Thursday, November 19, 2015

Para Jorge Etcheverry en sus 70 años !!!

Actas : Poesía Octubre 23, 2015


Nieves Fuenzalida

       
Los Poetas ...somos nómades que habitamos palabras... las abrazamos con ternura... Las papillas gustativas de la mente... destapan sus marmitas para sentir los aromas ...que encierran las yerbas trabajadas con perfumes... en el silencio de su cocina cerebral ...Tejemos sus rondas con lanas suaves... y palillos fuertes ...que convierten en metáforas... que bailamos eternamente en hojas de papel anaranjados ... Amasamos con el uslero del panadero que llevamos dentro... como si fuéramos cocineros universales de ellas... Volamos en escobas cibernéticas... como aquellas brujas medievales llenas de hollín y olor de sahumerios... Elevamos volantines para conversar con el viento... y sentirnos arrullados por las palomas blancas que vuelan su libertad... Zurcimos con una aguja fina llena de hilos delicados... para que no se note la costura en ellas... Brujos mágicos de abracadabras... Guerrilleros con fusiles llenos de imaginación...Amantes que nos escondemos en el silencio de la noche para jugar bajo la luna !!!

Amor !!!
Nieves.
Ottawa, Ontario, 22 de Octubre de 2015.

Sunday, October 11, 2015

en la pieza

Jorge Etcheverry

Estábamos en esa habitación, en esa casa, sin saber a ciencia cierta qué esperar, pero de pronto y con el paso de las horas se encrespa la situación. Todos esperan algo pero sin saber a ciencia cierta qué. O cambiamos el escenario y se trata de un café en que salvo contadas excepciones la gente opera y mira sus tabletas—juntos en el espacio físico pero separados cada uno en su mundo en pantalla. En un horizonte vislumbrado se despliega la imagen ambigua de una mujer erguida cuyas mitades corporales se disputan una gama de colores y otra de sombras. Aterricemos eso y achaquémoslo a un sueño que alguna vez tuvimos. Tratemos de despojarlo todo de cualquier matiz trascendente o adivinatorio mientras nos tomamos el primer café del día. Afuera el cielo se lo disputan palomas y cuervos

 

Monday, September 28, 2015

Poe-sillas

Nieves Fuenzalida




Derrumbe.

Borracha
de
versos
de
Abril,
la vieja
máquina
de
escribir
se derrumó
en
el teclado
entre
la "A"
y
la "Z"
cansada de escribir        



Lana azul.

Tejeré
un suéter
con
la lana azul
de
las palabras.
Los sustantivos
y
los adjetivos
con
puntos
de arroz.
Los verbos
y
adverbios
con
puntos
de
amapolas.
Bordaré
los puntos
y
las comas
con
los hilos dorados
del
sol.


La fuga.

Dicen
que
la noche
se
fugó
con
la luna
y
dejó
las estrellas
en
el día.

Amor  !!!
Nieves.
Ottawa, Ontario, 26 de Septiembre, 2015
.

Sunday, September 13, 2015

Globalización, virtualidad, poesía y política

Jorge Etcheverry Arcaya
La globalización cuenta como parte imprescindible con el desarrollo de la comunicación electrónica, que a la vez que mantiene a los diversos grupos de interés y al público en general informado más allá y a pesar de los medios de comunicación oficiales y de corriente principal de los países. Esto ha cambiado el modo de relación y de obtención de espacio y presencia de los poetas, en este caso de los poetas de lengua española que viven en Canadá, ya que les ha dado una vinculación casi instantánea con el país o región de origen en la esfera virtual, poniendo el contacto al ciberpoeta con sus congéneres poetas, amigos y enemigos.
Esta, por así decir, anulación de la distancia y la mediatización, y de alguna manera, de una parte importante de la vivencia y sicología del trasplante, no tan sólo para el poeta, sino para toda migración, o extrañamiento, se ve ayudada por el surgimiento, también bastante reciente, de la tarjeta de llamada telefónica y la televisión vía satélite, que han cambiado fundamentalmente la realidad de la inmigración o el exilio. Se puede dar el caso de una persona, poeta o no, que vive y trabaja en un país, pero cuyo entretenimiento, preocupaciones políticas, eventos deportivos, telenovelas y noticias televisivas y gran parte de su interacción social se da ‘a la distancia’. Ayer por la noche veía una película argentina en que un personaje le dice a otro que él no ve cine argentino, y el otro, que es actor, le responde que el no ve realidad argentina.
La comunicación virtual nos ha permitido un grado de reinserción en el ambiente originario. Por ejemplo, la única aparición colectiva en Chile de poetas chilenos radicados en Canadá se hizo inicialmente y hasta no hace mucho, a través de un portal de literatura chilena de gran prestigio internacional y fuertemente combatido por ciertos elementos de la institucionalidad literaria y cultural chilena: Escritores.cl, tarea monumental que sostuvo por unos años el poeta y escritor Ernesto Lánger, en Chile. En general, el acceso a tecnología sofisticada y relativamente barata respecto a los países del así llamado ‘sur’ ha dado una inesperada ventaja a los poetas hispanocanadienses, brindándoles además de la presencia virtual antes mencionada, una posibilidad de gestión cultural respecto al país o la zona de origen, llegando incluso a influir en la distribución del espacio acordado a los autores así llamados ‘del interior’ por la institucionalidad cultural y literaria chilenas de ‘corriente principal’. En este sentido, el sitio Poetas.com, impulsado por el poeta Elías Letelier, no sólo ha logrado la difusión de poesía y artículos comprometidos de poetas latino canadienses, sino de toda Latinoamérica, convirtiéndose en un centro de referencia mundial virtual de los autores progresistas.
Dentro del ejemplo chileno, con el que estoy más familiarizado, pero que se puede hacer extensivo en general, la difusión virtual, por su facilidad de acceso, rapidez, fluidez y frecuente descuido, no es aún considerada al mismo nivel que los textos publicados, y esto se ha puesto de algún modo al servicio de la pugna por espacio entre escritores ‘del interior’ y de la ‘diáspora’. El poeta, académico y periodista virtual Javier Campos, residente en Estados Unidos manifiestaba este problema, afirmando implícitamente su validez general para los escritores chilenos en la así llamada ‘diáspora’.
Pero esta nueva dimensión de la virtualidad ha permitido a los poetas hispano canadienses no sólo salvar la distancia respecto al país de origen, sino la vinculación con otras revistas o portales virtuales de habla hispana existentes en todo el mundo, creando una especie de comunidad virtual que permite toda suerte de proyectos comunes. Como el resto de la comunidad literaria y lectora, los escritores y poetas especialmente desde Canadá, país con alto grado de virtualización y acceso rápido y barato a la red mundial, se han visto obligados a hacer públicas sus opiniones respecto a la guerra –ocupación de Irak, la ejecución y sentencias del régimen de Cuba, etc. Personalmente, nuca había leído tanta declaración de intelectuales, escritores, artistas y poetas. Nunca había tenido antes la oportunidad de expresar mis opiniones políticas y culturales con tanta frecuencia y para un público (virtual en ambos sentidos) tan extenso.
 Asediada por la solicitación de la globalización, que impone formatos, temáticas y sistemas de intercambio, la poesía latinoamericana que se hace en Canadá está en vías de desarrollar un nicho bastante específico en la literatura canadiense. Me atrevería a decir que es la literatura más importante, por su propia abundancia y mérito, después de la literatura en francés y en inglés.
Esto por supuesto, incluye a la poesía, que es el medio de expresión preferido de los autores hispanoamericanos en Canadá, aunque en sí misma carece de otra homogeneidad que no sea la lingüística. Por ejemplo, desde la obsolescencia del discurso literario normativo institucional como la única norma general de la ‘buena’ literatura, las comunidades y los discursos antes marginados se han establecido o han ingresado al ámbito de lo canónico, y han logrado carta de aceptación otros discursos que lindan con la expresión personal ante los avatares de la existencia en un estado de cosas determinado o con el testimonio.
Aparte de un florecimiento de discursos, temáticas, tradiciones y estilos que reproducen el microuniverso latinoamericano en Canadá, patente por ejemplo en la antología Boreal de poesía latinoamericana en Canadá, este fenómeno que confronta a la institucionalidad literaria con formas emergentes, está pasando a ocupar un importan espacio virtual. Pensamos que el nacimiento de este sitio le otorga un rostro con facciones distintivas a esta poesía y escrituras canadienses en español, o hispanohablantes en Canadá, con sus características de ‘nostalgia y presencia’, de alineación y rebeldía, de indigenismo, vanguardia, utopía y compromiso.

Monday, August 10, 2015

Dos textos

Jorge Etcheverry




El testamento de Elizondo


La familia se congregó en el despacho del abogado. Después de casi una hora una secretaria de pelo platinado restregándose las manos informó a los concurrentes, sumidos en la meditación expectante, el aburrimiento y la ansiedad que el abogado Romero, encargado por la firma para el caso no había aparecido esa mañana. Se lo esperaba a las diez pero eran más de las once, eso no lo dijo pero estaba en la mente de los concurrentes. Un joven de cara larga, de terno, consultó su reloj, miró a la niña pero no dijo nada. La familia de Elizondo debía esperar o ausentarse de la firma, abandonar el despacho. La natural inquietud de los concurrentes, la nerviosidad de la funcionaria de la firma, una de las más prestigiosas, indicaban lo inusual e inesperado de la situación. Algunos parientes venidos de otros países no sabían a qué atenerse: ¿era común ese tipo de situación?


De vejeces y metapoesía

Como poema tan ágrafo como injustificado
Fruto de la pluma ininteligible de un dios hipostasiado y personificado
El hado se cierne ocultando los finales de los versos encerrándolos en
marcos tan definitivos como engañadores
Mejor como volutas de un cigarrillo sin forma
Emitidas por una boca inimaginable
Pero otra vez estamos personificando
Así como agnósticos contemporáneos y ya calmos de las necesidades
corporales—en general
Titilando al borde de la extinción corporal que se perfila en el vacío de
los sueños
El poeta viejo intenta delinear la figura del universo

Las neuronas menguantes no ayudan
Sin embargo sin mayor esfuerzo las dualidades
Se abren como piernas variadas otrora
El centro vellosos el tao
Y se dice tomándose el  último trago
Encendiendo el último cigarro de la noche
Esta visión machista del universo nos acompañará hasta el último
Ya estamos muy viejos
Y quizás los gerundios nos seguirán penando
Hasta el final

Tuesday, July 28, 2015

DIÁLOGO (POESÍA A DOS COLORES DE VOZ. ELLA. ÉL.)



Alina Velazco-Ramos

 

Tú eres tu mejor y tu peor juez.

Tú eres mi mejor y peor conciencia.

Tú eres mi mejor y peor amante.

Tú eres mi mejor y peor ausencia.

Tú eres mi mejor amiga.

Tú no quieres ser mi amor.

Tú eres mi amor improbable.

Y tú mi amor inalcanzable.

Eres mi amor imposible.

Posiblemente algún día.

Posiblemente hasta dos…  

¿Es cierto, es real?

Nunca te he dado esperanzas sin sentido.

Solo nos queda aguardar, iniciar la cuenta regresiva.

Vivir sin límites, sin prejuicios, casi sin esperanza ese par de días.

Solo hedonismo.

Entre tú y yo.

Sin tiempo.

Sin lugar.

Solo piel.

Solo besos, humedades y ¿Llanto?

Nunca, excepto el de mi sexo.  

Y el del mío también.

¿Entonces es un trato?

Sí.

Nuestro breve tango en París.

¿Con mantequilla incluida?

Con todos tus sueños y fantasias

Monday, June 15, 2015

DE LA VANGUARDIA A LA ANTIPOESÍA: LOS PREMIOS DEL ALBA VOLANTE

El Alba Volante, básicamente un blog, pero también un presunto sub sello editorial de La cita trunca, con sede en Ottawa, Canadá, decidió, cuando los medios y la oportunidad se dieran, instaurar un premio a diversas concreciones de la poesía en castellano. Este premio, que se quiere y se pretende anual—sujeto a los medios disponibles, como se decía, y que carece de apoyo institucional, ha discernido hasta ahora dos instancias, la primera a la poesía de vanguardia y la segunda a la antipoesía. Puede resultar curioso este ir de la vanguardia a la antipoesía. En una nota del artículo de Salvador Galán Moreu Antipoesía e ironía: una introducción (Universidad Autónoma de Madrid) se registra esta supuesta contradicción mía, “…Son numerosas las voces significativas que lo proponen para el Nobel. Es el caso del también chileno Jorge Etcheverry perteneciente a la escuela de Santiago, hornada literaria surgida en los años 60 y antiparrista declarada, que expone sus razones en el artículo “Por qué Parra, por qué ahora”, incluido en la revista la cita Trunca Ottawa Editorial Poetas Antiimperialistas de América el 22 de Septiembre de 2005 y consultado en el sitio web:http://etcheverry.info/hoja/catastro/notas/article_272.shtml. Esto porque si bien en la actualidad la poesía cumple un importante papel en la manifestación de lo que podríamos llamar el consenso humanista, las formas de poesía que tienden a revitalizar y transformar el lenguaje y la perspectiva poética permiten la continua renovación del género. Esto debido a que la reiteración, fundamental para que exista comunicación—ha crecido sustancialmente con las tecnologías de información y comunicaciones, especialmente la internet—amenazando más que antes convertir a la poesía—como pasa con todas las expresiones literarias—en un muestrario de clichés y lugares comunes, haciéndola perder su eficacia y convertirse en una simple reafirmación de las convicciones del grupo que las emite, cuyas convicciones y estética consolida, lo que es importante, pero de lo que no trasciende hacia otros posibles lectores o escuchas. Por otro lado, las compilaciones y premios temáticos son abundantes, y por eso hasta ahora hemos preferido las maneras o estilos, antes que los contenidos. Esto puede cambiar en el futuro y estamos barajando posibilidades para un tercer torneo, que podrían ser el texto intergenérico, o, si se tratara de contenido, la poesía femenina, ambiental, de resistencia o revolucionaria, en fin alguno de los elementos temáticos que juegan un papel en el proceso actual de axiologización acentuada de la poesía. En fin, en el intertanto les damos a conocer a los lectores los ganadores de las dos versiones de este premio hasta ahora, que no han estado ausentes de polémica,  cuya aceptación ha sido masiva y que se realiza exclusivamente por medio de la internet.
Premio del primer concurso de poesía en castellano Alba Volante: La vanguardia
La maquinaria de los pájaros
Poemas destacados del concurso de poesía de vanguardia Alba volante
Lista de poemas destacados

Premio del segundo concurso de poesía en castellano Alba Volante: La antipoesía
Variaciones sobre el tema

(de la revista Qantati)

Wednesday, April 15, 2015

El falso profeta

 Jorge Etcheverry                                                               

                                                                             VII


Faltándome el financiamiento rastreable y el oculto del falso profeta, abandonado por ex partidarios en su mayor parte por problemas de vejez, enfermedad o falta de interés, me dejaba caer a eso de las doce a un mall nuevo que hicieron hace poco donde comía muestras de pan, chips, galletas, y cubitos de frutas como piña y sandía, incluso torrejas de diversos tipos de salchicha o chorizo o minialbóndiga (meat balls). A unas doce cuadras hay un supermercado donde pude degustar espárragos envueltos en tocino, un par de camarones en una salsa, un guiso de salmón. Pero eso está vedado para el tipo o la mujer de la calle de corriente principal (mainstream), con sus prendan que no armonizan, su mirada extraviada—muchos de ellos enfermos mentales lanzados a las calles para que el sistema ahorre en internación y tratamiento. Con (casi) remordimiento me dirijo a un café para pensar o anotar los próximos pasos a seguir en esta impenitente cruzada, nombre que adopto del lenguaje común dejando afuera las connotaciones religiosas
Los pájaros se levantan desde el cauce de ríos medio congelados que atraviesan esta conglomeración urbana, no por designio arquitectónico sino por la testarudez de la niña esta, la natura y esbozan sus círculos que para un espectador son casuales, pero que encierran en esas máquinas aparentemente endebles—sino cómo se pueden remontar así, como si tal cosa—pero diseñadas con una obsesiva minuciosidad. Eso si uno fuera de ese lote que cree que algún dios allá arriba diseño y armó todo este asunto. Pero no es el caso nuestro
Nuestros antepasados prevascos cuyo reconocimiento como el pueblo originario de Europa causaría dolores de cabeza a investigadores, centros universitarios, think tanks en la Comunidad Europea, Norteamérica, etc. llamaban a esa niña a que nos referíamos Mari, en un pobre ejemplo de adoptar un nombre de la lengua de los conquistadores godos, para ver si los dejaban tranquilos. Pero no somos antropólogos ni etnólogos ni estamos adscritos a una universidad. Dios (que no existe) nos libre

Saturday, April 4, 2015

Nota de lectura de “Bíblica” de Géyser López

Jorge Etcheverry

Pese a la presencia de nuevas y pujantes tendencias en la poesía en castellano (que en realidad ahora se llama español), como la antipoesía o la cronipoesía, o la poesía que es  la expresión de las condiciones socioculturales de su surgimiento, tendencias sexuales, origen étnico, afiliación religiosa o compromiso político, se puede decir que la poesía lírica todavía reina—casi—indiscutida. Pero—como en el caso de este poemario—le es necesario mantener un nivel alto de escritura para destacarse en el  abigarrado universo poético actual. No hace mucho y dentro de su discurso del día de su asunción del cargo, el presidente Vázquez (de Uruguay) dijo que “la cultura, sin duda, es un territorio de libertad, un lugar de encuentro democrático, un espacio para la creación colectiva y permanente de valores, de principios y de identidad de una sociedad.” Así en estos tiempos convulsos y que pueden señalar el alumbramiento de  nueva era o la apertura de la fosa de la humanidad, la poesía crece y se multiplica en asociaciones mundiales de sus cultores y amantes y se intenta establecer redes de hermandad y preservación de los valores humanos utilizando los nuevos medios de comunicación.. Valga este preámbulo para señalar cómo se ubica en este contexto la obra de este poeta. Predominantemente líricas, la poesía—y la prosa poética del autor incluidas en este libro—son  muestra acabada y cuidada de poesía lírica, con un dejo existencial profundo. Si nos fijamos en algunos elementos de contenido, veremos que en este libro hay  versión muy singular de la rica y larga tradición del libro de poemas que rescata, rememora, discierne la experiencia y restaña el dolor del amor. El prójimo, el otro (la otra) es un tema central en este poemario, y ya aparece en el primer poema. Se trata de  relación, suponemos rica pero ya perdida, desde un presente rememorativo que nos introduce al poemario:


Quise pensar que a posterior
sería  especie
de amitié déguisée,
reflexión tonta,
supongo,
pero esa tentativa
conjugó todas mis gravedades.

 
El carácter como proyecto pone a este libro en la tradición que combina la lo numinoso con lo sentimental/erótico, de Juan de la Cruz o Teresa de Ávila, que proporciona un marco de tradición para un tipo de lectura y que se anuncia en el título, la dedicatoria y el primer epígrafe, pero tan solo eso, ya que aquí la temática se despliega hacia caminos muy especiales y ambiguos. Así, los epígrafes bíblicos, los aspectos escriturales o de discurso o la atmósfera profética presentes en el texto aluden a  esa trascendencia, combinada con o manifestada en el elemento erótico y sentimental, que raramente llega a lo carnal, y que cuando lo hace se reviste de  una ambigüedad que da profundidad connotativa al texto. Lo espiritual se combina con lo cotidiano y anecdótico, y ¿Por qué no? con el elemento  voyerista y la culpa. La imprecisión con que se entregan  vistazos o esguinces abre a la vez  todo un abanico de posibilidades insinuadas que instauran el marco o telón de fondo donde se instala o despliega esta poesía de lenguaje acotado. A lo largo del libro se siguen y entrelazan las alternativas y mutaciones del amor, en sus aspectos negativos y positivos:

 
A escondidas te observaba
con mis peores ojos
para que el ejercicio fuese
hermosa
manera de indignarte. (p.4)

 

como decíamos la trascendencia es explícitamente numinosa y se inscribe en sus referencias culturales en la tradición bíblica judeo cristiana, cuya divinidad en definitiva soporta este universo reflejo:


 Si Dios no hubiese inventado la mar
ni el sol,
en aquella ancha angostura de tierra,
nunca el azar nos hubiese elegido”. (p.26)

 

Hay ecos que se resuelven en esta versión de la Rosa de Sharón que es la amada. El texto se construye como  confesión que introduce a un interlocutor a quien se dirige el poema—porque pensamos que se trata de un poema largo-- y que le permite estructurarlo. Este privilegiado interlocutor puede ser divino y a veces adopta la faz de la interlocutora, o de la escritura misma: “Yo confieso ante el papel todo poderoso y ante ustedes hermanos que he pecado mucho. (p.16)—o la insinúa—o la de un alter ego:

Confiésame --juro no hablar—si ya en la Creación lo pensaste; dejarme sin cambio para que ella bajo el inhóspito aguacero me observara  tarde de noviembre mientras rebuscaba en su bolso las tres monedas que me faltaban” (p. 6)

Ahora entiéndeme: yo no quiero luz ajena.  Solo la tuya pero a través de ella.”(p.11)

Esto además siguiendo o agregando a otra tradición, la de un cierto romanticismo, la de la mujer como “el reposo del guerrero”, el amor que es también la droga que permite el escape de la opresiva, repetitiva y gris cotidianidad:

“Por qué el televisor sin energía y obligarme a salir de mis muebles tan acomodados. Por qué el minuto de verla en su esquina secándose furtivamente los pechos y luego observarme con sus dos bolas hambrientas de selva” (p. 6)

Pero el hechizo de la droga se convierte inevitablemente en hábito y se subsume en lo cotidiano, la novedad se gasta, el milagro se cotidianiza:


Te veo y me asfixian estas 
ganas terribles
de repararte…..
Seamos primos.
Y complazcámonos
en la estulticia,
en la sempiterna estupidez
de ser primos para siempre”.  (p.8)


aún queda la memoria que a la vez que selecciona, rescata y condena

 

“…te extrañé tanto
que busqué el libro que me leíste
y al abrirlo,
empecé a besarlo
por toda sus esquinas”. (p.12)

 
también aparecen los motivos de la no consumación y la culpa que se anuncian como otras hebras en la experiencia de lectura de este libro:


 “Pero queda aún el rédito de imaginar, hoy, en nuestros aposentos distantes y cagados, en nuestra perentoria vejez, que esas grietas moradas sobre esa boca tuya y que ya no te sirve, las produjo nuestro pacto inconcluso. Fue la firma de eso que jamás tuvo lugar en tus labios:

mis dientes”. (p.16)

 

El reconocimiento de sí en la mirada del otro— o la otra, interlocutores privilegiados por un acto arbitrario o las circunstancias, pero también encarnación de una voluntad  y existencia superior, quizás ese mismo interlocutor privilegiado a quien se dirige la confesión que este poema, y que esboza para el emisor poético mismo, la imagen de sí mismo, su única posibilidad de autoconocimiento:


“Yo también nací, aunque no lo creas. Fui pequeño, inquieto, redondo” (p.21), o


“Hallé mi silueta
en el inmenso lago
de tu pupila”. (p.17)

 
y en otro ejemplo: “Yo también nací, aunque no lo creas. Fui pequeño, inquieto, redondo. Tuve tus miembros.” (p. 21)


Pero este proceso de la mirada entrega también el reflejo del otro (la otra): “Desde que naciste, te has estado muriendo. Llegó el momento de arrojarme tu último grito y blandirme la cara como esas tormentas que doblan en C el metal de los semáforos. Firma. Firma aquí en mis ojos, en estos bolsillos que de ti se engordan por última vez” (p.24) Este proceso—de espejos—culmina en el poema final, diálogo entre el poeta y  la interlocutora, en que ella asume finalmente una voz asume una voz:


Sí, yo;
la que pensé
que lo era todo; (P. 32)

 

queda la defensa de la memoria y la salvaguarda—de los hechos, de unos mismo—quizás no resignada y quizás condenada a la disminución, al polvo que paulatinamente oculta y esencializa los monumentos:


Yo viviré aquí
como  línea larga
que todo lo soporta.
                                                             Muscularé tu espíritu,                
defenderé
tu casa si alguna vez
el moho desobedece.” (p.19)


Luego de estos atisbos, volvamos un poco al inicio de esta nota. Alguna vez Sartre escribió que lo que separa a la poesía de la prosa es la materialidad del lenguaje, ya que en esta última el lenguaje desaparece para dar lugar al contenido. Pero el contenido en la poesía contemporánea con sus exigencias de comunicación de contenidos para proclamar y compartir de manera inmediata, hace que la poesía sea por así decirlo menos densa lingüísticamente. No e el cao de este texto, a veces difícil y lleno de claves, sucinto y apretado cuya lectura constituye un desafío.


Ottawa-2015

 

 



 
 
 
 

 
 

 

 

Thursday, April 2, 2015

Mari

Jorge Etcheverry

Te escapas para luego aparecer en el ángulo de alguna esquina insospechada, cuando íbamos a comprar el diario que todavía leemos en versión impresa cuando nos tomamos un café. Nunca tuve tu número. Después, hace poco, me lo diste, pero ya no hay teléfonos públicos y todos menos yo andan con celulares. Si me paro a ver algo en algún escaparate creo verte que miras por encima del hombro. Me doy vuelta. Ya no estás. O era otra persona, a veces ni siquiera una mujer

No te escondas para vivir en ese cerro ni en ningún otro. Sale aunque sea sólo por la noche para peinarte la cabellera, para alumbrarlo todo con tus ojos de esmeralda. No te ostentarás en escudos, yelmos ni tapices. Tus damas de compañía iluminarán innúmeras noches con sus cuerpos ardiendo

 Inasible te urdes en torno a ti misma como una trenza rapunceliana, como una doble cadena cromosómica, cuyas hélices abarcan los tiempos verbales pasados y futuros de esa lengua enrevesada que a estas alturas ya no me será dado aprender ni menos ejercitar en los trabajos y los días
 Otros nombres más nuevos, otras consejas te darán otro rostro y te inscribirán en las estelas. Hijas tuyas que a lo mejor te ignoran. No así yo que te presiento. En estas ciudades de ahora creo incluso verte

Tuesday, March 17, 2015

El falso profeta V

Jorge Etcheverry

El horror que se despliega se expresa con una sintaxis de crucifixiones decapitaciones. Se llena de tierra lentamente la boca de los enterrados vivos. Todo un hemisferio se apresta a decorar su versión de la economía de mercado con las babas sangrientas de una boa que a lo mejor se agazapa en lo que se llamaba inconsciente colectivo. La mueca sardónica del dios de turno bebe torrentes de sangre mientras sus sacerdotes recitan los mantras sagrados ebrios de la exaltación del aniquilamiento. Esas eran las parareflexiones que me agitaban la mente cuando minuciosamente y al nivel de mis escasas posibilidades reconstruía los pasos del falso profeta. Los sueños inconfesados de millones de personas normales se alimentaban en las fogatas humanas. El sangramiento de una mujer cuya sangre era recogida en un balde. Las ejecuciones colectivas de los narcos se aliaban con las inmolaciones rituales bajo el palio de la conciencia del espectador semiadormecido con la vista fija en su tableta

Thursday, March 12, 2015

Trenzar.

Nieves Fuenzalida

Trenzar.

El amor trenzó
mi piel con tu piel
y la piel del amanecer.
A la trenza la encintó
con un arcoiris
que salió de los rocíos
de lluvias que lanzaba
la vida escondida
detrás de narrativas
de ontologías metafísicas.

Nieves.
11 de Marzo del 2015, Ottawa, Ontario.

Monday, February 9, 2015

El falso profeta IV

Jorge Etcheverry Arcaya

Dime cuenta entonces  que estaba desbrujuleado, que por seguir de la mejor manera posible mis impulsos, llevando por esa noción  en la que esa cosa de la vitalidad, de los instintos, de obedecer  a eso que se llama el inconsciente que nos penaba antes cuando la razón era ama y señora me lancé a escribir y a vivir en consonancia, una cierta cosa, en realidad no existía la vanguardia, no había existido nunca, se trataba de poder captar lo que estaba latiendo en los tropismos de todo un género, una especie, que ahora parecía que por fin se estaba encaminando a su extinción. Es que con un poqueque de masoquismo caído, con un ojo siempre puesto en la fuente de los morlacos, las menciones en artículos, las críticas donde convenía , pero al mismo tiempo haciendo sus numeritos, tomando, botándose a la bohemia para hacerse atractivos, los poetas estaban con el ojo al charqui para ver que podían sacar de todo esto.

A eso no me ayudaba mi capacidad de meterme en toda clase de líos, ya sea de mujeres—debo reconocer que soy positivamente hetero—políticos, incluso cargando fierros cuando se suponía que había que cargarlos—y salir más o menos indemne hasta la otra vuelta, mientras mis coetáneos con menos dotes genéticas y un poco más lentos de sesera, o más vivarachos terminaban ya sea en la tumba o en las academias, con un buen pasar y con los galardones de las pasadas aventurillas para engalanar sus currículums

Llegado a la edad en que ya se avizora la mina definitiva, la muerte que se sigue representando a la femenina, con vestido largo y negro, delgadita decidí que había que buscar la madre del cordero, total los otros ya se estaban jubilando de las pegas y ya no podían  tirar como antes, tomar como antes, incluso comer como antes se convertían en otros viejos como los otros más dejados de la mano de dios, con las mismas limitaciones y traban de que les reconocieran el bolichito que se habían armado,  los despelotes en que se habían metido, para ver si se les concedía un lugarcito en los libros de historia.

Algunos rememoraban con ternura, con lágrimas en los ojos, las andanzas juveniles y parecían querer decir que eran los mismos de antes, de los años bravos, pero no nos convencían y no se convencían ellos tampoco, pero nosotros, por nuestra parte y a medida de nuestras limitaciones, estábamos en las mismas

Tuesday, January 27, 2015

Una antología con bemoles

una crónica del abuelo

Hace tiempo que Jorge me viene pidiendo que escriba una crónica, que no desaparezca del mapa así como así, pero lo que creo es que le están faltando colaboradores para su página, además de que yo propiamente no hago crónicas, en general muy delimitaditas y que versan sobre los temas de moda, los problemas de actualidad, lo que está pasando, las más serían pseudo o a para crónicas. Y a lo que iba, la moda de los cafés con conexión WiFi ha resultado, personalmente hablando, un gran avance tecnológico, hasta tengo una tableta, entonces me puedo pasar un buen rato frente a un decaf, como todas esa niñas y jóvenes, algunos ya no tanto, pero yo por lo menos tengo la precaución de vestirme más o menos decente, lo que me da un aire muy respetable. Un día que estaba comprando pan, otro cliente me dijo que me parecía a Christopher Plummer. Debo aclarar que estoy cortando el trago y los cigarros, a mi edad hay que hacerlo, me dijo mi doctor en mi último chequeo, no es que me haya encontrado nada, pero me dio una lista de exámenes que creo que no me voy a hacer, total, de algo hay que morirse. Total, dicen que los buenos mueren jóvenes y soy más o menos, como decían en  mi tierra de origen, ni chicha ni limonada. Los años pasan, Guagua al fin se consiguió un tenior en la universidad, y echó de la casa al vago con que se había arrejuntado. Enseña en el departamento de Woman Studies, pero la rara vez que se junta conmigo, aquí mismo, en este café, se le nota un poco  en los ademanes el pasado no tan bien enterrado de striptisera. Pero bueno, parece que se me volvió a salir el yoísmo, que mantengo bien guardado cuando la gente que no sé porqué siempre habla conmigo de sus problemas cae a mis diversas picadas. Para la exportación tengo la reputación de ser un tipo muy comprensivo, que escucha a los demás, pero sospecho que esta actitud es más bien para ir juntando material para estas crónicas que nunca verán la luz en forma de libro. Y es por eso que ahora estoy en este café en lugar de en el bar en que me junté con ese fulano al que Guagua le había hablado de mí y del que ahora me ando corriendo su poco y esa es la verdad de la milanesa, como dicen los cuyanos, para venir a dar a esta lata de café.
Y resulta que se trata de un proyecto en un principio de bastante buen lejos que tiene este poeta y editor que viajó especialmente de Toronto, para hablar con otra gente que corta más queso que yo, que en realidad no corto ninguno, pero que por si las moscas se juntó conmigo para hablarme de su proyecto de antología. Para mi desazón y secretos celos, venía acompañado de la Phyllis Phillmore, que en su momento y años atrás fuera conocida en el tablado como Guagua L’amore. Ella le había exaltado mis virtudes por cuenta propia y lo había convencido que viniera a verme, contándole quizás qué historia sobre mis posibles recursos, mi inventado interés y mis inexistentes conexiones.  El colega (porque alguna vez yo también me las he dado de editor), me expuso su problema: estaban saliendo muchas otras editoriales chicas, de gente más joven, más al tanto, más dinámica; se multiplicaban las posibilidades de imprimir bajo demanda, cualquier cantidad de libros; el asunto del internet para la difusión, los libros electrónicos, estaban poniendo de lado a muchas editoriales pequeñas y medianas, como la suya. La única manera de saltar de nuevo a la palestra era publicar algo visible, que él pensaba era LA ANTOLOGÍA, abierta, pero invitando a nombres más o menos conocidos, a autores que a su vez tuvieran sus redes de contacto propias, para la difusión, que tuvieran a alto nivel sus amigotes, sus arreglines.
—Bueno, ¿y qué tema tienes pensado?—
“mira, el tema es lo de menos, cualquier tema, ahora están por ejemplo las cosas relacionadas con el medio ambiente, la paz, los derechos de las mujeres, su poesía, los pueblos indígenas, la cosa del Medio Oriente, aunque lo palestino está muy parqueado, creo que eso es lo que está sonando más ahora”
—Pero mira, eso está re hecho, además para que se note, habría que conseguirse algunos nombres famosos, para eso se necesita guita, o contactos políticos, institucionales gordos, además  de que es difícil que quieran participar en una editorial chica, que no conoce casi nadie, sin ofender—
“No, si no me ofendo, de eso se trata pues cumpa, de que quiero tirar esto pa’arriba de una vez, o todo o nada, estoy aburrido de andar mascando lauchas con esta editorial ratona, perdonando la redundancia”
—Mira, eso de la editorial desconocida que se apunta el tremendo poroto y empieza a vender como pan caliente, a salir en las noticias, son puros cuentos. No te niego que a lo mejor pase, es teóricamente posible que alguno o alguna de los antologados jóvenes, que se inician, o que están empezando, se llegue  a convertir en un pescado gordo y entonces se va a decir que empezó a publicar en una oscura editorial, etc. (y ahí viene el nombre de la tuya), pero para entonces tú (y yo) vamos a estar re muertos. A lo mejor el diablo o el tatita dios nos llegan con la noticia en el otro mundo, si existe, o mejor, una de las cuarentaytantas vírgenes del otro paraíso ese que está de moda, pero que si nos morimos de viejos no nos van a servir de mucho tampoco—
“La revolución, entonces, ese tema está de actualidad, en Europa del este, en el Medio Oriente, en América Latina, donde mires, el capitalismo está en crisis en todo el mundo, ¿o no?. Vamos a recibir montones de colaboraciones, de todo el mundo, entre nosotros, podemos leer y traducir más o menos por lo menos del inglés, el francés, a mí si me apuran, desde el portugués y el italiano”
—Oye, pero de qué revolución me estás hablando, de los conflictos nacionales, étnicos, religiosos, que están en alza por todas partes, pero una revolución en el sentido estricto dónde, la única parte en que se están produciendo cambios graduales que apuntan un poco a modificar a lo que se llama “modo de producción” capitalista, es en América Latina, un proceso que pese a ser diferido e incierto, está produciendo algunos cambios en el patrón capitalista global, pero ahí nos metemos en problemas, porque ya es una cosa más de base, y más peligrosa para el sistema, que todas estas revoluciones étnicas, culturales, nacionalistas, religiosas, que no parecen alterar esa cosa de manual de estudios marxistas que se llaman las “relaciones de producción”, es decir el sistema capitalista que está vigente en todo el mundo sin importar religiones, razas, continentes, etc., y que tiene algunas mejoras hacia lo colectivo, como decía, en algunos países de América Latina, con la excepción de Cuba, por supuesto, que hasta ahora ha estado más cerca del socialismo real que esos países del este y centro de Europa que colapsaron hace unas décadas, y que prefiero llamar socialismo fáctico y no socialismo real, como se estila, porque de socialismo real tenían poco. Si planteamos hacer una antología con ese tipo de revolución a la clásica, la revolución socialista de carlitos, el pelao Lenín, el barbas de chivo Trotzky, nos van a llover piedras desde todos lados, de todos continentes, no te creas—. Entonces no solo no va a haber interés, a no ser que sea ese tipo de interés que es mejor no despertar, tú sabes a lo que me refiero—
Pero metido en esta perorata, con la cabeza caliente y hablando bastante fuerte, lo que provocó la  inquietud o la censura de algunos de las mesas vecinas que se medio dieron vuelta para mirar a la de nosotros, no me había dado cuenta de que alguien se había sentado, el pelo blanco y abundante, no como el mío, no como el mío, ralo y casi inexistente en la parte superior de la cabeza. Era el poeta Patrick Phillmore, el primo de la Phyllis, es decir Guagua, que tiene mi edad pero es más delgado, más alto y no tiene guata, además de ser gringo, claro. Y como mencionaba, tiene más pelo. Seguramente ella le había dicho que nos íbamos a juntar.
Y claro, empezó a hablar con su castellano machacado, y se lanzó en una perorata, sin siquiera escuchar, parece de lo que estábamos hablando, o agarró sólo esa parte de lo que yo estaba diciendo de la revolución, porque dijo algo más o menos así, que paso a transcribir, hasta donde yo pude entender:
“Ya se acabó el nacionalismo biológico, más adecuado para los nazis del siglo pasado. Es la hora de encarar al socialismo como el único sistema de gestión para salvar al hombre y al planeta. Ningún pueblo debe tener derecho a ninguna tierra, solo a administrar una parte de la naturaleza, y con un sistema social y político socialista y medio ambiental. No importa quién lo lleve  a cabo. Si Palestina adopta la faz de un estado teocrático y fundamentalista islámico, entonces que sea un país no aportará nada a la salvación de la tierra. Si los israelitas manejan mejor el medio ambiente, que lo hagan ellos. La meta universal debe ser la única que garantiza la supervivencia de la raza humana sobre el planeta, un socialismo universal, multiétnico, multicultural y laico, ambientalista, que controla la totalidad del interfaz entre hombre, medio ambiente y se rige por el principio de la Stasis: 0 desarrollo económico, 0 aumento de la población. Solo los pasos que conduzcan hacia allá son revolucionarios, todo lo demás es reaccionario”.
Así pude constatar que seguía pegado con la teoría de la estasis del descreditado Robert Leach, y que el otro compadre lo miraba con tamaños ojos. Con una sabiduría, o mejor astucia, ganada por años en este tipo de situaciones lo interrumpí: “hola, parece que ustedes no se conocen, Patrick Phillmore, Edgardo Sapiaín”, los presenté y les dije, dándoles sendas palmadas en la espalda, mientras me ponía de pié sin darles tiempo a reaccionar: “huuy, me tengo que ir volando”, mientras miraba mi reloj y me guardada con la otra mano la tableta en el bolsillo de la chaqueta. “Tengo una cita con el dentista. Los dejo aquí conversando” Y así lo hice.

 

 

Saturday, January 17, 2015

Doppelgangers

Jorge Etcheverry Arcaya

Miro hacia la calle acodado en la baranda del balcón, ella adentro se atarea en la cocina con unos trastos, su hija baja unas fotos en la computadora y el gato se refriega  contra mis piernas en un paréntesis de su eterna siesta,  elementos de esa vida en última instancia apacible que se deja escurrir día tras día y que ofrece la ilusión—o la verdad—de un envejecimiento suave, con las viejas series por fortuna repitiéndose en la tele, gracias a esos canales nuevos en el paquete. Los mismos libros con hojas gastadas a fuerza de la repetida lectura. La chaqueta de cuero acumula polvo en el closet, sobre todo en esos aditamentos, bolsillitos, botones de cobre, el vistoso cierre relámpago, unas hebillas—chaqueta de roto, como se decía en mi país. Frente a mí se abre un cielo malva, los árboles muestran esa variedad de colores del otoño de estas latitudes, que si uno los viera en una tarjeta postal, creería que son mentira. Y las veo que avanzan, pasan debajo del balcón y se alejan calle abajo cuando por fin termino de reconocerlas, la madre, con su pelo rojo, seguramente teñida, las faldas amplias del tono de las hojas secas, tacones altos, la hija garbosa, de un negro gótico que acentúa sus rasgos exóticos, su abundante cabellera azabache, y ese perro que conduce, airoso y feral, con un collar de metal reluciente. Son ellas, que avanzan intrépidas hacia la noche que se anuncia y me pregunto con pavor, ¿con quién entonces he estado viviendo esta vida amablemente adormecida, durante estos años?

Tuesday, January 13, 2015

Poemas de Antología Esencial II, Publicada en España en 2014

Ulises Varsovia

 
 
Circo

 

Cuando llegó el circo a La Campana,

e hinchó su enorme carpa en el viento,

sostenida por dos enormes mástiles,

en cuyo interior el entramado

de horizontales tablas ofrecía

un sitio de honor para las nalgas,

 

cuando llegó el circo a La Campana,

salieron de sus escondrijos

los díscolos y audaces arrapiezos,

con la cara sucia y la honda colgando,

euforicos en la algarabía

como una turba de apaches gritando.

 

Ya salen a la pista los payasos,

ya fascinan los malabaristas

al público con sus prodigios,

ya ejecutan el salto mortal

en el sumo silencio los gimnastas,

ya vuelan ligeros por el aire

como los primates los trapecistas,

ya danza como una ballerina

la equilibrista en la cuerda floja.

 

Baila, rubia semidesnuda,

tu electrizante danza erótica,

cimbra enloquecedora las caderas,

encabrita tus abultados senos,

y mueve el culo en un ritmo febril

atragantándonos de regocijo..

 

Y ahora, silencio, que Campuzano

saldrá al centro de la pista, a saltitos,

y anunciará, con su voz de eunuco,

señoras y señores el final

del espectáculo de esta tarde.

 

(¡Esperad, no desarméis la carpa,

no desamarréis el entablado,

no desmanteléis la cuerda floja,

no os vayáis, no me dejéis solo,

abandonado en aquella infancia !)

 

 

Cantar

 

Oh cantar por toda una eternidad,

oh estallar de repente en sílabas

castalienses, saltar en millones

de luciérnagas, briznas o chispas

de luz astral, de luz intempestiva,

de luz que el mismo metal que la lira,

transformarme en una nebulosa

de millones de notas del canto,

 

oh dormirme de pronto en mitad

del canto, dormirme para siempre,

y quedar para siempre despierto,

sentirme declamar, extasiado,

refulgente de fulgor olímpico,

de fulgor délfico, de fuego pítico,

 

oh rasguear y rasguear con mis dedos

el arpa eólica, las finas cuerdas

interconectadas del firmamento,

el inalámbrico instrumento acústico

tendido a través de las estrellas,

comunicándolas con el universo,

 

oh sacudir la cabellera

de los grandes bosques planetarios,

soplar con mis labios en éxtasis

a través de sus intersticios,

arrancarles melodía eólica,

melodía silvestre, melodía,

 

oh correr cantando por los ríos,

correr por el Nilo, por el Éufrates,

por el Rin, el Támesis, el Tajo,

por el Missisipi, el Bío-Bío,

por el Ganges, por el Amazonas,

el Danubio, el Dnieper, el Yang-Tse,

 

oh morirme de pronto empuñando

la cítara con mis dos manos,

y dejar mi numen temblando

en sus cuerdas, sin extinguirse,

cantando hasta el fin de los tiempos.

 

 

En algún cerro

 

En algún cerro de Valparaíso

un trozo de terreno espera a por ti,

un solar llevará tus iniciales.

 

Sobre él edificarás tu casa,

sobre él darás morada a tus huesos,

y cuando desde el océano en ira

aúllen sobre el Puerto las tormentas,

tú subirás al puente de mando

y sostendrás el timón en tus manos,

tú llevarás a la nave por entre

arrecifes, escollos y estrechos,

por entre el furor de los elementos.

 

En algún cerro de Valparaíso

tomarás posesión de la tierra,

la medirás a grandes zancadas,

la cercarás con eucaliptus fresco,

pondrás en ella piedra sobre piedra.

 

Con tus propias manos la erigirás,

con tus propias manos la harás tu hogar,

y en cada habitación de espacio

cautivo de la arquitectura,

dormirás oyendo al océano

arrullar tu sueño con sus ninfas.

 

¿En dónde edificaré mi casa,

en cuál de los cerros carcomidos

por el soplo oceánico del viento,

en cuál de los cerros suspendidos,

en cuál de los cerros patrimoniales ?

 

¿Será en el populoso Cordillera,

será en el Mariposa florido,

serán en Playa Ancha de húmedos sonidos,

será en el Barón de vieja raigambre,

o en los promontorios del Placeres ?

 

¿Edificaré, cerro Concepción,

sobre tus espaldas mi morada,

o la erigiré en el cerro La Cruz,

o en los vericuetos del Yungay,

o en las alturas del Santo Domingo?

 

En algún cerro de Valparaíso

clavaré mi estandarte de niebla,

y con eucaliptus fragante

elevaré mi nido en el viento,

haré por fin una casa final,

daré hogar a mis huesos errantes.

 

Frente al mar, amor, donde las olas

mecerán mi sueño vagabundo,

y dormiré, Claire, bajo los astros,

en el agua maternal que me llama.

 

 

Agua materna

 

Difícil la percepción del latido

del agua materna en las raíces,

cuando ya la boca adiós al pezón,

y la mala leche fluyendo

a raudales desde el exilio,

apagando los fuegos filiales.

 

Tarde ya cuando el mismo varón

reanudándose en el parentesco,

y tendido junto a un cuerpo joven

erguido en sus cúpulas fragantes,

de pronto el mismo aroma filial,

la misma ansiedad reconocida.

 

Desde ese instante volver, o, mejor,                                                                                                                                               insistir en la antigua tentativa,

acercando con furor los labios

a la vertiente de la identidad.

 

Interferencias, sin embargo,

de alguien parecido a tu fruición

libando en la fuente de la hoguera,

y el latido como ahogándose,

perdiendo en el rencor su intensidad.

 

Difícil, pues, la percepción,

cuando los cuerpos paralelos,

y ya el aroma disgregándose,

el agua materna interrumpida.

 

 

Música astral

 

Música de instrumentos siderales,

música de esferas y de planetas

fluyendo en la partitura de un orden

de inquebrantables leyes de piedra,

sonando desde el mismo génesis

en el principio de la luz y el tiempo.

 

Como el susurro de divinos labios

de vírgenes cautivas en el Partenón,

o como el fluir de olímpicas linfas

a través de la lira de Morfeo,

¡grandiosa, Universo, tu arquitectura

de sublimes notas equilibradas

en la armonía del cosmos eterno !

 

En ella vamos los seres terrestres

cautivos, y nuestra gran rebeldía

apenas un rasguño en la faz del Padre,

apenas una leve disonancia

en la suma euritmia de las esferas.

 

Un violín inalámbrico, Padre,

tu cascada de indescriptibles notas

derramándose en la casta aurora,

una flauta de apolíneo timbre

el rumor de la brisa en la enramada

pulsada por miles de invisibles dedos,

un oboe de líticos registros

el sonido de la ola quebrándose,

o el crepúsculo de hojas crepitantes.

 

Y la noche pura llena de chispas

desgarrando su materia incombustible,

y las tempestades oceánicas

rugiendo su furor hacia los cielos,

y el aroma de la rosa en sazón,

y el galope del ciervo en el bosque,

y el murmullo del arroyo diáfano…

 

Música de misteriosas cítaras

el planeta todo sacudido

por un rumor de castalienses linfas,

música de instrumentos siderales

el orden perfecto del universo

girando en su movimiento eterno,

música de una sublime armonía

cimentada sobre leyes de piedra.

 

 

Afrodita de Melos

(Venus de Milo)

 

Déjame tocar tu piel y quemarme,

déjame acariciar tu cuerpo

con mi mirada de varón en celo

trepando las gradas de la fiebre,

consumido en tus besos de piedra.

 

Mudo y pasmado estoy en tu presencia,

indestructible ícono de mármol

revoloteando por siglos y milenios

en la conciencia de la humanidad,

en el subconsciente de la idea de arte.

 

En un duro bloque de duro material

te fue a buscar el aprendiz de creador

armado de su soplo de metal,

día tras día y noche tras noche

fue escarbando en los velos del misterio,

y al final de la séptima aurora

emergió tu cuerpo desde la luz

petrificado en su propia belleza.

 

Bella como ninguna diosa

tu forma triunfal semidesnuda,

torcida en la curvatura invicta

donde el pubis esconde su secreto

bajo un follaje de pliegues textiles.

 

Qué importa que tus hermosos brazos

cayeran al pozo de los siglos,

si la turgencia inédita del pecho

eleva sus llamas paralelas,

y corren dos ríos de agua pura

más allá de la sed y de los labios.

 

Sólo al genio griego le fue concedido

arrancar de un frío bloque de materia

un cuerpo de ansiedad inconsumible,

un rostro de olímpicas líneas faciales,

un monumento de mármol y de luz

a la belleza, Afrodita de Melos.

 

 

Ceniciencia

 

En el atardecer de la edad,

con estas palabras cenicientas

detenido frente al otoño,

asumiendo su amarga substancia

de raíces de ruda intemperie,

 

qué decir antes que la mañana

abra su cúpula de tinieblas,

y me descubra la claridad

en mi sitio usurpado a un extraño,

 

qué decir, Claire, en este instante,

con estas palabras vesperales,

antes que el otoño recrudezca

y me cubra de su edad en ruinas.

 

Frente al tránsito de las castañas,

bajo una campana de ceniza,

mi edad en vísperas y enferma,

mi edad detenida y en marcha,

atascada en el engranaje

de estas cenicientas palabras.

 

 

Clepsidra

 

Tal vez rómpase el cristal,

tal vez emerja de la clepsidra

su forma centelleante,

su deslumbrante deidad,

 

y desfallezcamos

mirándola mirarnos,

sintiéndola orbitar

con sus atributos

de etérea divinidad

sobre nosotros,

sobre el pasmo y la atrición.

 

Tal vez sobrevivamos,

tal vez el prodigio

ocurra sin nosotros,

y largos siglos después

regrese a soplarnos

de nuestro ensueño.

 

Tal vez no existamos,

tal vez vino y no encontró,

y sigue esperándonos

en su clepsidra.

 

 

Retrato

 

Durante que sentado

frente a mi retrato,

frente a una extraña imagen

de alguien que con mis rasgos

mirándome estupefacto,

inmóvil en el tiempo…

 

Durante que durando, pues,

con todas mis facultades

adentro de mi cráneo,

y sólo el corazón rebelde

reconociéndose en él,

tocando sus líneas faciales…

 

Él allí suplicando

piedad desde un pasado

ajeno, irreconocible,

él desde allí impetrando

admisión a su orfandad

de hermano suplicante.

 

Y durante que la mañana

sobre mí transcurriendo,

 yo negándolo tres veces,

yo mintiendo sus facciones,

y él observándome huir,

atónito desde el tiempo.

 

 

Cuándo

 

Cuándo, cuándo, Valparaíso,

cuándo, cuándo, puerto querido,

escucharás mi voz cansada

llamarte desde las montañas,

llamarte desde una comarca

de ásperos climas y engendros

gesticulando en torno a mi casa,

 

cuándo, cuándo, ciudad amada,

me enviarás una señal de sal,

una señal de peces y espumas,

una señal de sangre y prosapia,

 

cuándo regresaré a tus calles,

cuándo treparé tus escaleras,

cuándo subiré en tus ascensores

al corazón desordenado

de tu caótica arquitectura,

a escuchar el viento marino

susurrarme sus viejos secretos,

 

cuándo, perdido hogar de mi infancia,

cuándo, metrópolis oceánica,

pisaré nuevamente tus playas

con mis pies fatigados de viajes,

y sentiré bullir tu arena

de miles de huellas allí estampadas,

 

cuándo, cuándo en tu costanera

veré zarpar tus barcos de niebla,

veré arribar tus naves de hierro,

y al igual que una barca errante

atracará a tu orilla inquieta

mi corazón de navío fantasma,

 

cuándo, cuándo, ciudad principal,

me enviarás una señal rotunda,

una ráfaga de viento agreste,

un chillido de tus gaviotas.

 

 

Tus poetas

 

¿Y qué de tus poetas, Valparaíso,

dónde en toda la inmensa tierra

se apretujan tus callados hijos

a la noche extraña y temblorosa,

llenos de tu maternal substancia ?

 

¿Qué de aquellos que por Placeres,

por Cordillera, por Santo Domingo,

qué de quienes en Ramaditas,

en Porvenir, en el Mariposas,

en toda la retorcida geografía

soñando, corriendo en el viento,

trepando tus arduas escaleras,

elevando al cielo sus volantines ?

 

¿Dónde están ahora, madre amada,

dónde yerran sus pasos errantes

indisolublemente ligados

a tus calles inverosímiles,

a tu arquitectura revuelta,

a tu costa de olas en estampida ?

 

¿Será que estamos ciegos, madre,

será que vamos con nuestras vidas

sin dirección por la tierra toda,

y sólo en tu abrupta presencia

despertaremos de nuestro exilio,

se encenderá la luz en el alma ?

 

En La Matriz, de repente, silencio,

silencio de voces declamatorias

pronunciando su amarga poesía,

y un cirio por cada poeta errante,

un cirio encendido por tus ausentes,

por tus hijos errantes, Valparaíso.

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About Me

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces
Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura