VII
Faltándome
el financiamiento rastreable y el oculto del falso profeta, abandonado por ex
partidarios en su mayor parte por problemas de vejez, enfermedad o falta de
interés, me dejaba caer a eso de las doce a un mall nuevo que hicieron hace
poco donde comía muestras de pan, chips, galletas, y cubitos de frutas como
piña y sandía, incluso torrejas de diversos tipos de salchicha o chorizo o
minialbóndiga (meat balls). A unas doce cuadras hay un supermercado donde pude
degustar espárragos envueltos en tocino, un par de camarones en una salsa, un
guiso de salmón. Pero eso está vedado para el tipo o la mujer de la calle de
corriente principal (mainstream), con sus prendan que no armonizan, su mirada
extraviada—muchos de ellos enfermos mentales lanzados a las calles para que el
sistema ahorre en internación y tratamiento. Con (casi) remordimiento me dirijo
a un café para pensar o anotar los próximos pasos a seguir en esta impenitente
cruzada, nombre que adopto del lenguaje común dejando afuera las connotaciones
religiosas
Los pájaros
se levantan desde el cauce de ríos medio congelados que atraviesan esta
conglomeración urbana, no por designio arquitectónico sino por la testarudez de
la niña esta, la natura y esbozan sus círculos que para un espectador son casuales,
pero que encierran en esas máquinas aparentemente endebles—sino cómo se pueden
remontar así, como si tal cosa—pero diseñadas con una obsesiva minuciosidad.
Eso si uno fuera de ese lote que cree que algún dios allá arriba diseño y armó
todo este asunto. Pero no es el caso nuestro
Nuestros
antepasados prevascos cuyo reconocimiento como el pueblo originario de Europa
causaría dolores de cabeza a investigadores, centros universitarios, think
tanks en la Comunidad Europea, Norteamérica, etc. llamaban a esa niña a que nos
referíamos Mari, en un pobre ejemplo de adoptar un nombre de la lengua de los
conquistadores godos, para ver si los dejaban tranquilos. Pero no somos
antropólogos ni etnólogos ni estamos adscritos a una universidad. Dios (que no
existe) nos libre