entraron sin embargo en la discusión, y ofrecieron variadas fórmulas que representaban estratos últimos e indivisibles  de la materia a nivel micro. Lo que prueba que en el caso de algunos de estos científicos, incluso las amenazas de muerte no logran distraerlos de sus conjeturas habituales. El problema es que varios de los miembros del comité de redacción, especialmente el webmaster, empezaron a tener sueños bastante extraños, que me apresuré a explicarles como consecuencia natural de estar revisando, clasificando y subiendo al sitio—en realidad nada más que un blog un poco pretencioso—todo ese material. Como yo  no tenía esos sueños (en realidad no sueño casi nunca), encargado más bien de las relaciones públicas (PR en este continente), tenía problemas relativos más bien a patrocinio (sponsorship) y financiamiento, y solo daba una ojeada ocasional a los productos finales, estaba un poco afuera del asunto, ocupado más bien de la parte publicitaria, de difusión y por supuesto contable, solo puedo informar de las interferencias, algunas explicables, como hacking y las ya referidas amenazas de muerte, no puedo emitir juicio sobre eso, y solo reiterar que, a pesar de lo novedoso, y porqué no decirlo, vanguardista de este proyecto, las ofertas de apoyo han sido más bien escasas, por lo que recurrimos a la difusión eventual de este valioso trabajo (in progress), por lo que he decidido recurrir no solo a este sitio sino a varios otros, en los idiomas que al menos puedo leer, si bien no entender cabalmente, para lograr más reach (alcance) y de esta manera quizás obtener algunos benefactores que nos permitan, con su apoyo, seguir adelante...

Friday, September 7, 2012

El “Tequila Sunrise”, de Erik Martínez,Una versión del desarraigo y el exilio en la primera poesía del exilio chileno en Canadá

Jorge Etcheverry

La única agrupación poética chilena que llegó al exilio en Canadá fué la Escuela de Santiago, y lo hizo más o menos incólume: 3 miembros de cuatro, el cuarto, Julio Piñones, alias Carlos Zarabia, ya había renunciado a la agrupación y a sus poéticas, aunque recientemente ha renegado de su renuncia de ese entonces. Este grupo constituyó quizás lo más cercano a la vanguardia en la poesía chilena en la segunda mitad del siglo XX, al menos en intención, no sólo por su experimentalismo en la escritura, sino por su actitud general hacia las instituciones, opuesta a la que en general tenían los otros poetas y agrupaciones de la misma generación. La crítica Soledad Bianchi expresa: “Pienso que también los separaban intereses sociales, políticos y culturales. Entre éstos, creo percibir: el recelo--y hasta el temor--de algunos de sus miembros de institucionalizarse o de ser institucionalizados”, aunque la revista Orfeo, la primera publicación que los presentó en Chile en su número antológico sobre poesía chilena contemporánea, los universalmente atacados 33 nombres claves de la poesía chilena (Santiago: Editorial Zig-Zag, 1968), pese a esa rebeldía fue “patrocinada por cuatro universidades” (Ibid). Pero por otro lado podría mencionarse el caso de que los cuatro miembros de la Escuela, al momento del golpe de estado, habían pertenecido o pertenecían a la así denominada ‘izquierda revolucionaria’. A esta mezcla de antiinstitucionalismo, experimentación en la escritura y radicalismo político se agrega la redacción de manifiestos y en algunos casos incursiones en la literatura oculta e iniciática. Esto forma un cuadro casi clásico de vanguardismo, pero surgido quizás en este caso como una mini antítesis frente a la reacción antisurrealista (y de algún modo antimodernista y antiurbana) que representó la poesía de los sesenta en Chile y pienso que en Latinoamérica. Además, el grueso de la poesía de la década de los sesenta representa una acometida poética de las provincias, principalmente del sur del país, que se convirtió en la poesía de la corriente principal y fue avalada por la izquierda, como consecuencia lógica resultó la escasa fortuna institucional literaria de la Escuela de Santiago, que no hizo nada por congraciarse con esta corriente mayoritaria que además contaba con el apoyo político, la crítica y las instituciones. Tampoco ayudaba la actitud de la Escuela, que no parecía tener en cuenta al escribir la existencia de lectores concretos.




En Canadá, la concentración de estos poetas en las tareas culturales no tan sólo de creación de poesía, prosa y crítica, sino en la solidaridad, que siempre involucraba a la cultura, y en la labor editorial, hizo surgir un tipo de exilio literario chileno muy sui géneris, caracterizado por la creación, difusión y publicación de textos poéticos multivalente en contenido y forma, cuya recepción positiva inicial por un público y una crítica canadiense ‘inocente’ marcó por algún tiempo las expectativas de la crítica y público canadienses. Eso fue antes de la normalización y homegenización de la actividad de producción textual chilena/latinoamericana canadiense producto de las necesidades político de acomodar las diferencias etnoculturales y linguísticas en el marco dictado por el sistema de inmigración y multiculturalidad de Canadá. Quedan algunos textos muy especiales, valga mencionar además de textos de los miembros de la Escuela de Santiago los textos de los libros de Luis Lama, controvertidos pero interesantes y a veces excelentes la imaginería de la Escuela que subsiste combinada con el lirismo básico de la poesía de Luciano Díaz, etc.. En el microcosmo que era la Escuela de Santiago, reducida a partir de mediados de los setenta a sus tres miembros ‘canadienses’, había varias gradaciones en lo que respecta, por ejemplo a la referencialidad: la poesía de Naín Nómez era y es, por así decir, la más aterrizada, la mía—autor de esta nota—estaría en el medio, y la de Erik Martínez sería la más autorreferente, podríamos decir. Aunque el aspecto general de su poesía da esa impresión, no se puede olvidar que la materia misma constituyente de un texto es el lenguaje en su ‘materia de uso’, o ‘ser a la mano’, y que ese carácter instrumental del lenguaje de alguna manera se destaca en la sociedad desarrollada anglófona y paradojalmente en las exigencias de comunicabilidad de la literatura comprometida, que junto a la nostalgia y a la vanguardia, constituían para el que habla los rasgos distintivos de lo que era el exilio literario poético chileno hasta 1989--fecha de término del exilio chileno per se con la caída de Pinochet en Chile. La obra principal y la única en forma de libro de Erik Martínez fue publicada por Editorial Cordillera en 1985, un tomo bilingue inglés/español de poemas, cuya misma existencia impresa es un testimonio de las especiales condiciones del exilio cultural chileno en Canadá, por ejemplo la producción de textos vanguardistas y herméticos en el marco de la solidaridad con Chile y con apoyo de la comunidad chilena exilada. Pero en esa época hay también elementos irreverentes y experimentales en la poesía de los ‘lolos’ antologados por Soledad Bianchi y que vivían en Europa o la poesía, también publicada por Cordillera, de Castellano Girón, junto a la emergencia de lo que Raúl Zurita denominaba la neo-vanguardia.



En este único libro hasta la fecha de Martínez, pese a su carácter hasta cierto punto hermético, se da testimonio de las circunstancias. En el poema Estado de cosas, titulo favorecido también por otros miembros y aledaños a la Escuela, nos enteramos que



“El poeta mismo se desplaza lentamente por las populosas calles de la ciudad;

ciego como el viejo Edipo al comienzo de la última pieza de Esquilo, pero sin sentir esa nostalgia por los territorios enterrados en las oscuras aguas de la memoria;” (TS 11)

Aquí la misma negación de 'esa nostalgia' nos desmiente su ausencia de estos textos. Vemos que el tópico de la memoria, una constante en la literatura exilada/del exilio/transplantada, adquiere la forma de la nostalgia, interiorizada y negada/mostrada por el hablante lírico. La memoria como un ámbito amplio y abarcador, del que la nostalgia extrae, o no, y trae de vuelta. O no. La memoria aparece a veces manifiesta implícitamente y negada por una voluntad por su opuesto, el olvido, al que se llega mediante una anulación del tiempo:



“Yo he sentido que los días del pasado y el futuro no

existían

sino en los calendarios.

Sólo había una extensa geografía de montes desérticos”, leemos en



Volando con yerba colombiana (TS 21)



Este intento de anulación de la historia, del tiempo es demasiado presente para no evocar lo contrario. El hablante que se sustrae al tiempo institucional se abre a un paisaje interior desolado en proporción directa al carácter frío y enunciativo de este emisor poético que revela así un lirismo desgarrado de base, que curiosamente opera por la misma ausencia del drama lírico desgarrado tan abundante en las versiones de la poesía del recuerdo:



“A mi lado, un personaje me insistió en que nunca podría olvidar la muerte de su hijo fusilado en el norte”, leemos en el poema Figuras en el fuego (TS 95) imagen muy concreta y “real” podríamos decir, en un poema en que estos versos constituyen un elemento más de un espectáculo/situación cuya intensidad negativa y por así decir ‘extraña’ es producto del distanciamiento, resultante en parte producto de la heterogeneidad de esa combinación de elementos de imaginería con la distante descripción de unos soldados y sus concretas y siniestra connotaciones:



“Alguien me señaló al pintor

que se declaraba hermano de los soles y de la noche

sentado frente a su caballete.

Unos soldados empezaron a empujar un bulto

desde la colina a nuestra espalda.

Era como una especie de masa blanda envuelta en lona.

( Figuras en el fuego (TS 95)



Aquí queda de manifiesto la productividad de este particular lenguaje poético, que inserta las referencias por así decir ‘actuales’ en este estado de cosas enrarecido, en gran parte producto de la actitud objetiva y de inventario del emisor poético:



“Ellos, todos ellos, todos esos rostros

se alejaron como atrapados en burbujas de tiempo”



Constatamos en el poema Nosotros (TS 13)



Luego en el mismo poema, la perspectiva se radica en un espectador individualizado que da cuenta del estado de cosas y que otra vez nos ofrece ese espectáculo ambiguo, en términos plásticos casi surrealistas. El desaparecimiento de estas caras contra el fondo sereno de un cielo idílico:



“y los vi alejarse muy despacio

contra el cielo muy azul de la mañana” (TS 13)





Y después se culmina con la perspectiva misma del hablante/partícipe, colectivizada en un nosotros:



“Para nosotros la extendida red de la rutas internacionales

para nosotros el espeso alquitrán de este mar” (TS 13)



Este emisor poético se personifica como separado/alienado/extraño al nuevo espacio, faceta característica de la literatura exilada/del exilio:



“Voy caminando por calles llenas de gente extraña”



Leemos en Anestesia, (TS 19)



“Camino por calles inverosímiles sin creer que soy yo,

pregunto por direcciones y me responden amablemente

como se responde a un extranjero, con una distante

cortesía”

Así, si se nos permite, podemos leer en Consideraciones (TS15), esa disminución social y ontológica producto del desarraigo y del transplante, lleva a la alienación y a la pérdida de la identidad. Este poema termina:

“Quiero enterrar mi pasado,

Ansío la protección del anonimato total.

Quiero formarme un rostro anodino”.
Al menos así se puede leer en un espacio cultural sensibilizado a la situación o vivencia del exilio primero, y luego a su tematización cuasi-institucional, en que el hablante asume el anonimato de la vida en la urbe desarrollada del primer mundo.

Esta poesía nos ofrece una mezcla de lirismo, grotesco, humor, absurdo e imaginería altamente plástica y geométrica en una atmósfera tan enrarecida como kafkeana. Es una poesía de alta concentración (emotiva, plástica, linguística), que opera en el lector por una transmutación distanciadora vehiculizada por (y cuyos elementos son) la ‘atmósfera’ y la imaginería, operadas a menudo por los avatares del emisor poético que se va construyendo paulatinamente en un carácter, un protagonista, llegando a dar al lector la impresión de una voz cuasi narrativa, que hace del Tequila un poema largo, una crónica del exilio y el desarraigo. Mediante estos dispositivos, el texto se instala así mismo como ámbito alternativo, y por ende representativo, en un sentido ambiental, o de totalidad opuesta o friso, sin destacarse así mismo como mera voz que expresa sentimientos/valores y la actitud frente a éstos, o refiere hacia un mundo desde la especificidad anecdótica del poema individual. El lector y por el ende el hombre mismo se encuentran en una situación de ‘yecto’ de estar ‘botella’ en ese mundo en que predominan el aislamiento y la alineación.





Sunday, August 12, 2012

PanDemonio

Jorge Etheverry

Él nos observa sus ojos casi perdidos en la maraña de sus cejas, pestañas, nos guiña ese mismo ojo—el izquierdo o el derecho—y medio nos dice por su boca de labios sensuales pero de sesgo irónico, por entre los labios cerrados, quizás en sueños. ¿O es desde adentro de la cabeza que nos habla?. O es que nos imaginamos esa cara que si nos fijamos bien parece que abarca el cielo y se perfila apenas contra el sesgo de cuchillo filudo de las ciudades. O es que en realidad no estamos oyendo las pisadas de las pezuñas cuya danza retumba o son truenos o son cañonazos o las flautas que en realidad no son chillidos ni de animales ni de niños. Empedernidos avanzamos con paso rápido por esas calles, trabajamos y producimos, procreamos mareas de hijos que como langostas terminarán por comerse todo lo que camina, como dice Burroughs de los mexicanos en una de sus novelas (y no es culpa mía, pregúntenle a él, si es que todavía está vivo). Terminarán por procesarlo todo, por tapar con plástico el fondo de todos los cuerpos hídricos, con niebla el cielo de todas las ciudades. Antes de morirnos sofocados por millones o miles de millones, o de sed o inanición vamos a tratar de desconocer esa cara, ese olor tan fuerte a naturaleza, esa pelambre y esos cachos, esa burla. Quedémonos con los ángeles o con las vírgenes de otros cielos que nos prometen que aún de alguna manera existiremos después de que nos comamos el mundo.

Saturday, July 28, 2012

Sigue viva la revolución cubana

Hace casi sesenta años que lo seguimos repitiendo, pero si bien es una expresión manida, pareciera que la historia es la que se encarga de darle una y otra vez el brillo de la novedad. La vasta y sangrienta epopeya de la liberación americana ve sus cabezas cortadas una y otra vez, que vuelven a brotar en ensayos unas veces planificados otras veces sorpresivos hasta para sus mismos protagonistas.

Pero en todos estos años la presencia concreta e innegable de la Revolución Cubana es el faro que por su misma aparente fragilidad geográfica y geopolítica guía a las diversas empresas libertarias del continente y de allende los mares. Décadas de bloqueo, el derrumbe de las carcomidas burocracias del socialismo real europeo, la aparentemente irresistible marea de la globalización neoliberal, la instauración de la administración yanqui más fanática, agresiva, belicista y desembozada se estrellan inefectivas contra esa isla caribeña que se aprieta el cinturón y hace de la necesidad virtud para ir construyendo algo todavía muy distante de la utopía y quizás plagado de problemas, pero que tiene un dejo de su sabor, cuyo aroma todavía nos llega. Pese a los altos y bajos, períodos especiales, bombardeada día a día por el más poderoso aparato mediático y propagandístico a unos cuantos kilómetros de sus costas, ensaya nuevas formas de medicina natural, agricultura urbana, organización comunitaria, movilización cultural, haciendo llegar su influencia y apoyando la frágil maravilla de otros sistemas que encierran el germen de un socialismo inédito que da sus primeros pasos en las montañas, las selvas, los llanos y las megaciudades latinoamericanas.

En momentos en que significativas masas del tercer mundo se debaten entre la rapacidad y la exclusión explotadora del neocapitalismo neocolonial de horca y cuchillo y las estructuras feudales y teocráticas de sus tiranos, es mucho lo que se podría decir a favor de la Revolución Cubana. Y mucho en contra. Ya sea desde las trincheras del fetichismo democrático, que sanciona cualquier producto de las urnas sin importar lo grotesco de su génesis, configuración y operaciones, aunque sancionen formas de genocidio religioso, cultural, ideológico, étnico e ideológico.

Ya sea desde el campo del universalismo mercantilista que pretende convertir al planeta en un reservorio de recursos humanos y materiales transables, consumibles y exhaustibles en pro de la ganancia en último instancia privada. Si algún destino histórico ideal le está reservado a América Latina es la presentación de una alternativa de socialismo ambiental, autogestión y diversidad equitativa social, étnica y cultural y su oferta al mundo agónico. La presencia de Cuba como ejemplo e influencia en este escenario de ciencia ficción, pero ya no tan tan inalcanzable, se da por descontada.

Saturday, June 16, 2012

Bullanga

Jorge Etcheverry

Desde la calle


O en la mañana en Santiago

Los silbidos que cruzan hombres

imitando a los pájaros

Los perros que se despiertan temprano

Los gallos (infaltables)

Las micros

Por acá

En el otro hemisferio

Algunos meses los cuervos

muy de mañana

Los gansos que emigran

En el centro de todas las ciudades

variedad infinita de motores

produciendo gases

Estamos acostumbrados a la bulla

Nacimos en una ciudad sudamericana

Mal que les pese

a los europeos o norteamericanos

Nosotros también tenemos ciudades

y cómo

Echo de menos ese rumor

que me asaltaba

las veinticuatro horas del día

“te hicimos

te vimos crecer

nos pertenecen tus pulmones y tus ojos

nos echarás de menos

hasta el día de tu muerte

Tu cielo tendrá ese ruido

como música de fondo”

Thursday, June 7, 2012

Poema, traducción al francés y nota

Sophie Lavoie,Natalia Crespo, Jorge Etcheverry

Encuentro (¿por qué no?)


Jorge Etcheverry

_

Si pasa que nos encontramos

por casualidad por ahí

podemos hablar

contarnos cosas

aunque sean tonteras

Ya no me puedo dar el lujo

de saltarme estos encuentros banales

que nos pasan a todos

y que son como puntos luminosos

en esta especie de tablero de control

que es esta ciudad de gente solitaria

Pero que no controla nada

como un inútil objeto surrealista

pero sin el encanto de los sueños



Rencontre (porquoi pas?)

Sophie Lavoie

_

S’il s’avère que nous nous rencontrons

par hasard par là

nous pouvons parler

nous raconter des choses

même si ce sont des bêtises

Je ne peux plus m’offrir le luxe

de passer sur ces rencontres banales

qui nous arrivent à tous

et qui sont comme des points lumineux

dans l’espèce de tableau de bord

qu’est cette ville de gens solitaires

Mais qui ne contrôle rien

tel un inutile objet surréaliste

mais sans le charme des rêves



El elogio de lo casual

Natalia Crespo

_

Paul Virilio no es el único que entendió el control, el orden y la velocidad como instrumentos claves del capitalismo y, contrariamente, el elogio de lo casual, la exaltación de la pereza, de lo lento e incontrolable como formas de resistencia al fanatismo productivo de las sociedades modernas. Propongo leer “Encuentro (¿por qué?)”, del poeta chileno-canadiense Jorge Etcheverry, con Virilio en la cabeza, es decir, entendiendo el poema como una apología de los encuentros inesperados, como un rescate estético del valor de lo fortuito. Pero no sólo de los encuentros inesperados hablan estos versos: también de la soledad, de la necesidad de comunicación, de la ausencia de control, de la proliferación de descontrolados.

_

Regidos por una lógica tal vez parecida a la de los sueños –desplazamiento, aunque por la ciudad, condensación, de ambos sujetos en un mismo punto, quizás también asociación de deseos– los encuentros fortuitos en la gran ciudad con amigos a quienes dejamos de ver, con amantes pretéritos, o simplemente con conocidos, suponen, como los sueños, la irrupción del pasado afectivo. Son un bache en los mecanismos de control, un agujero en la utilización eficiente del tiempo. Toparse en la calle con un conocido supone un pequeño orden dentro del caos circundante que es la ciudad anónima y gigantesca (el orden implícito en hacer coincidir dos personas en el mismo espacio en el mismo instante): allí reside la luminosidad del encuentro. De algún modo, cada encuentro supone un entramado de ocio, de coincidencia y de soledad. Y quizás también, estos encuentros anticipen algo más, algo que asoma luego del mero contarse tonteras.

_

Desde un punto de vista estadístico, diría un lector serio o seriado, la probabilidad del cruce de trayectorias en un mismo punto, en un mismo instante, dentro del inmenso damero urbano, es en verdad irrisoria. Y lo improbable tiene en el poema tres formas de expresarse: “si pasa que” (v.1), “por casualidad” (v.2), “por ahí”, las tres frases buscan dar cuenta de lo impreciso o incontrolable de la coincidencia. También, como el lenguaje general del poema, como la pregunta retórica del título, y como parte de la literatura de Etcheverry, el lenguaje es coloquial, desacartonado, anti-solemne, cercano al diálogo, a la alusión, al collage, como si en la selección misma de palabras ya se estuviera dando un encuentro insólito. Temáticamente, el poema se inscribe en la serie de textos sobre “la urbe y sus tejes y manejes”, sobre “el estado de las cosas”, dos temas que, así definidos por el propio Etcheverrry en su entrevista con José Carlos Sánchez-Lara_(1),_son centrales en la obra de este poeta.

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Como en aquel cuento entrañable de Italo Calvino, “La aventura de un automovilista”, en “Encuentro” tampoco los amantes son amantes. No podemos hablar de amantes en verdad, aunque el deseo sobrevuele el texto, aunque la mención de los sueños –si los entendemos como realización de deseos– ofrezca una tentadora conexión con el amor. Lo que sí son el yo poético y la voz en segunda persona a quien se refiere es dos puntos luminosos y lejanos que posiblemente se choquen, que parecen al menos desear esta remota posibilidad del choque, la añoran como antídoto contra la soledad urbana y el anonimato que los rodea. No es que se hable de amor en el poema de Etcheverry: acaso el encuentro, a tono con la invitación (“podemos hablar / contarnos cosas / aunque sean tonteras”) sea tan intrascendente como la charla pasajera. Pero sí se habla –se sugiere– combatir la soledad, no dejar escapar un contacto que antes sí podía dejarse escapar. Hay una necesidad de comunicación que ahora urge y que antes podía ser ignorada: “Ya no me puedo dar el lujo / de saltarme estos encuentros banales / que nos pasan a todos / y que son como puntos luminosos”. Este cambio insinuado en el yo, esta nueva necesidad de contacto es un ingrediente más de la soledad y de la desesperación.

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Como el automovilista en el cuento de Calvino, el texto invita al lector a una mirada panorámica, quizás panóptica: podemos ver la ciudad como “esta especie de tablero de control” (v.10), podemos ver lo que el yo poético, que presumimos a pie, flaneuriando la urbe, nos insita a ver: “un inútil objeto surrealista / pero sin el encanto de los sueños ” (v.13, 14). El objeto surrealista y su sentido poético se contraponen a la connotación de tecnología que supone “el tablero de control”. La metáfora del tablero de control nos hace imaginar este espacio como una gigantesca ciudad norteamericana, tecnificada, desarrollada, pretendidamente eficiente. Como contraste y revancha: el descontrol, la soledad de la gente, el sueño surrealista “sin el encanto de los sueños”. El encanto del poema reside, como el encanto de los sueños, en rescatar lo implanificable, no lo que se pretende bajo control sino lo incontrolable. El encuentro casual es a la vez un elogio de lo impredecible, una conexión afectiva con el otro y con el pasado del yo, y un triunfo de lo ocioso y de lo aparentemente improductivo sobre las pretensiones del control.

_

(1)_Ver José Carlos Sánchez-Lara._“La escritura residual (Entrevista a poeta chileno Jorge Etcheverry)”,_en_La Cita Trunca.



Enlace a los cuadernarios



http://fis.ucalgary.ca/ACH/Registro/Cuadernarios/index.html

Saturday, June 2, 2012

Monday, May 28, 2012

El poeta portavoz

Jorge Etcheverry

Dado que yo mismo practico o en buen cristiano hago poesía, prosa, crítica, artículos sobre cultura, literatura, política, algo de plástica, lo que se llama crónica, con mayor o menor éxito, pero dentro de lo que se entiende más o menos por esos términos, me llama la atención el hecho de que el poeta sea más y más un portavoz o un vehículo de las posiciones, ideologías, programas, denuncias, reivindicaciones, condenas, alabanzas, absoluciones, santificaciones y demonizaciones, etc. provenientes de políticos, periodistas, sociólogos, culturólogos, líderes, la institucionalidad de países enteros, iglesias y cultos, la ciencia, etc.—muchas veces causas tan justificadas como loables, como la paz, la preservación del planeta, la autodeterminación de las naciones y los derechos humanos. Todo del uno. Pero quizás será por la compartimentación de papeles y funciones de la sociedad capitalista productiva—características que como otras a las finales se impusieron por el impulso ciego de la especie para reproducirse y comérselo todo—no se ven muchos poetas ambidextros que operan en la producción de las ideas a la vez que su difusión y carnalización a través de la poesía. Por eso cuando veo por ahí la nota crítica de un poeta sobre un libro, una incursión del poeta en la reflexión política cultural, ecológica, etc. no puedo negar que eso me encanta. Está bien expresar las cosas, expresarnos nosotros, dar voz a lo humano genérico—aunque ahí no termine la poesía, aunque quizás lo otro un poco más allá o más acá o al lado, a lo mejor ya es otra cosa—pero no inferir que por eso el poeta es tonto, ya que eso significa recoger esa tradición que jerarquiza las partes de la psique y adjudica al pensamiento—masculino y solar—una posición superior al sentimiento y la expresión, cosa de mujeres y lunar. Pero ya nos estamos yendo un poco por las ramas.

Sunday, May 27, 2012

Thursday, May 24, 2012

Retrato mío (muy antiguo e idealizado) por Joan MacCarthy, amiga y colaboradora, que en paz descanse

Monday, May 14, 2012

La poesía en el marco de la representación. (nota preparatoria para un taller de poesía)

Jorge etcheverry



¿Para qué las artes en general?. El arte es una representación de la realidad. Los intentos que en su rebeldía –como la pintura abstracta—bregan para superarla, así lo testimonian. Representar la realidad, o lo que se cree esencial de la misma, según el caso, se combina con el impulso a hacerlo. Ya sea que se trate de un imperativo que se enmascare bajo una necesidad o compulsión social, ideológica o religiosa, siempre se trata de un impulso individual a hacerlo—desde ese punto de vista, toda arte es de alguna manera lírica y volitiva—hasta que las inteligencias artificiales del futuro desprovistas de ego se propongan la mímica de esa actividad humana

Todo conocimiento es representativo, ya que es necesario que aparezca como algo real, aunque se pueda definir esto real como convención, como una realidad más allá de nuestras percepciones, como una distorsión de nuestras percepciones o como una emanación del sujeto, etc., que en cada caso pasan a ser lo real.  Para poder conocer, conocernos a nosotros mismos, la realidad, etc. de una manera válida, necesitamos que de alguna manera se sobrepase el nivel del puro aislamiento y la autosuficiencia solipsista. Si lo que se conoce no se representa y adquiere una cierta objetividad que también puedan percibir otros, u otro, o el universo humano, no hay acreditación de ese sentimiento o conocimiento. En los seres humanos pareciera que no es posible el conocimiento sin la representación, artística u otra. El mismo sueño de los chamanes, como palabra de dios, o en el caso del psicoanálisis proveniente del inconsciente, ya nos coloca de alguna manera como espectadores de ese mismo sueño, que se anota, descifra, interpreta o analiza

La representación conlleva la contraposición de espectador y espectáculo, frente a frente. El valor de la representación reside en su presencia como objeto—material virtual o imaginario— al frente de uno. Mientras más objetiva, menos ligada a una persona u otra, o mejor, mientras más ligada potencialmente a la totalidad de los seres humanos, es más válida y creíble, es decir más general. Así, los productos artísticos o de intención artística comparten la objetividad con que se presenta el objeto representativo en general. Pretenden no estar ligados a una persona o colectivo originante sino que implícita o explícitamente se quieren universales. La expresión más personal necesita de alguna manera poder hacerse universal, potencialmente análoga a lo que sentirían todos los seres humanos. Así presuponen implícitamente un público colectivo, que idealmente abarca, como se decía, a todos los seres humanos.

Así, el poema pretende intencionalmente o no esa universalidad, implícita o explícitamente—y es una presuposición básica , ya que aunque sea poesía femenina, aborigen, comprometida, etc. se quiere universal—aunque se presente como una pura expresión de sentimientos o ideas explícitas de un ‘yo’ o colectivo determinados.

Respecto a la poesía, su diferencia con la prosa es a la vez intencional e institucional y objetiva. De partida porque el autor o el medio de difusión la presenta y contextualiza como poesía—en el caso de un artefacto parriano uno se podría parar con un micrófono en una fiesta y decirlo como chiste. Es la parte social, institucional, contextual e intencional, volitiva. Los poemas épicos de muchos pueblos eran considerados historia, crónica o cosmogonía, o todas esas cosas juntas

En principio, la poesía es más inmediata que la prosa en su situación de lectura o escucha, es más breve que la prosa, al menos en los tiempos modernos. La prosa, por convención, es intencionalmente detallada, descriptiva y en los tiempos modernos se quiere fiel a la realidad. La prosa tiene un supuesto de veracidad, sobre el que se construyen sus alteraciones. Se supone que se refiere al mundo real, cuyo despliegue detallado ofrece el marco para la narración de aventuras, fantástica o experimental, e incluso para una factible antinovela.

La poesía, en esta división del trabajo vigente, se supone libre de la necesidad de referirse fielmente al así llamado mundo real y como siendo territorio de la expresión—aunque necesita forzosamente de los elementos de lo real, lo que se dice de un correlato objetivo. A esa expresividad se le denomina la lírica. La división de trabajo asigna a la prosa la autoridad de lo verdadero o que se pretende serlo de modo distinto al de la poesía, aunque su diferencia básica reside en su modo de composición y su forma y tiempo de lectura, así como al formato de su presentación. Ambas formas tienen por así decir efectos en la realidad social y cultural que las producen: al leer Las desventuras del joven Wherter, de Goete, muchos jóvenes sajones cometieron suicidio en la época romántica y Rushdie recibe edictos que lo condenan a muerte. El reciente poema de Ghunter Grass despertó una polémica mundial y figuras de poetas como Lorca, Neruda, Guillén o Pound se hicieron símbolos.

En los límites de estos géneros, o en situaciones inter o para genéricas, las presuposiciones entran en juego. Hay casos de poemas en prosa o relatos breves que se pueden considerar como prosa o poesía.  En última instancia lo que decide es si el texto se presenta o percibe como prosa o poesía.

En el caso de las artes, y de la representación o mediación artística—es decir de su presentación como tales por el autor o las instancias de su distribución—se manejan elementos finitos de la objetividad de imágenes o palabras. La comunicación implica el uso de elementos universales: las palabras son de uso común y tienen significados y referentes más o menos fijos, lo que posibilita la comunicación.

La poesía usa un lenguaje que es un acerbo común, cuyo uso tiende a desgastarse y a hacerse habitual. Lo que en un momento resulta novedoso, atrae la atención y muestra un aspecto inusitado, pierde esa calidad, por necesidad se hace manido, en virtud de la reiteración y repetición que justamente hacen del lenguaje un instrumento de comunicación, un conjunto de términos aplicables a objetos y situaciones análogos en variadas circunstancias. De ahí que para conseguir ser percibida, notada, y por ende sus referentes internos (yo) y externos (mundo), la poesía—y las artes—necesitan de la alteración, la distorsión, la mutua fecundación de diversos campos genéricos, discursivos y textuales, las imágenes—poesía visual—la actuación performativa, etc., en otras palabras, de lo inhabitual que por algún momento atraiga la atención, para luego volverse a sumir en lo habitual y cotidiano.  Lo que no quita que la misma reiteración de palabras e imágenes pueda ser de alguna manera un valor en sí, así como lo es en los rituales religiosos, indicando a la cofradía de los creyentes—religiosos o no—la pertenencia a un grupo o adscripción comunes.

Jorge etcheverry, Ottawa, Canadá, mayo de 2012 

Sunday, May 6, 2012

Con las estatuas del Viejo Miralles al hombro bajando la cuesta bajo el sol hacia la Parte baja de Coquimbo ya hace décadas--con mención de poetas

Jorge Etcheverry

El viejo que se sale de madre e hilvana una poesía de chatarra que uno lleva a cuestas pese a la fragilidad de la esquelética del cuerpo—arriba graznan gaviotas—descendemos por las calles de barro hasta llegar a las adoquinadas que se anidan en el centro del puerto. Cada obra con su pedazo de papel que cuenta una historia del origen de cada pieza—arriba brilla uno de los soles más puros que aparecen sobre la tierra. Y más allá, más bien por el lado de la noche se acurrucan estrellas como puños que se cubren como pueden, sosegadas pero tranquilas—total tienen millones de años luz y a lo mejor ahora ni siquiera existen. Todo eso se arremolina en mi cabeza cuando bajo apenas junto al viejo que habla y habla yo cargado con el saco de esculturas de chatarra que a lo mejor en una de éstas atraen la atención de los marineros, fugitivos, a lo mejor gente corriente de por ahí no más, del barrio—que se zampan las escudo las pílsener el vino tinto sempiterno y se cuentan historias casi al lado del mar. Y El Tololo enfoca su ojo de vidrio sobre las desnudas estrellas—ahora las tapa el sol pero a él no le importa. De ahí quizás brota la vertiente que habrá junto con otros elementos de la geografía y la historia—seamos materialistas—dar a luz en unas décadas y conmigo allá lejos, en el otro extremo del mundo a las fantasmagorías concretas de Volantines, Julito Miralles y Del Cerro. No del Piñones que es y será (siempre) de Santiago, con otros fantasmas

Tuesday, April 24, 2012

Teratología

Jorge Etcheverry

Los monstruos aparecen y desaparecen. Se transmutan. Generan extremidades, alas y apéndices. Anidan en el cielo y se acurrucan en la historia. Surgen contemporáneos y cada vez más humanos desplegando alas de murciélago cuando tienen que volar, la luna y la noche son favorables y no hay cruces ni ajo. Saltan embravecidos en una sola pierna en las leyendas del extremo sur de un país que es como la vaina de una espada—dios quiera que no desenvainada—nos miran desde allí mismo con la cabeza vuelta para atrás desde la cubierta de un barco sobre el que bailan, también él un monstruo. Parece no haber barreras físicas para sus transmutaciones, siempre basadas en un algo de anatomía. Quizás estas mismas palabras sean monstruosas si asumimos que al comer de la fruta del árbol prohibido de manera incierta y titubeante abandonamos voluntariamente la felicidad animal a la que tanto deseamos regresar. Dizque. Esta es una interpretación personal y momentánea, mañana abandonada con la salida del sol la Luz de la Razón pero que ahora nos embarga por segundos o minutos. Los monstruos sostenían la tierra sobre su caparazón. Nos tentaban homunculados ofreciéndonos esto, lo otro, lo de más allá. Nos prometen ahora una suerte de vida eterna y vegetativa desde ojos purulentos de zombies que se desplazan por las inciertas, grandes avenidas crepusculares pero tan llenas de brillo y color—de la así llamada cultura de masas, cultura popular. Más concretamente desde probetas, matraces y toda esa instrumentalidad contemporánea, entonces desde los genes mismos. Pero cuidémonos de ese monstruo que tenemos adentro, yo tú todos, bajo nuestras caras afeitadas, nuestros atuendos cuando nos paseamos por estas ciudades vertiginosas—sin atinar a mirarnos en los múltiples espejos del día o de la noche. Cuando volamos a la altura de los tejados envueltos en un deseo como de aniquilación. No sabría precisarlo.

Sunday, April 22, 2012

Taller de poesía del poeta Jorge Etcheverry

Esta iniciativa, propuesta por algunos escritores, se llevará a cabo el sábado 12 de mayo en 568 Cambridge St. South (una cuadra al oeste de Bronson, al sur de Carling Avenue), de 10 a12 y de 2 a 4 aproximada pero no inflexiblemente. Las personas interesadas pueden inscribirse por correo electrónico con el autor, al jorgeetcheverry@rogers.com El costo de este taller es de $80 en general y $50 para estudiantes. Si hubiera consultas, también pueden hacerse al correo electrónico anterior Hay alguna información sobre Etcheverry en http://www.revistaqantati.com/doc/pdf/e-book01-Jorge-Etcheverry.pdf, que es un libro electrónico de la revista Qantati que contiene información y notas críticas sobre el autor, y una selección de sus textos. La versión digital de su último libro, Cronipoemas, se puede ver en http://www.escritores.cl/varios/cronipoemas.pdf




Wednesday, April 11, 2012

Variaciones sobre el tema


Poema ganador de la segunda versión del concurso de poesía en español El alba volante, que estuvo dedicado esta vez a la antipoesía. El autor, Felipe Quetzacoatl Quintanilla, es escrtor y docente a nivel universitario en la ciudad de London, Ontario, Canadá

y Dios creó el mundo y vio que todo era bueno
agarró entonces un poco de barro entre sus manos
y formó del barro a imagen suya
a la Mujer 
La Mujer tenía dominio sobre el mundo
los mares y las tierras
pero Dios vio que necesitaba compañía
porque estaba solita 
y entonces después de provocarle un sueño profundo a la Mujer
le quitó una costilla
con la cual y con más barro del que había quedado
hizo otro ser a su semejanza 
pero faltaba algo se dijo Dios
y entonces del barro sacó una lombriz
y se la puso entre las piernas
al nuevo ser que desde entonces
Dios llamó, Hombre

la lombriz entre las piernas
empezó a hablar al Hombre
y le metía ideas sonsacadoras
acerca de un árbol de manzanas
el cual Dios ya había dicho no tocar

el Hombre empezó a tentar a la mujer
“ándale mi amor, no seas mala. ¿no ves que mi lombriz
tiene sus necesidades?” 
y ¡chaz!
que se comen las manzanas
después
dejaron las cáscaras tiradas en el suelo
y se tomaron una siesta
al pie del árbol 

en eso llega Dios y dijo…
“¿qué ondas paso aquí
hijos de su…de su , de su…”
y el resto es Historia 

*
Historia  
historia de lágrimas derramadas
sobre campos de batalla
por idiotas arrepentidos
que sí
quisieron un mundo mejor
a lo mejor
pero solo sirvió
pa’ conocer el sabor
de la sangre caliente
de tu hermanito  

el viento empujaba su soplido
en nuestra dirección      
pero cambió la dirección del viento
y junto al sabor del cacahuate del sándwich que tragábamos
el paladar se confundió con un nauseante olor a carne fresca
y te acuerdas lo que vimos
atrás del cerrito 
mil seres humanos
inertes todos torcidos ojos abiertos
mil ojos muertos que miran ¡por Dios!
¡los pinches putos!
no tuvieron
la decencia ni de ponerles tierra encima
y te acuerdas que…
 
esto sucede cada día         día a día
con roca puñal metralleta bomba
roca puñal metralleta bomba
puñal metralleta bomba
metralleta bomba 
¡bomba! 
atómica y gases siniestros
que queman el oxígeno
de los pulmones
de los niños
¡los niños!
soldados ingenuos 
porque aquí se manda señores
dinero poder y sangre
y sobre todo sangre
en nombre de tantos nombres
que quedan como… 
vejestorios del armario
esqueletos del armario de la humanidad
que salen a jalarnos los pies
por la noche cuando dormimos
y cerquita a la orejita susurrarnos 
muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte… 

*
rueda mecánica de mil toneladas  
la revolución 
¡es una
pendejada!
me lo explicó mi padre
re… evolución
re…petición
es una rueda…
“por hay va la rueda déjenla rodar” 
porque sinó te aplasta
como a los poetas
y los nobles auténticos 
que mueren
y los pobres
aún y siempre pobres para siempre y por siempre
y los indios
¡Amén! 
rêve….illusión  
el hijo de puta jefe de guerrilla
por quien murió mi tío chito
¡vive…!
en Miami pensionado
por la CIA
a la cual da consejos 
sobre temas anti-terroristas 

por la causa..
mi abuelo el campesino perdió sus tierras y mi abuela
frente a las cámaras de televisión buscaba
a su hijo chito el desaparecido
pero él ya muy muertito en la
                                                                                                             fosa común
con diez tiros en la cabeza
sin                             testículos…
y mi lindo padre ahí en la cárcel
a los 17 años…
 
papá dime papá
papá por qué
para qué papá
papá por quién
yo también papá                    soy revolucionario
yo también            le hubiera entrado al mole
mi pecho por el pueblo
levantando la               hostia
Dejando descubierto               el                      corazón                     a
la bala que destruye el sueño 
pero nací tarde
y papá cuando veo 
que la sangre corre hacia las alcantarillas
que ese día Dios sacudió las nubes para que lloviera
lavando
las calles
la aceras
la ciudad
la memoria
de la historia 

*
pregunta y propuesta… 
dime tú Simón Bolívar
¿qué haces aquí
al frente del hotel Novotel?
qué raro te ves, y fuera de lugar
lleno de nieve tus hombros
y cabeza como yo
con hartas ganas de llorar
este mundo frío que hierve 

¡cómo enferman los presidentes cowboys!
se podría cambiar el canal
o de pronto vomitar
ver cualquier otra cosa
pero se estrellan aviones contra los edificios
se quema el petróleo en Irak
y sobre un piso de tierra de cocina
American GI José  Pérez,
José can you sing??
agoniza… (respiración aumentada)
sus pulmones ponchados por una bala que rebota entre costillas
inundando de rojo espeso los espacios sagrados de sus pulmones
Y Simón, en cinco segundos va morir
4… 3… 2…  1
ahogado
muertito
matado
por un terrorista
¡niño!
de 10 años

ay…
¿Simón Simón Simón ?
compadre dicen por ‘ay
que la juventud es ciega
ciega o talvez sorda o más bien muda Yo   Tú… tarta-tata-tata    mudos
Frente al hambresidagenocidio de nuestra madre África
y la chatarra co-co-rrosiva que ca-ca-cagamos
la caca  que tragamos y cagamos
atascando las gargantas
de las selvas
y las ballenas 
y entre chistes y tristezas o más bien chistosas tristezas
Simón
las chingadas internacionales
el enemigo de nuestra humanidad
las Inter- nación-ales
nos tienen fichados
desde satélites en la atmósfera
por medio los chips que nos meten
en los putos cornflakes  

y lo más triste Simón
más triste que tres tristes tigres…
¡Quién putas lee ya poesía!

¡Vámonos!
a la chingada compadre
nos llevamos a nuestros compadres y comadres
todo padre a toda madre
río arriba por las arterias hasta al corazón de las amazonas
a borde de mi submarino amarillo…

baja el puño hermano que no hacen caso…
tráete tu cinismo, tus cigarrillos
y nos llevamos  
a mis extraterrestres ilegales
de las granjas tomateras de los u- ni-ted es-ta-tes
que se traspasaron en el interior de piñatas o entre puercos chiles verduras guajolotes
a los poetas exiliados, que se acuerdan de Allende
los homosexuales que se quieran o no casar
los indígenas los negros
los supuestos terroristas
y la juventud encabronada
tarta-tata-tata-tata-tata-tata-tata-tata
muda 

Simón te parece empezamos Simón
una tribu
de desnudos sinvergüenzas sin vergüenza
todos y todas lindamente desnudos desnudas
como los monos
fumándonos
un gran churro de marihuana autóctona  
y tú y yo
ya verás Simón
¿Simón Simooooón ?
haremos el amor
¿Amorcito Corazón ?
con una mujer
que tenga la historia de la humanidad escrita en su cara
que nos diga cómo quererla
bajo estalactitas de una cueva
abajo en el agua de una laguna
en las altas ramas de un árbol amante de las estrellas
sobre el calorcito quemante de una roca al sol 

ahí  
junto a la                 pendiente 
donde se suicida
                                  
 
                                         el
                                     
                                                a
                                                 g
                                                 u
                                                    a

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces
Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura