Thursday, October 30, 2014

Me voy por el cuerpo de Chile (nota sobre "Reflexión hacia el Sur"


 Roberto Rivera Vicencio
 
La voz de Jorge Etcheverry (1945) desde el Grupo América y la Escuela de Santiago en el Instituto Pedagógico de los setenta, se consolida con “Reflexión hacia el Sur” como una de las más singulares y representativas de la poesía chilena, pese a su ya demasiado largo exilio canadiense.

Voz que se ubica equidistante de una lírica de la ruptura y a la vez de la tradición, en un curioso engranaje de estilo que recuerda el Chile fundacional de Pezoa Véliz llevado por un fluir de modernidad y post modernidad, una voz colectiva e íntima que engarza en la conformación de la historia reciente de nuestro país, ese modo de “no ser” que se extiende hasta la divagación para luego hacernos sentir en el temblor subterráneo, la semilla, de este “pueblo extrañamente dotado por la naturaleza” y la duda de estos “hijos de mirada sensible y perpleja”.

El Chile oficial y mítico de nuestras representaciones toma cuerpo en esta poesía para mostrarnos su revés, la otra historia, la de los movimientos sociales, la de la mujer de ojos grandes y amplio regazo que proyectan su estirpe desde la Araucanía, desde el perfil anguloso de Inés de Suárez, el mestizaje, la íntima y secreta historia de la familia de Chile, la mujer, siempre la mujer en su centro, en tanto hombres borrosos toman cuerpo y consistencia pasando a cuchillo a los mayores de ocho años en la campaña de exterminio de Arauco, al lado o frente a los hijos de Caupolicán que cargan hoy sacos de harina en las panaderías, hijos de voces agudas que hablan con los pájaros y un buen día emigran a las ciudades a buscar trabajo.

Etcheverry reinterpreta, encuentra nuevos referentes y significados, actualiza el Chile mítico en una suerte de mosaico en movimiento, esa parte que subyace de nuestra historia cubierta por la neblina, cada vez más imprecisa y lejana, presente en esta mirada solitaria y huérfana que no sube a nacer conmigo, no podría (“Dejemos a ese gran pájaro alejarse”, dice Etcheverry), sino que surge de un nosotros desplazado y disperso por la perdigonada por los cuatro puntos cardinales, deambulando por ciudades irreales cuando “Tienes razón, aunque te has puesto un poco gordo y se te ve demasiado tranquilo últimamente”.

En esta suerte de promiscuidad, en “Postales I y II”, no sabemos si los hijos de pescadores se ponen ropa deportiva. O si los veraneantes se tostaron en la playa, lo que sí sabemos es que la señora pasa con la bolsa de las compras, jadeando, subiendo la cuesta, como diciendo “Hasta aquí no más llegamos” que casi podemos ver y nietos que hablan otra lengua y comen otros alimentos, tratan de pensar que los montes y los valles y la larga costa eran un sueño. Etcheverry nos recuerda a Gabriela Mistral, nos recuerda “Montañas Mías”: “Y aunque me digan el mote / de ausente y de renegada, / me las tuve y me las tengo / todavía, todavía, / y me sigue su mirada” y “ Salto del Laja” esos versos: “cae la mártir indiada / y cae también mi vida”. Un constante rediscutirse nuestros orígenes como parte de nuestros proyectos y anhelos, “metiendo primero el pie y luego la mano y el cuerpo entero en el engranaje del día, recomponiendo los objetos y las relaciones sociales”, una poesía donde la social y lo íntimo y subjetivo se juntan para tomar nuevos caminos y sentidos, la poesía actual y vigente de nuestro Chile.

Sunday, October 5, 2014

Delirium, de Akiles de Castro


Ottawa: Split Quotation/La cita trunca, 2013, 91 páginas (prólogo de Jorge Etcheverry).

L. Fernando Veas Mercado

Nota sobre el libro más reciente de "El alba volante", rama de poesía en castellano de Split Quotation/La cita trunca


Akiles de Castro es el seudónimo de David Castro Rubio. Nació en 1957 en Santiago, Chile. Su adolescencia y edad adulta las ha vivido en Montréal desde 1974. Desde niño habla inglés y puede escribir indistintamente en esa lengua y en español. Sus viajes han enriquecido sus poemas que han sido publicados en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, México y Perú. En 2003 publicó, Cleo su primer libro (en edición bilingüe) y posteriormente, en 2008: By this River

Delirium aparece como un poema narrativo que podríamos pensar como inicial de un joven poeta. En realidad es una remembranza, como toda poesía: evocación de un hablante que inicia un viaje, motivo recurrente en literatura. El yo que emite el discurso decide salir de un entorno siniestro en el cual su degradación no tiene atenuantes; decide terminar con una vida hueca, zambullida literalmente en el alcohol y partir en busca de libertad, de cariño, de vida. Lo único que posee es su posible destino de poeta. Poeta no sólo marginal sino casi maldito, mal amado, dipsómano y solitario, pero libre. El delirio del hablante es su salida de lo habitual; de su cotidianeidad y de la de los demás: la libertad. El suyo será un viaje catártico hacia las alturas y pureza de la Rockies donde tal vez encontrará lo que le falta, tal vez más que un dios que no se manifiesta, al menos para él, en casi nada. Sí, tal vez en los amaneceres que los confortarán en su vagabundeo en busca no de El Dorado o de una Ítaca sino del deseo de conformarse en su fe de poeta.

Más que la llegada o el posible encuentro de una meta, de un algo iluminador, interesa más el viaje en sí, el estar en un tiempo de su existencia:

“Soy un momento en el tiempo”

que tal vez podrá perdurar en un espacio; en los Rockys, alturas:

Donde se respira un aire tan puro
Que es de llenarse los pulmones y
Sentirse contento. Alturas,
Donde se puede ver el sol brillante
Fundir la nieve blanca
De vuelta en agua pura

Y en ese paisaje, Ícaro aún no se quema las alas. Por eso, al pesimismo inicial sucederá el deseo de vivir.

Eso le ayuda a superar el falso atractivo hiperrealista de las ciudades especialmente de la falsa entre las falsas: La Vegas; charada del mundo moderno, al final del cual puede estar su lugar de descanso…Hay algunas “tentaciones”, como las notadas por Etcheverry, homologables a las de Ulises en su viaje de regreso y el estado de ánimo beatniks.



Esta mezcla de desconcierto y desencanto ya está al comienzo:

Pude haber hecho algo mejor
Que vagar solitario para encontrar
El verdadero significado de la vida.
Para descubrir que nada
Importa realmente,
después de todo.

Pero el hablante se puso en movimiento, inició una búsqueda, por eso, lo que resalta en la escritura es el ansia de libertad y de vivir que a ratos podría sugerirnos la explosión vital de un Whitman pero también la poesía de Dylan Thomas y Kerouac y esos viajes iniciáticos como los de los road movies como Easy Rider o, como lo señala el prologuista, de las “novelas de formación”. Es la búsqueda de la casa:

A casa ya voy.
Desgraciadamente el último hotel,
Con la gorda ancha y su iguana regalona.
Pero a casa voy

En Delirium todo es personal, como un delirio provocado por el alcohol o las drogas pero que son recuperación de la sobriedad del hablante lo que, le lleva a sus frases finales.

El hablante, cuando cree llegar al término de su periplo quedará tan desconcertado como al iniciar su marcha a través de una Norteamérica vista a grandes rasgos por un veloz viajero desencantado pero que goza con los deslumbramientos mínimos a que puede tener acceso.

Al final, está el comienzo se cambia un puta gorda y rubia por otra mujer gorda que fuma cigarro y que desaparece después de un ¡OM! que lo reenvía a recomenzar, o empezar de verdad su vida.

El hablante poético en este delirio y con su salida de él, ha terminado su prehistoria. En ese final de viaje no hay meta alcanzada sino reintegración, no a los surcos de una vida normal u ordinaria, sí a su propia huella, a su propio sendero vital. El final del viaje es el principio de su verdadera vida, el comienzo de la historia, de su historia.

El volumen incluye un llamado: Revuelta joven que implica una opinión sobre la realidad en relación a la juventud. De lo personal se pasa a lo colectivo y a un compromiso que recuerda varias doctrinas. Estimo que esta parte implica el deseo de este otro hablante para que nadie pase de largo por una realidad que no tiene nada de la hiperrealidad de Las Vegas, por ejemplo, o la cotidianeidad absurda llena de todo lo que da el mundo actual en todos los países, regalo neoliberal. Más que una realidad, son deseos dicho textualmente, anarquistas, lo que despista un poco ya que el llamado es una invitación expresada ya por muchos hace mucho tiempo y, visto así, lo considero un recordatorio, y un deseo de no envejecer consintiendo a pesar que poco se pueda hacer para cambiar la situación denunciada. Estimo que es una obligación moral que se impuso el hablante y que le ayuda a vivir.


Wednesday, October 1, 2014

Amenazaban lluvia

Juana Petra Soler

Las nubes amenazaban lluvia
Cuando chica en mis cerros
Pedrosos y dorados como una iglesia antigua
La lluvia nos perseguía como un sueño
Era rara su venida
A ese nido de roca en que el pueblo se anidaba
Abajo un lago azulísimo
En el centro de una palma pétrea y arenosa
De casi todos los tonos del amarillo y el naranja
Y el cielo un dolor azul
Y las escasas nubes pasaban raudas
Negábannos su carga
casi siempre
Pero nos provocaban imaginaciones de animales
O rostros

Pero ahora que añoro
Por la ventana citadina
Veo ese otro paisaje
Aquí la lluvia es sucia
Demasiado frecuente
Pero no me miento

Cuando como pájaros o arañas
Nuestra niñez anidaba en las rocas
No veíamos esos colores
Aunque estaban
Ahora sí
y me los invento
Con ansias
Sobre la tela de esos días

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces
Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura