Jorge Etcheverry
Ninguna poza de agua o de líquido o metal que refleja ha bastado nunca para devolverme mi imagen con plenitud. Por eso ya en los albores de mi existencia—ahora nuestra—y después de un breve periodo de introspección que no registran ni mis anales ni los nuestros, me dediqué a dos tareas. Cada día el sol me devolvía con el precioso sentido de la vista el mundo y mis reflejos. Pero quedaba la noche, que borra las imágenes y cierra los párpados. Entonces descubrí en el sueño que las superficies reflejantes ya sean naturales o fruto de nuestra mano no son lo único. Ya sea si los sueños se llenan de imágenes—como nos pasa a la mayoría de nosotros. O de palabras incorpóreas. O de una combinación de las dos, mi propia cabeza, el cerebro mismo que se encuentra encerrado entre las paredes del cráneo es todo un universo de espejos. El ejercicio de la escritura me ha dado nuevos placeres circulares. Mi imagen me sale al encuentro desde la caligrafía y la tipografía. Me corrobora. En algún instante de nuestra larga y múltiple existencia—sin embargo siempre igual a sí misma—pensé equivocado que yo era creación de un dios o de unos dioses a su imagen y semejanza. Y no hace ni dos siglos un hombre barbudo en Alemania dio vuelta las cosas al revés y me dijo que ellos eran más bien mi producto y mi reflejo. Y ahora sueño a los dioses, los celebro, les edifico templos, los describo con palabras o les doy concreción acudiendo a todos los materiales, a todas las técnicas. Pretendo venerarlos. Pero en el fondo todos sabemos que ellos son los que nos reflejan a nosotros. Nos devuelven nuestra propia imagen. Ahora nos levantamos con alivio cada mañana después de soñar sueños cosmogónicos o muy particularizados. Con el placer de reconocerme en el espejo del cuarto de baño me lavo los dientes, me afeito, me peino cuidadosamente, me visto con una armonía rayana en lo que los franceses llamaban rebuscamiento y nos lanzamos entonces a recorrer las calles de nuestras megápolis cada vez más cristalinas, en que escaparates, puertas giratorias y miles de superficies relucientes y lisas me devuelven una y otra vez nuestra propia imagen.
Nos afirmas que ya nos adorábamos en los tiempos de Altamira y Lascaux. Pero recién ahora, en los últimos siglos, y con bastantes problemas, ires y venires, estamos empezando a contemplarnos con un poco de distancia reflexiva—¿ somos de alguna manera esos pájaros que revolotean allá arriba? —¿o que cantan en la alborada, despabilando al mundo, nuestra morada y reflejo? —¿estamos embebidos en nosotros mismos desde que se nos abrió esa flor carnosa y gris al interior del cráneo?. Los animales cuya morfología y señas compartimos sólo se acercan al abrevadero para beber agua, incólumes e inocentes ante su propia imagen que los saluda desde el mundo inverso de las aguas. No así nosotros que nos venimos al encuentro desde esa misma vitrina de la que hablábamos antes. Miremos ahora hacia los espacios siderales y busquémonos para así incorporar al cosmos como broche de oro para esta interminable farándula de espejos.
Blogista de algún modo personal, pero que acepta anuncios, colaboraciones y comentarios de lectores y etcheverroides. Dedicada sobre todo a textos, literatura (eventos, artículos, crítica, metacrítica, etc.), política en sentido amplio--y en el otro-- e ideas. Dirigir la correspondencia a jorgecheverry@yahoo.com o a jorgeetcheverry@rogers.com
Monday, December 19, 2011
Sunday, December 11, 2011
La poesía de Jorge Etcheverry
José Jurado
De intensa, pero callada y sin alharacas, puede calificarse la labor creadora del poeta chileno-canadiense Jorge Etcheverry. De aquí que me parezca oportuno el presentar al lector de la Revista Hispano-Canadiense este interesante escritor con un ligero comentario crítico de su poetizar y una cala de muestra fijada en unos breves poemas suyos. Nada más apto, a mi ver, para que el tal lector pueda refrendar por sí mismo los puntos realzados por el crítico como esenciales de su análisis.
Etcheverry nació en Santiago de Chile el año de 1945. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Chile. Perteneció -y muy activamente- al grupo poético Escuela de Santiago. El cambio de régimen político de Pinochet le forzó a salir de su país nativo, exilándose en Canadá. Y, transcurridos unos años, adoptó la ciudadanía de este gran país. En Canadá ha ocupado su tiempo en ampliar estudios de literaturas hispánicas y comparadas en las Universidades de Carleton, Laval y Montreal, en la docencia y, naturalmente, por vocación, en escribir obra creativa: prosa y poesía. Sus escritos han venido publicándose con regularidad en diversas revistas de Hispano-América, Europa y Estados Unidos . Pero de los mismos hemos de resaltar las colecciones de poemas que llevan por título La Calle, Tánger y, por supuesto, El Evasionista, título simbólico y existencial de una serie de poemas que reflejan cabalmente la fuerte personalidad literaria y el bullente mundo interior de este singular poeta chileno-canadiense . Lo que recoge el último elenco antedicho es una parte muy sustancial y significativa de la poesía de Etcheverry: la escrita –si bien no toda ella- en.el periodo que va de 1968 a 1980; esto es, la que muy concretamente puede llamarse su poesía del exilio, con las implicaciones que ello conlleva en el impacto de la elaboración artística de un determinado escritor y, claro está, en el de la obra total del mismo: la lectura de su obra poética posterior a 1968 deja muda transparencia de que Etcheverry está atrapado -fieramente condicionado- entre los trágicos lazos de tal circunstancia vital, sin habérselos podido arrancar hasta el presente. De aquí lo apropiado -a mi juicio- de centrar el presente comentario crítico sobre esta obra suya, ya que marca en la creatividad del poeta un hito definitivo lleno de sustantividad perdurable. Añadamos incidentalmente que, en la selección de poemas que tomamos como eje de nuestro comentario se publica también una versión inglesa de las mismas hecha por Christina Shantz: excelente traducción de un texto extremadamente difícil, en la que se logra captar, no sólo las ideas e imágenes del poeta, sino particularmente su peculiar hálito poético y aún, en lo posible, las vivencias mismas del artista.
Etcheverry -lo reflejan sus poemas- ve, siente y vive su contorno en su intimidad, retirado de la vida social y distendiéndose, en su ensimismamiento, en un ámbito de seres (vivencias, más propiamente) profundos, ya muy al margen de las cosas. De ahí, de ese vivir a solas, con-sigo -extraída la quintaesencia de su yo con la intuición de lo profundo- desborda en su poetizar un chorro de imágenes híspidas, una tras otra, a grandes borbotones, emergiéndolas al plano de lo meramente lógico; pero a menudo en un cerrado u oscuro sentido de percepción discursiva no fácil de penetrar. El poeta va tras la intuición y el agarre prieto de las realidades profundas. Ésas, las insitas en el yo suyo, que no precisan ciertamente de ser conocidas, sino de ser re-conocidas. Así, pues, sin pretenderlo, sin proponérselo, ahí está, en su obra, mostrándosela inconscientemente al lector, la briosa y turbulenta tensión de su soledad, la abierta llaga de la problemática del poeta chileno-canadiense. Etcheverry aparece en esta colección antológica despojándose de la inmensa y espesa masa, neutra y amorfa de los valores profundos que le soportan; echando fuera de sí sus propias vivencias, la desgarrada realidad íntima que le aprisiona. En esfuerzo supremo de erradicarse de sí mismo por la vía de lo estético: El Evasionista. Revelador título el de este conjunto de poesías de exilio. Inconscientemente el poeta aspira a escaparse de sí mismo, a esconderse de su yo en esa interrelación de intimidad con el otro -el lector- a la que M. Buber calificó tan acertadamente con el marchamo de presencia dialogada. Ahí va, tras el fundirse, en el ámbito del ‘entre', en la intersubjetividad con el yo del de enfrente que le vive en la inmersión de sus poemas, de su destapada intimidad. Lo cuestionable es (nos preguntamos como crítico) si el poeta, en ese su tenso esfuerzo por aproximarse al otro, puede llegar realmente al escaparse, al des-garrarse de sí. Pues para tal habría que prescindir de la categoría espaciotemporal del ‘entre’, tan íntimamente unida al estrato ontológico del yo y del tú; con lo que ya andamos a caballo de la torturante aporía óntica del cómo eludir la intimidad del yo en ese movimiento del yo mismo, extravertido hacia el tú. ¿Mediante el poder lógico-síquico de la expresión?, ¿mediante la entelequia de la efectividad de los medios expresivos ínsitos en la palabra?... Y, ¿cómo, por otra parte, reducir a objetividad pensante, a entidad lógica, más aún, a vivencia comunicada (vivencia del yo en el otro) la inasequible inmanencia propia, la superobjetividad de lo íntimo vivido por el yo, en la misma forma e idéntica conjunción coordinativa?... Pero, no obstante, ahí está este Jorge Etcheverry poeta -el evasionista-, en vivo esfuerzo estético, en ánsia vital de eludir su yo torturado, de extra-verter en el otro su propia superobjetividad (es decir, lo que de ella es in-tuible y, mediante tal, a-sequible), agarrado a vocablos y expresiones espacio-temporales de rango meramente empírico, que inciten y susciten precisas, pero difíciles, representaciones, concretas simbologías. Y tras lo empírico, lo estético; y tras lo estético, lo supraóntico: lo existencial. Ciertamente, atajo único posible -si alguno hay- de hacer que el otro logre dar alcance a lo superobjetivo-vivencial del yo de uno. Toda intuición del ego, todo "saber" existencial, necesita transportarse al plano del concepto (trampolín de arranque inicial) para poder ser comunicado, tratándose de poesía o de cualquier otro género literario. Precisa envolverse en el concepto. No cabe otro escape; no hay otro resquicio para evadirse del yo personal, del única y de sobreexcelencia del poeta poeta, esto es, de quien, en verdad, goza del divino carisma de tal (como la del místico) es la de saber codificarse a sí mismo -la del saber transfigurar las vivencias íntimas de su ser- en mágicos moldes estéticos para poderse dar así al ser íntimo del prójimo'; es la del saber sacar a flote del obstruso e inasequible fondón del yo (mónada aislada, única e impenetrable), en armonía perfecta entre la percepción y la expresión, lo allí vivido por sí mismo a solas y en absoluta intimidad, para ser puesto, en generosa e insólita donación, en el no-yo: supremo regalo del uno.
¡Difícil tarea, pues, ésta del saber trans-formar (dar forma, sentido aristotélico) lo intuido en la enclaustrada intimidad del yo y llevarlo al plano de lo conceptual para lanzarlo al yo del otro!. Tal incomprensible comunicación de las propias vivencias mediante el inicial coger con el entendimiento (curo + capturo: concepto), tal esfuerzo por dar estructura de realidad lógica a la intimidad superobjetiva para así poder ser plenamente comunicada -esto es, para así lograr el hacerla sustancialmente "común" con la de otros "prójimos", nómadas también aisladas- resulta ser el más sorprendente misterium creationis del quehacer artístico en la interrelación personal de creador-receptor. Misterio mimético, sí; pero dado, no como simple imitación o copia de lo vivido (¿sería ello posible?), sino como sugestiva y vitalizadora representación o símbolo. En el título mismo de la aludida central colección antológica el poeta chileno-canadiense resalta la evasión como lo más sustantivo de su poetizar; tal vez, intuitivamente y sin haber parado mientes el poeta mismo en la profunda significación filosófica del término escogido: la unicidad íntima Etcheverry, en agonía estética por darse, evadiéndose de sí misma (de poder ónticamente serlo), aspirando a poner lo suyo, ésto es, su ínsita y fiera sustantividad, en el otro del con-torno ¡Inacabable tensión existencial! Tal es lo recogido en El Evasionista (y, naturalmente, por extensión, en la obra subsi-guiente de este escritor): la metáfora, la imagen, los contrastes y aun las contradiciones conceptuales -aristas y filos de quebrado espejo- arriman en el comentado elenco -instrumentos efectivos- intemporalidad y desarraigo a la razón físico-matemática que nos asiste. De todo esto se sirve con profusión Etcheverry, el evasionísta. Derrama su ser, su intimidad en torrentes de imágenes, en mares de contrastes, de contradicciones lógicas: enarbolar espadas, furia concéntrica de los cuervos, escrutabilidad diáfana de los ojos, postrera frescura de los astros, pupilas húmedas de calor, sortear las jarcias, llover fuego... De modo que tal quehacer poético viene a ser un urdido estético, continuo y apretado, de extraños y poco comunes simbolismos. Poesía acre, desarraigada, ácrata, desgreñada. Disconforme con el contorno. Sin apenas palabras de aliento, ni de esperanza. Aliada con el desdén. Más que eso, con el desprecio olímpico del vivir clasicista, montado sobre el interés material. Distintamente apartada de lo accidental (lo superficial, la no-nada, lo intranscendente, lo in-substancial), si bien, de ello arrancada. Con ansia infinita de cosificar, en el molde mondo de la letra, hervideros de vivencias propias; las más, vivencias torturadoras, disconformes. Poesía bronca, híspida, arrítmica, contradictoria en sí misma, multifacética. Sin aparato teatral alguno, sin esteticismos vanos, hueros. Cerebral y cruda. Abundante en transposiciones, distorsionadoras, como recurso óptimo y primario para aproximar al lector al ámbito remoto del ser único existencial del yo del poeta aislado. Poesía, sobre todo, de patente y bien definida unidad estilística, que permite reflejar sin esfuerzo, tras su profusión de símbolos, imágenes y contrastes polimorfos, una vida íntima, extraña y solitaria, intensa y exuberante en riqueza existencial y, más en particular, ciertos violáceos dejes de las amargas secuelas -si bien ya un tanto reposadas- de una vida desgarrada -des-compuesta- por el exilio. Interesante poesía ésta, heterodoxa, pero de inusitada resonancia y de innegable y profunda libertad artística. He aquí su cala:
CATEQUESIS
Atravesemos toda barrera entre nuestros ojos y el objeto viscoso que tuerce sus labios en una sonrisa interior. En un visaje maligno que insinúa una vagina en la tibia sombra.
De ahí salió todo lo que conocemos: Unas gotas de rocío. Cualquier cosa. Un poco de atmósfera que vista.
Un león que imponga sus leyes sobre la aún roja superficie, que asomará sus garras ante la menor infracción. Un ángel de piedra, dispuesto a llover fuego ante la menor blasfemia.
Un pequeño escribiente, ocupado en la misma faena (mucho peor pagado).
Detrás de cada muralla un tentador (o tentadora). Un sapo caliente, asilado en nuestra carne, masca el ala del pájaro cuyo vuelo significa la muerte.
Un hemisferio claro. Un hemisferio oscuro que podemos representar bajo la forma de un gran reptil.
Luego vienen los hombres. Que son unos brutos. Hasta que lleguen unos caballeros togados.
ADVENIMIENTO DEL SUEÑO
Teme la muerte de los sueños.
Teme el cumplimiento de los sueños.
Acurruca tu rostro en el hueco de la almohada.
Espera el día temblando.
Los ruidos se arrastran afuera..
Las estrellas brillan.
Cubra la colcha, como cuando niños, nuevamente el rostro.
Prolonga, prolonga
la harina que se esconde tras tus párpados,
la niebla que gira en tu cabeza en espera del sueño,
que romperá por unas horas
el blando espinazo de tu vida;
que te hará caer por interminables abismos
en compañía de un reloj, que eres tú misma
al lado, discutiendo con tu cuerpo.
El DURO CAROZO
Han segado a la gente como trigales maduros.
Han vaciado a las mujeres como guante dando vuelta.
Han convertido a los cuerpos en infinitos mapas de dolor.
El hambre agrandó la negra pupila de los niños.
Convirtieron en sudor la vida
y el sudor en sal y sangre
y la sangre en nuevas armas
y las armas otra vez en hambre
Han separado los vastos rebaños humanos.
Pero no han podido pulverizar sus vértebras. (La Ca11e , pág. 20)
José Jurado
Carleton University, Ottawa
De intensa, pero callada y sin alharacas, puede calificarse la labor creadora del poeta chileno-canadiense Jorge Etcheverry. De aquí que me parezca oportuno el presentar al lector de la Revista Hispano-Canadiense este interesante escritor con un ligero comentario crítico de su poetizar y una cala de muestra fijada en unos breves poemas suyos. Nada más apto, a mi ver, para que el tal lector pueda refrendar por sí mismo los puntos realzados por el crítico como esenciales de su análisis.
Etcheverry nació en Santiago de Chile el año de 1945. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Chile. Perteneció -y muy activamente- al grupo poético Escuela de Santiago. El cambio de régimen político de Pinochet le forzó a salir de su país nativo, exilándose en Canadá. Y, transcurridos unos años, adoptó la ciudadanía de este gran país. En Canadá ha ocupado su tiempo en ampliar estudios de literaturas hispánicas y comparadas en las Universidades de Carleton, Laval y Montreal, en la docencia y, naturalmente, por vocación, en escribir obra creativa: prosa y poesía. Sus escritos han venido publicándose con regularidad en diversas revistas de Hispano-América, Europa y Estados Unidos . Pero de los mismos hemos de resaltar las colecciones de poemas que llevan por título La Calle, Tánger y, por supuesto, El Evasionista, título simbólico y existencial de una serie de poemas que reflejan cabalmente la fuerte personalidad literaria y el bullente mundo interior de este singular poeta chileno-canadiense . Lo que recoge el último elenco antedicho es una parte muy sustancial y significativa de la poesía de Etcheverry: la escrita –si bien no toda ella- en.el periodo que va de 1968 a 1980; esto es, la que muy concretamente puede llamarse su poesía del exilio, con las implicaciones que ello conlleva en el impacto de la elaboración artística de un determinado escritor y, claro está, en el de la obra total del mismo: la lectura de su obra poética posterior a 1968 deja muda transparencia de que Etcheverry está atrapado -fieramente condicionado- entre los trágicos lazos de tal circunstancia vital, sin habérselos podido arrancar hasta el presente. De aquí lo apropiado -a mi juicio- de centrar el presente comentario crítico sobre esta obra suya, ya que marca en la creatividad del poeta un hito definitivo lleno de sustantividad perdurable. Añadamos incidentalmente que, en la selección de poemas que tomamos como eje de nuestro comentario se publica también una versión inglesa de las mismas hecha por Christina Shantz: excelente traducción de un texto extremadamente difícil, en la que se logra captar, no sólo las ideas e imágenes del poeta, sino particularmente su peculiar hálito poético y aún, en lo posible, las vivencias mismas del artista.
Etcheverry -lo reflejan sus poemas- ve, siente y vive su contorno en su intimidad, retirado de la vida social y distendiéndose, en su ensimismamiento, en un ámbito de seres (vivencias, más propiamente) profundos, ya muy al margen de las cosas. De ahí, de ese vivir a solas, con-sigo -extraída la quintaesencia de su yo con la intuición de lo profundo- desborda en su poetizar un chorro de imágenes híspidas, una tras otra, a grandes borbotones, emergiéndolas al plano de lo meramente lógico; pero a menudo en un cerrado u oscuro sentido de percepción discursiva no fácil de penetrar. El poeta va tras la intuición y el agarre prieto de las realidades profundas. Ésas, las insitas en el yo suyo, que no precisan ciertamente de ser conocidas, sino de ser re-conocidas. Así, pues, sin pretenderlo, sin proponérselo, ahí está, en su obra, mostrándosela inconscientemente al lector, la briosa y turbulenta tensión de su soledad, la abierta llaga de la problemática del poeta chileno-canadiense. Etcheverry aparece en esta colección antológica despojándose de la inmensa y espesa masa, neutra y amorfa de los valores profundos que le soportan; echando fuera de sí sus propias vivencias, la desgarrada realidad íntima que le aprisiona. En esfuerzo supremo de erradicarse de sí mismo por la vía de lo estético: El Evasionista. Revelador título el de este conjunto de poesías de exilio. Inconscientemente el poeta aspira a escaparse de sí mismo, a esconderse de su yo en esa interrelación de intimidad con el otro -el lector- a la que M. Buber calificó tan acertadamente con el marchamo de presencia dialogada. Ahí va, tras el fundirse, en el ámbito del ‘entre', en la intersubjetividad con el yo del de enfrente que le vive en la inmersión de sus poemas, de su destapada intimidad. Lo cuestionable es (nos preguntamos como crítico) si el poeta, en ese su tenso esfuerzo por aproximarse al otro, puede llegar realmente al escaparse, al des-garrarse de sí. Pues para tal habría que prescindir de la categoría espaciotemporal del ‘entre’, tan íntimamente unida al estrato ontológico del yo y del tú; con lo que ya andamos a caballo de la torturante aporía óntica del cómo eludir la intimidad del yo en ese movimiento del yo mismo, extravertido hacia el tú. ¿Mediante el poder lógico-síquico de la expresión?, ¿mediante la entelequia de la efectividad de los medios expresivos ínsitos en la palabra?... Y, ¿cómo, por otra parte, reducir a objetividad pensante, a entidad lógica, más aún, a vivencia comunicada (vivencia del yo en el otro) la inasequible inmanencia propia, la superobjetividad de lo íntimo vivido por el yo, en la misma forma e idéntica conjunción coordinativa?... Pero, no obstante, ahí está este Jorge Etcheverry poeta -el evasionista-, en vivo esfuerzo estético, en ánsia vital de eludir su yo torturado, de extra-verter en el otro su propia superobjetividad (es decir, lo que de ella es in-tuible y, mediante tal, a-sequible), agarrado a vocablos y expresiones espacio-temporales de rango meramente empírico, que inciten y susciten precisas, pero difíciles, representaciones, concretas simbologías. Y tras lo empírico, lo estético; y tras lo estético, lo supraóntico: lo existencial. Ciertamente, atajo único posible -si alguno hay- de hacer que el otro logre dar alcance a lo superobjetivo-vivencial del yo de uno. Toda intuición del ego, todo "saber" existencial, necesita transportarse al plano del concepto (trampolín de arranque inicial) para poder ser comunicado, tratándose de poesía o de cualquier otro género literario. Precisa envolverse en el concepto. No cabe otro escape; no hay otro resquicio para evadirse del yo personal, del única y de sobreexcelencia del poeta poeta, esto es, de quien, en verdad, goza del divino carisma de tal (como la del místico) es la de saber codificarse a sí mismo -la del saber transfigurar las vivencias íntimas de su ser- en mágicos moldes estéticos para poderse dar así al ser íntimo del prójimo'; es la del saber sacar a flote del obstruso e inasequible fondón del yo (mónada aislada, única e impenetrable), en armonía perfecta entre la percepción y la expresión, lo allí vivido por sí mismo a solas y en absoluta intimidad, para ser puesto, en generosa e insólita donación, en el no-yo: supremo regalo del uno.
¡Difícil tarea, pues, ésta del saber trans-formar (dar forma, sentido aristotélico) lo intuido en la enclaustrada intimidad del yo y llevarlo al plano de lo conceptual para lanzarlo al yo del otro!. Tal incomprensible comunicación de las propias vivencias mediante el inicial coger con el entendimiento (curo + capturo: concepto), tal esfuerzo por dar estructura de realidad lógica a la intimidad superobjetiva para así poder ser plenamente comunicada -esto es, para así lograr el hacerla sustancialmente "común" con la de otros "prójimos", nómadas también aisladas- resulta ser el más sorprendente misterium creationis del quehacer artístico en la interrelación personal de creador-receptor. Misterio mimético, sí; pero dado, no como simple imitación o copia de lo vivido (¿sería ello posible?), sino como sugestiva y vitalizadora representación o símbolo. En el título mismo de la aludida central colección antológica el poeta chileno-canadiense resalta la evasión como lo más sustantivo de su poetizar; tal vez, intuitivamente y sin haber parado mientes el poeta mismo en la profunda significación filosófica del término escogido: la unicidad íntima Etcheverry, en agonía estética por darse, evadiéndose de sí misma (de poder ónticamente serlo), aspirando a poner lo suyo, ésto es, su ínsita y fiera sustantividad, en el otro del con-torno ¡Inacabable tensión existencial! Tal es lo recogido en El Evasionista (y, naturalmente, por extensión, en la obra subsi-guiente de este escritor): la metáfora, la imagen, los contrastes y aun las contradiciones conceptuales -aristas y filos de quebrado espejo- arriman en el comentado elenco -instrumentos efectivos- intemporalidad y desarraigo a la razón físico-matemática que nos asiste. De todo esto se sirve con profusión Etcheverry, el evasionísta. Derrama su ser, su intimidad en torrentes de imágenes, en mares de contrastes, de contradicciones lógicas: enarbolar espadas, furia concéntrica de los cuervos, escrutabilidad diáfana de los ojos, postrera frescura de los astros, pupilas húmedas de calor, sortear las jarcias, llover fuego... De modo que tal quehacer poético viene a ser un urdido estético, continuo y apretado, de extraños y poco comunes simbolismos. Poesía acre, desarraigada, ácrata, desgreñada. Disconforme con el contorno. Sin apenas palabras de aliento, ni de esperanza. Aliada con el desdén. Más que eso, con el desprecio olímpico del vivir clasicista, montado sobre el interés material. Distintamente apartada de lo accidental (lo superficial, la no-nada, lo intranscendente, lo in-substancial), si bien, de ello arrancada. Con ansia infinita de cosificar, en el molde mondo de la letra, hervideros de vivencias propias; las más, vivencias torturadoras, disconformes. Poesía bronca, híspida, arrítmica, contradictoria en sí misma, multifacética. Sin aparato teatral alguno, sin esteticismos vanos, hueros. Cerebral y cruda. Abundante en transposiciones, distorsionadoras, como recurso óptimo y primario para aproximar al lector al ámbito remoto del ser único existencial del yo del poeta aislado. Poesía, sobre todo, de patente y bien definida unidad estilística, que permite reflejar sin esfuerzo, tras su profusión de símbolos, imágenes y contrastes polimorfos, una vida íntima, extraña y solitaria, intensa y exuberante en riqueza existencial y, más en particular, ciertos violáceos dejes de las amargas secuelas -si bien ya un tanto reposadas- de una vida desgarrada -des-compuesta- por el exilio. Interesante poesía ésta, heterodoxa, pero de inusitada resonancia y de innegable y profunda libertad artística. He aquí su cala:
CATEQUESIS
Atravesemos toda barrera entre nuestros ojos y el objeto viscoso que tuerce sus labios en una sonrisa interior. En un visaje maligno que insinúa una vagina en la tibia sombra.
De ahí salió todo lo que conocemos: Unas gotas de rocío. Cualquier cosa. Un poco de atmósfera que vista.
Un león que imponga sus leyes sobre la aún roja superficie, que asomará sus garras ante la menor infracción. Un ángel de piedra, dispuesto a llover fuego ante la menor blasfemia.
Un pequeño escribiente, ocupado en la misma faena (mucho peor pagado).
Detrás de cada muralla un tentador (o tentadora). Un sapo caliente, asilado en nuestra carne, masca el ala del pájaro cuyo vuelo significa la muerte.
Un hemisferio claro. Un hemisferio oscuro que podemos representar bajo la forma de un gran reptil.
Luego vienen los hombres. Que son unos brutos. Hasta que lleguen unos caballeros togados.
ADVENIMIENTO DEL SUEÑO
Teme la muerte de los sueños.
Teme el cumplimiento de los sueños.
Acurruca tu rostro en el hueco de la almohada.
Espera el día temblando.
Los ruidos se arrastran afuera..
Las estrellas brillan.
Cubra la colcha, como cuando niños, nuevamente el rostro.
Prolonga, prolonga
la harina que se esconde tras tus párpados,
la niebla que gira en tu cabeza en espera del sueño,
que romperá por unas horas
el blando espinazo de tu vida;
que te hará caer por interminables abismos
en compañía de un reloj, que eres tú misma
al lado, discutiendo con tu cuerpo.
El DURO CAROZO
Han segado a la gente como trigales maduros.
Han vaciado a las mujeres como guante dando vuelta.
Han convertido a los cuerpos en infinitos mapas de dolor.
El hambre agrandó la negra pupila de los niños.
Convirtieron en sudor la vida
y el sudor en sal y sangre
y la sangre en nuevas armas
y las armas otra vez en hambre
Han separado los vastos rebaños humanos.
Pero no han podido pulverizar sus vértebras. (La Ca11e , pág. 20)
José Jurado
Carleton University, Ottawa
Monday, December 5, 2011
Avatares de un diario sin nombre
Jorge Etchevery
La identidad ha cobrado por fin el relieve que se merecía no tan sólo en los estudios literarios—el crítico se quita los anteojos y bosteza. Prosigue—sino en las humanidades en general. Y estamos de acuerdo con lo que dice y tomamos nota y pensamos en la paradoja (para nosotros, no en general ni en el mundo. Desde Kant y Heisenberg no es posible predicar a pies juntillas la realidad de lo que nos enfrenta y ya no vamos a entrar en explicaciones) de la así llamada sociedad contemporánea y la pululación de los a medio nacer, a medio perecer, a medio formarse que llenan calles y rincones, se ven reflejados en los escaparates y espejos de las MEGAURBES las MEGACIUDADES. Claman por la identidad sólida que les hace guiños y les muestra las piernas y otras cositas menos nombrables en estas páginas desde las cosas y artículos diversos, prendas de vestir que más les interesan, quizás desde esos mismos escaparates, pero preferentemente desde las pantallas de televisión y cine, de las diversas máquinas nuevas y representacionales—sólo me acuerdo del nombre Ipod, que no sé ni siquiera mucho lo que es ya que no lo uso, por el desdén que proclamo en público hacia este tipo de artefacto, por la torpeza de animal anciano que más efectiva y secretamente me veda su uso. Pero proclamando a quien quiera oírme—no muchos, no todos los que quisiera al alcance de mi voz, de estas palabras, incluso de los gestos y ademanes en que estallaría mi cuerpo todo ansioso de comunicar, de ser visto, de existir, de ser reconocido, de tener en frente no ya desde un espejo este rostro mío que se deteriora segundo a segundo. No ya en la mañana cuando me afeito si es que no he decidido dejarme barba y bigote. Fluido como me voy yendo en esa imagen sólida que me gustaría tener desde hace más de 2 000 años. Qué dos mil. Desde el GENOMA HUMANO ya (casi) establecido por los científicos aparecen esos ojos ansiosos, o su anuncio. No ya en el bus u otro vehículo en que mi rostro se me acerca en ángulo reflejándose a medias cuando miro por la ventanilla—sino desde los ecranes otra vez que así entregan mi rostro que se va convirtiendo en arquetipo, en modelo para millones de espectadores potenciales, sobre todo jóvenes—sobre todo niñas núbiles, que son las que más me interesan en esta mi presente condición de animal que envejece y que cuando abreva en uno de los pocos pozos impolutos que nos van quedando puede ver la imagen de su cara que parece deteriorarse—otra vez—segundo a segundo.
En modelo—no para armar. Dios me libre aunque no exista—sino para
Jorge Etcheverry
La identidad ha cobrado por fin el relieve que se merecía no tan sólo en los estudios literarios—el crítico se quita los anteojos y bosteza. Prosigue—sino en las humanidades en general. Y estamos de acuerdo con lo que dice y tomamos nota y pensamos en la paradoja (para nosotros, no en general ni en el mundo. Desde Kant y Heisenberg no es posible predicar a pies juntillas la realidad de lo que nos enfrenta y ya no vamos a entrar en explicaciones) de la así llamada sociedad contemporánea y la pululación de los a medio nacer, a medio perecer, a medio formarse que llenan calles y rincones, se ven reflejados en los escaparates y espejos de las MEGAURBES las MEGACIUDADES. Claman por la identidad sólida que les hace guiños y les muestra las piernas y otras cositas menos nombrables en estas páginas desde las cosas y artículos diversos, prendas de vestir que más les interesan, quizás desde esos mismos escaparates, pero preferentemente desde las pantallas de televisión y cine, de las diversas máquinas nuevas y representacionales—sólo me acuerdo del nombre Ipod, que no sé ni siquiera mucho lo que es ya que no lo uso, por el desdén que proclamo en público hacia este tipo de artefacto, por la torpeza de animal anciano que más efectiva y secretamente me veda su uso. Pero proclamando a quien quiera oírme—no muchos, no todos los que quisiera al alcance de mi voz, de estas palabras, incluso de los gestos y ademanes en que estallaría mi cuerpo todo ansioso de comunicar, de ser visto, de existir, de ser reconocido, de tener en frente no ya desde un espejo este rostro mío que se deteriora segundo a segundo. No ya en la mañana cuando me afeito si es que no he decidido dejarme barba y bigote. Fluido como me voy yendo en esa imagen sólida que me gustaría tener desde hace más de 2 000 años. Qué dos mil. Desde el GENOMA HUMANO ya (casi) establecido por los científicos aparecen esos ojos ansiosos, o su anuncio. No ya en el bus u otro vehículo en que mi rostro se me acerca en ángulo reflejándose a medias cuando miro por la ventanilla—sino desde los ecranes otra vez que así entregan mi rostro que se va convirtiendo en arquetipo, en modelo para millones de espectadores potenciales, sobre todo jóvenes—sobre todo niñas núbiles, que son las que más me interesan en esta mi presente condición de animal que envejece y que cuando abreva en uno de los pocos pozos impolutos que nos van quedando puede ver la imagen de su cara que parece deteriorarse—otra vez—segundo a segundo.
En modelo—no para armar. Dios me libre aunque no exista—sino para concretizar de acuerdo a mi fisonomía y de manera inconsciente casi algunos de los rasgos faciales y corporales más maleables de esa gente que todavía se forma. Siempre se dice el dicho ése de la tabula rasa aplicado a la prestigiosa conciencia humana ya desde el tiempo de los clásicos. Pero las maravillas de la cosmética, del body building, de los diversos esteroides y otros fármacos, la cirugía plástica y quizás—cosa que no se ha comprobado—la simple introyección moldeante que desde esa imagen y rostro míos que aparecen en esos millones de pantallas chicas o grandes y aplicando la conocida ley de la psicofísica que rige el imperio del GRAN DESEO y el GRAN ANHELO sobre la materia que así se moldea a instancias de las exigencias físicas y mentales que a esas generaciones jóvenes ofrece mi rostro—repito—desde esa multitud incontable de pantallas. ¡Fiiu!.
La identidad ha cobrado por fin el relieve que se merecía no tan sólo en los estudios literarios—el crítico se quita los anteojos y bosteza. Prosigue—sino en las humanidades en general. Y estamos de acuerdo con lo que dice y tomamos nota y pensamos en la paradoja (para nosotros, no en general ni en el mundo. Desde Kant y Heisenberg no es posible predicar a pies juntillas la realidad de lo que nos enfrenta y ya no vamos a entrar en explicaciones) de la así llamada sociedad contemporánea y la pululación de los a medio nacer, a medio perecer, a medio formarse que llenan calles y rincones, se ven reflejados en los escaparates y espejos de las MEGAURBES las MEGACIUDADES. Claman por la identidad sólida que les hace guiños y les muestra las piernas y otras cositas menos nombrables en estas páginas desde las cosas y artículos diversos, prendas de vestir que más les interesan, quizás desde esos mismos escaparates, pero preferentemente desde las pantallas de televisión y cine, de las diversas máquinas nuevas y representacionales—sólo me acuerdo del nombre Ipod, que no sé ni siquiera mucho lo que es ya que no lo uso, por el desdén que proclamo en público hacia este tipo de artefacto, por la torpeza de animal anciano que más efectiva y secretamente me veda su uso. Pero proclamando a quien quiera oírme—no muchos, no todos los que quisiera al alcance de mi voz, de estas palabras, incluso de los gestos y ademanes en que estallaría mi cuerpo todo ansioso de comunicar, de ser visto, de existir, de ser reconocido, de tener en frente no ya desde un espejo este rostro mío que se deteriora segundo a segundo. No ya en la mañana cuando me afeito si es que no he decidido dejarme barba y bigote. Fluido como me voy yendo en esa imagen sólida que me gustaría tener desde hace más de 2 000 años. Qué dos mil. Desde el GENOMA HUMANO ya (casi) establecido por los científicos aparecen esos ojos ansiosos, o su anuncio. No ya en el bus u otro vehículo en que mi rostro se me acerca en ángulo reflejándose a medias cuando miro por la ventanilla—sino desde los ecranes otra vez que así entregan mi rostro que se va convirtiendo en arquetipo, en modelo para millones de espectadores potenciales, sobre todo jóvenes—sobre todo niñas núbiles, que son las que más me interesan en esta mi presente condición de animal que envejece y que cuando abreva en uno de los pocos pozos impolutos que nos van quedando puede ver la imagen de su cara que parece deteriorarse—otra vez—segundo a segundo.
En modelo—no para armar. Dios me libre aunque no exista—sino para
Jorge Etcheverry
La identidad ha cobrado por fin el relieve que se merecía no tan sólo en los estudios literarios—el crítico se quita los anteojos y bosteza. Prosigue—sino en las humanidades en general. Y estamos de acuerdo con lo que dice y tomamos nota y pensamos en la paradoja (para nosotros, no en general ni en el mundo. Desde Kant y Heisenberg no es posible predicar a pies juntillas la realidad de lo que nos enfrenta y ya no vamos a entrar en explicaciones) de la así llamada sociedad contemporánea y la pululación de los a medio nacer, a medio perecer, a medio formarse que llenan calles y rincones, se ven reflejados en los escaparates y espejos de las MEGAURBES las MEGACIUDADES. Claman por la identidad sólida que les hace guiños y les muestra las piernas y otras cositas menos nombrables en estas páginas desde las cosas y artículos diversos, prendas de vestir que más les interesan, quizás desde esos mismos escaparates, pero preferentemente desde las pantallas de televisión y cine, de las diversas máquinas nuevas y representacionales—sólo me acuerdo del nombre Ipod, que no sé ni siquiera mucho lo que es ya que no lo uso, por el desdén que proclamo en público hacia este tipo de artefacto, por la torpeza de animal anciano que más efectiva y secretamente me veda su uso. Pero proclamando a quien quiera oírme—no muchos, no todos los que quisiera al alcance de mi voz, de estas palabras, incluso de los gestos y ademanes en que estallaría mi cuerpo todo ansioso de comunicar, de ser visto, de existir, de ser reconocido, de tener en frente no ya desde un espejo este rostro mío que se deteriora segundo a segundo. No ya en la mañana cuando me afeito si es que no he decidido dejarme barba y bigote. Fluido como me voy yendo en esa imagen sólida que me gustaría tener desde hace más de 2 000 años. Qué dos mil. Desde el GENOMA HUMANO ya (casi) establecido por los científicos aparecen esos ojos ansiosos, o su anuncio. No ya en el bus u otro vehículo en que mi rostro se me acerca en ángulo reflejándose a medias cuando miro por la ventanilla—sino desde los ecranes otra vez que así entregan mi rostro que se va convirtiendo en arquetipo, en modelo para millones de espectadores potenciales, sobre todo jóvenes—sobre todo niñas núbiles, que son las que más me interesan en esta mi presente condición de animal que envejece y que cuando abreva en uno de los pocos pozos impolutos que nos van quedando puede ver la imagen de su cara que parece deteriorarse—otra vez—segundo a segundo.
En modelo—no para armar. Dios me libre aunque no exista—sino para concretizar de acuerdo a mi fisonomía y de manera inconsciente casi algunos de los rasgos faciales y corporales más maleables de esa gente que todavía se forma. Siempre se dice el dicho ése de la tabula rasa aplicado a la prestigiosa conciencia humana ya desde el tiempo de los clásicos. Pero las maravillas de la cosmética, del body building, de los diversos esteroides y otros fármacos, la cirugía plástica y quizás—cosa que no se ha comprobado—la simple introyección moldeante que desde esa imagen y rostro míos que aparecen en esos millones de pantallas chicas o grandes y aplicando la conocida ley de la psicofísica que rige el imperio del GRAN DESEO y el GRAN ANHELO sobre la materia que así se moldea a instancias de las exigencias físicas y mentales que a esas generaciones jóvenes ofrece mi rostro—repito—desde esa multitud incontable de pantallas. ¡Fiiu!.
Thursday, December 1, 2011
Reflexión de gourmet
Jorge Etcheverry
Todos somos unos primates. Los otros animales se lo pasan todo el día buscando comida, abrigo, protegiéndose de que no se los coman y no los maten. Nosotros somos los animales con tiempo libre, la civilización nos ha puesto en posición de crecer y multiplicarnos, gozamos de un prolongado espán de vida, tenemos tiempo libre. Hemos convertido la comida y la reproducción en un arte: la gastronomía y la pornografía son los frutos cumbres, las mayores realizaciones de la humanidad. Hay que convertir a la necesidad en virtud. Todavía olemos, pero nos perfumamos. Nuestras melenas ya no se agitan con el viento, o se aplastan con la lluvia. Nos peinamos. Pero en el seno de las vastas megápolis que permiten el usufructo del ocio el noventainueve por ciento es presa de la angustia. El tiempo libre deja al instrumento agudo de supervivencia que era la mente girando en el vacío, de ahí la droga. Cuando el animal de bluyines o de terno se sienta frente a la televisión para entretenerse lo asalta el pavor y toma cerveza o vino, o se droga. Miles de millones liberados de alguna manera de la brega por la satisfacción de necesidades se inyectan, aspiran o tragan esos momentos de olvido. Ellas me miran, se ríen, dicen cosas en general no muy en serio, de acuerdo conmigo porque en ese momento llega una bandeja con una muestra de tres postres—que preferimos a otras alternativas por que su tamaño permite el disfrute total del alimento sin tener que dejar sobras, desperdiciar comida—lo que es un pecado habiendo tantas bocas hambrientas en el mundo que se multiplican segundo a segundo instadas por los negros pájaros de las religiones más establecidas que como buitres habrán de disputarse en un futuro quizás no tan lejano los jirones de la carne de la humanidad boqueante ya que han contribuido, qué, impulsado casi, a su extinción paulatina y dolorosa. Ni siquiera tenemos el consuelo esta vez de ver cómo los gorriones confianzudos caminan sobre las lozas de la terraza—no estamos en una estación que permita comer al aire libre, por tanto no caen al suelo migajas ni restos—por el contrario, afuera sopla un viento del diablo y en una de estas se larga a llover. Entonces es que reivindicamos el soma de Huxley, no para nosotros familiarizados con las limitaciones orgánicas de la vida y que nos hemos ido yendo desprendiendo de la religión como de capas sucesivas de piel seca que dejan salir por fin a la serpiente con cáscara nuevita pero para algunos repugnante—las grandes mayorías sin embargo—y no estamos inventando nada: una nota que leí el 21 de noviembre de este año que todavía no se acaba—el 2011 para ser más precisos—afirma que un estudio estableció que entre los usuarios de drogas ilegales hay más frecuencia de cociente intelectual alto. No vamos a entrar en los detalles por el momento: el mundo abre sus alas oscuras y sus plumas incorpóreas tocan a los de más alto entendimiento, a los que gozan (o padecen) de más refinada sensibilidad—aquí no hacemos diferencia de credo, color, raza o continente. La misma publicación —un tabloide gratuito proclama en otro apartado que la velocidad del neutrino es una facción más rápida que la de la luz y así se contradice a Einstein—quizás debamos entonces corregir: no se trata de un tabloide, más bien de una publicación pequeña con noticias del mundo de las artes, la política, horóscopo y notas científicas, una gran parte del espacio dedicado a los chismes que involucran celebridades y hechos luctuosos criminales de factura local.
Todos somos unos primates. Los otros animales se lo pasan todo el día buscando comida, abrigo, protegiéndose de que no se los coman y no los maten. Nosotros somos los animales con tiempo libre, la civilización nos ha puesto en posición de crecer y multiplicarnos, gozamos de un prolongado espán de vida, tenemos tiempo libre. Hemos convertido la comida y la reproducción en un arte: la gastronomía y la pornografía son los frutos cumbres, las mayores realizaciones de la humanidad. Hay que convertir a la necesidad en virtud. Todavía olemos, pero nos perfumamos. Nuestras melenas ya no se agitan con el viento, o se aplastan con la lluvia. Nos peinamos. Pero en el seno de las vastas megápolis que permiten el usufructo del ocio el noventainueve por ciento es presa de la angustia. El tiempo libre deja al instrumento agudo de supervivencia que era la mente girando en el vacío, de ahí la droga. Cuando el animal de bluyines o de terno se sienta frente a la televisión para entretenerse lo asalta el pavor y toma cerveza o vino, o se droga. Miles de millones liberados de alguna manera de la brega por la satisfacción de necesidades se inyectan, aspiran o tragan esos momentos de olvido. Ellas me miran, se ríen, dicen cosas en general no muy en serio, de acuerdo conmigo porque en ese momento llega una bandeja con una muestra de tres postres—que preferimos a otras alternativas por que su tamaño permite el disfrute total del alimento sin tener que dejar sobras, desperdiciar comida—lo que es un pecado habiendo tantas bocas hambrientas en el mundo que se multiplican segundo a segundo instadas por los negros pájaros de las religiones más establecidas que como buitres habrán de disputarse en un futuro quizás no tan lejano los jirones de la carne de la humanidad boqueante ya que han contribuido, qué, impulsado casi, a su extinción paulatina y dolorosa. Ni siquiera tenemos el consuelo esta vez de ver cómo los gorriones confianzudos caminan sobre las lozas de la terraza—no estamos en una estación que permita comer al aire libre, por tanto no caen al suelo migajas ni restos—por el contrario, afuera sopla un viento del diablo y en una de estas se larga a llover. Entonces es que reivindicamos el soma de Huxley, no para nosotros familiarizados con las limitaciones orgánicas de la vida y que nos hemos ido yendo desprendiendo de la religión como de capas sucesivas de piel seca que dejan salir por fin a la serpiente con cáscara nuevita pero para algunos repugnante—las grandes mayorías sin embargo—y no estamos inventando nada: una nota que leí el 21 de noviembre de este año que todavía no se acaba—el 2011 para ser más precisos—afirma que un estudio estableció que entre los usuarios de drogas ilegales hay más frecuencia de cociente intelectual alto. No vamos a entrar en los detalles por el momento: el mundo abre sus alas oscuras y sus plumas incorpóreas tocan a los de más alto entendimiento, a los que gozan (o padecen) de más refinada sensibilidad—aquí no hacemos diferencia de credo, color, raza o continente. La misma publicación —un tabloide gratuito proclama en otro apartado que la velocidad del neutrino es una facción más rápida que la de la luz y así se contradice a Einstein—quizás debamos entonces corregir: no se trata de un tabloide, más bien de una publicación pequeña con noticias del mundo de las artes, la política, horóscopo y notas científicas, una gran parte del espacio dedicado a los chismes que involucran celebridades y hechos luctuosos criminales de factura local.
Thursday, November 24, 2011
Convocatoria al Segundo concurso de poesía en castellano “El alba volante”
El tema de esta segunda versión es la antipoesía. La importancia de este subgénero, género, o quizás práctica poética, va de suyo en tiempos en que las adscripciones religiosas, raciales, nacionales, lingüísticas e institucionales—quizás respuesta antitética a la expansión global capitalista—se exacerban hasta el infinito y ejercitan una ceguera suicida y homicida. Se hace necesaria la distancia—irónica, paródica, humorística— frente al cliché, el lugar común, el lenguaje manido, cuya productividad la antipoesía rescata, pero que en su forma natural tienden a mellar el filo de la mayoría de las manifestaciones poéticas/literarias del compromiso, la resistencia, la solidaridad y la paz. Así como la vanguardia, la antipoesía es una fuente de recreación y renovación de la productividad del lenguaje poético. Una cuña de distancia y por ende de conciencia frente al friso de la realidad. Creada o acuñada por el poeta chileno Nicanor Parra, la antipoesía se despliega por el mundo bajo distintas interpretaciones o concepciones.
Este concurso ofrece un premio único de 500 dólares estadounidenses y por lo menos la publicación virtual del ganador. La extensión es libre y los trabajos se recibirán desde el primero de diciembre de 2011 al primero de marzo de 2012. Todos los envíos se harán al correo electrónico jorgeetcheverry@rogers.com
Jorge Etcheverry
Este concurso ofrece un premio único de 500 dólares estadounidenses y por lo menos la publicación virtual del ganador. La extensión es libre y los trabajos se recibirán desde el primero de diciembre de 2011 al primero de marzo de 2012. Todos los envíos se harán al correo electrónico jorgeetcheverry@rogers.com
Jorge Etcheverry
Sunday, November 20, 2011
Nota sobre la literatura chilena en Canadá
Jorge Etcheverry
En un mundo caracterizado por transhumancias y globalizado, la existencia de vastas poblaciones trasplantadas plantea determinantes y elecciones identitarias, no tan solo a los escritores, sino a las comunidades. La importante presencia chilena en la literatura de habla española en Canadá se debe a la circunstancia histórica del exilio post golpe de 1973 en Chile, que “importó” al país no solo a una comunidad, sino a un buen número de escritores que participaron u originaron en políticas culturales, literarias y editoriales orientadas hacia la solidaridad y la denuncia del régimen de Pinochet, y que a la vez aglutinaron por esta misma organicidad a otros autores latinoamericanos, gran parte de ellos también exilados. Lo que no significaba que predominara la literatura comprometida ni menos panfletaria.
El grupo inicial lo formaban poetas y prosistas de la misma generación, pero con diferentes poéticas, en caso de los poetas: Gonzalo Millán, cercano al grupo Trilce, ya había publicado en Chile Relación Personal (Santiago, 1968) y los miembros de la Escuela de Santiago; Naín Nómez, Erik Martínez y Jorge Etcheverry participaban en un proyecto poético neo vanguardista y habían co editado una controvertida antología en 1968, 33 nombres claves de la actual poesía chilena. El prosista Leandro Urbina publica en Ediciones Cordillera Las malas juntas (1979), libro de relatos breves emblemático de la situación del golpe. Estos autores, junto a Claudio Durán, Juan Carlos García y Manuel Jofré, se consideraban a sí mismos exilados y se ubicaban en las diversas tendencias de la izquierda chilena, colaborando con la solidaridad del exilio chileno y participando en actividades culturales solidarias. Producto de esto fue Editions Maison Culturelle Québec- Amérique Latine, en Montreal, que publicó en 1979 el libro poema La Ciudad, de Gonzalo Millán -posteriormente publicado como parte de Strange Houses, compilación de su obra completa por Split/Quotation, en 1991- y en 1981 el libro de poemas bilingüe Corps de silence/Cuerpo de silencio, del poeta y actor chileno Manuel Aránguiz. Ediciones Cordillera, en Ottawa, fue la más importante empresa editorial del exilio chileno en Canadá. Ambas editoriales se regían por los parámetros de una literatura nacional exilada de la que se sentían parte y en cuyas publicaciones diaspóricas los autores publicaban. La temática de estos escritores ya adquiría elementos del ámbito y circunstancia canadienses y Cordillera publicaba libros bilingües que testimoniaban la pertenencia al exilio chileno y al ámbito anfitrión [1].
Cordillera publicó sus dos primeros libros bilingues; The Escape artist/El evacionista, de Jorge Etcheverry, y Stories of a Guarded Kingdom/Países rigurosamente vigilados, de Naín Nómez, en 1881. Más Tarde que los Clientes Habituales/ After the Usual Clients Have Gone Home, de Claudio Durán, fue publicado en 1982, por una editorial de Toronto. La primera antología chileno canadiense fue Chilean Literature in Canada, de Naín Nómez, en 1982, también bilingüe y publicada por Cordillera. La crítica señaló el aspecto experimental lingüístico de esa producción, pero también sus elementos “comprometidos”[2]. Además de los autores ya mencionados allí figuraban Manuel Jofré, Ramón Sepúlveda y Juan Carlos García, narradores y el poeta surrealista chileno Ludwig Zéller, llegado a Canadá en 1968.
Luego hubo publicaciones en inglés y francés, sobre todo en Québec, como las de Elías Letelier, Silence (The Muses' Company, 1992), y Alberto Kurapel, dramaturgo, con su Prométhée enchaîné selon Alberto Kurapel / Prometeo encadenado según Alberto Kurapel. (Humanitas/Nouvelle Optique, 1989), autores montrealinos básicamente integrados en ese momento al entorno literario anglo y francófono. Están además los poetas chilenos publicados en las Éditions d'Orphée[3], los libros del poeta y narrador Jorge Cancino (Opus 13, Omelic, 1986) también de Montreal, la prosa de Hernán Barrios, cuyo Discurso de la Macarena, publicado en Éditions d'Orphée obtuvo un premio de literatura hispánica en Canadá, de Jorge Fajardo (La Zone (VLB, 1986), narrador y cineasta y Marilú Mallet, también narradora y cineasta, (Les Compagnons De L'horloge-Pointeuse: Nouvelles. Quebec/Amerique, 1981). Carmen Rodríguez, residente en Columbia Británica, y en la revista Aquelarre que dirigía, extiende su interés hacia la solidaridad latinoamericana y la condición de los explotados y la mujer en general. Su libro de poesía Guerra Prolongada/Protracted War (1992) publicado por una editorial inglesa, es un libro comprometido y de exilio. Hay varios autores de segunda generación, entre ellos el joven poeta chileno quebequense Rodrigo Sandoval, que publicó en Chile Memoria ausente (Mago Editores, 2008) y escribe y publica además en francés; Mauricio Segura, que publicó la novela Côte-des-nègres (Boréal, 1998). Una tercera autora de segunda generación, esta vez de la Columbia Británica, es Carmen Aguirre, actriz, dramaturga y autora de la novela Something fierce. Memoirs of a Revolutionary Daughter (Douglas & McIntyre, 2011).
Dada la abundancia y diversidad de la poesía chilena en el país, y en otros destinos de la diáspora, la preponderancia del género se deja sentir en los escritores chilenos en Canadá. Hay una poesía existencial-comprometida como la de Claudio Durán, Manuel Aránguiz, Francisco Viñuela o Elías Letelier; otra testimonial, comprometida, o experimental, en Luis Lama, Luciano Díaz, Nieves Fuenzalida, Alfredo Laverge, Jaime Serey, Jorge Cancino, Jorge Nef y Arturo Lazo, entre otras voces. El libro-poema ya mencionado de Gonzalo Millán La ciudad, combina compromiso, metapoesía y la intersección lingüística cultural de su situación de escritor castellanógrafo exilado, y pasó a convertirse en uno de los poemas claves de la poesía chilena contemporánea, al referirse a un universo urbano que alude a la situación del golpe de estado de 1973, “se sugiere cualquier urbe, sin necesidad de nominar ni explicitar sus ubicaciones geográficas” (Soledad Bianchi: Poesía chilena (miradas.enfoques.apuntes) Documentas/Cesoc Santiago de Chile, 1990, p. 98)[4].
Las políticas de multiculturalismo facilitaron el financiamiento de varias publicaciones de Cordillera y de Split Quotation[5], pequeña editorial de algún modo su continuadora, tanto de obras de poesía como de narrativa. La narrativa, como la poesía, se inició entre autores que, salvo Urbina, no habían publicado en Chile. Así surgen autores como Juan Carlos García, Ramón Sepúlveda, Hernán Barrios, Marilú Mallet, Helios Murialdo (autor de la ambiciosa novela El amor llegó por el lado izquierdo, publicada por Split/Quotation). Hay autores básicamente poetas que escriben prosa -Jorge Etcheverry, Luis Lama, Carmen Rodríguez, Jorge Cancino y Francisco Viñuela-y recientes narradores chileno canadienses como son Gabriela Etcheverry (Latitudes, Split Quotation 2007), y la narradora Camila Reimers (Hijos de lava, Mapalé 2005). La incursión de la literatura chilena en el (relativamente) nuevo medio virtual se muestra en Poetas.com, Poetas Antiimperialistas de América, iniciada por Elías Letelier, pionero del uso de los nuevos medios de comunicación para la publicación y difusión de la poesía, no tan solo de habla hispana. Ligada a las luchas de liberación, esta iniciativa de Letelier combinó la poesía, el exilio y el compromiso político bajo la forma de la editorial cooperativa en línea Poetas Antiimperialistas de América (www.poetas.com).
En este contexto hay que mencionar a la poesía femenina, presente y perfilada desde los orígenes de la literatura chilena en el país y representada entre otras por Nelly Davis, Nieves Fuenzalida, Blanca Espinoza, Carmen Rodríguez, Carmen Contreras, Aspasia Worlitzky, Teresa León, Yolanda Duque Vidal y Constanza Durán, además de otras voces emergentes, que siendo poetas chilenas, son a la vez hispanocanadienses, latinoamericanas, chileno quebequenses o chilenocanadienses, y que en sus publicaciones y presentaciones varían de adscripción cultural y geográfica[6].
Las principales antologías que han recogido la producción literaria de escritores y poetas chilenos en Canadá, han sido, aparte de la ya mencionada de Naín Nómez, el número especial de la revista ARC dedicado a la poesía chilena en Canadá, titulado Odes, Dreams, and Diáspora, de 1995, compilado por Luciano Díaz, y Northern Cronopios: Chilean novelists and short story writers in Canada: an anthology (Split Quotation, 1993), de Jorge Etcheverry, pero hay vasta presencia chilena en antologías de la literatura en castellano escrita en el país.
En lo referente a la difusión de la literatura canadiense en castellano, incluyendo a la chilena, se está constituyendo un público que puede llegar a constituir un “niche market”. Sin embargo se carece de publicaciones periódicas impresas y virtuales de envergadura relativa dedicadas específicamente a la literatura hispanocanadiense, con una distribución específica, aunque existen ciertas instancias editoriales, publicaciones impresas y virtuales que dan acogida a esta literatura[7]. Son limitaciones que debe confrontar una literatura producida en Canadá y en lengua castellana, que intenta mantener e incluso desarrollar el nivel de desarrollo alcanzado en Latinoamérica y Chile hasta la década actual. A este respecto me atrevería a decir que la literatura chilena que se hace y difunde en Canadá, por su inicial conexión con una institución literaria chilena en el exilio y/o contestataria, no tiende a agotarse en las peripecias de la aculturación al nuevo ámbito, al compromiso o la nostalgia o a la identidad en entredicho, elementos temáticos que caracterizan a las literaturas migrantes y exiladas, incluidas a las de Canadá, sino que contiene elementos intergenéricos, neovanguardistas y experimentales que denotan su inclusión y sentido de pertenencia a la literatura chilena per se, no siempre aceptada por sus coetáneos del interior de Chile. Pero aún así, no solo representa un microcosmos de la escritura territorial chilena, sino que agrega elementos anfibológicos a la identidad social y cultural de los autores -paralelos a las elecciones o determinantes identitarias de sus comunidades- derivados de los diversos modos de inserción de los escritores chilenos en la sociedad anfitriona, que produce en ocasiones obras inéditas que constituyen un aporte a la literatura chilena y de habla hispana en general.
Ottawa, 05 septiembre 2011
* * *
Nacido en Chile, Jorge Etcheverry vive en Canadá desde 1975 donde trabaja como traductor. Es poeta, prosista y crítico. Cronipoemas, su sexto libro de poemas fue publicado en Canadá en 2010. En 1993 apareció su novela De chácharas y largavistas. Su antología de narradores chilenos en Canadá, Northern Cronopios, también fue publicada en 1993. Ha publicado prosa, poesía y crítica en Chile, Canadá, México, Cuba, Estados Unidos y otros países. Escritos suyos aparecen en antologías como Cien microcuentos chilenos, Armando Epple, Chile, 2002; Los poetas y el general, Eva Goldschmidt, Chile, 2002; Anaconda, Antología di Poeti Americani, Elías Letelier, Canadá, 2003; Latinocanadá, Hugh Hazelton, 2008 y The Changing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, Sandra E.Aravena de Herron, USA., 2008. Es embajador en Canadá de Poetas del Mundo. Su antología Chilean Poets: A New Anthology, Marick Press, USA, 2011, acaba de ser publicada.
NOTAS
[1] Ediciones Cordillera, especializada en poesía, también publicó libros bilingües de poetas de la diáspora o del territorio, como Hernán Castellano Girón, Waldo Rojas, Verónica Zondeck, Tomás Harris, Raúl Barrientos y Manuel Silva Acevedo. El Primer cuaderno de Poesía Chilena, de 1980, fue una selección de poetas chilenos en Chile y Canadá.
[2] [“Among them (polítical refugees) are jorge Etcheverry, Erik Martínez and Naín Nómez, members of the avant-garde poetry movement known in Chile as the "Santiago School". Their sophisticated poetry, which draws on both European and Chilean traditions of surrealism, is both political and personal. Though they are preoccupied with Chile, the émigrés also address Canadian experience, as do Gonzalo Millán...” Canadian Enciclopaedia. Mel Hurtig, 1985, pp. 728, Ethnic Studies]. Por otro lado, Cordillera publicó en 1982 una pequeña antología bilingüe de poesía salvadoreña combatiente. Una sinopsis de Cordillera se puede ver en La aventura de Cordillera, de mi autoría, en
http://www.letras.s5.com/je030106.htm.
[3] “In the 1970s and 1980s Les Éditions d'Orphée also began diffusing the works of Chilean writers in Quebec, including not only Lavergne, but also Tito Alvarado, Nelly Davis Vallejos, and poet and painter Jorge Lizama Pizarro” Latinocanadá: a critical study of ten Latin American writers of Canada, Hugo Hazelton, Montreal, Canada, 2007, p.237. También publicó Exil transitoire/Exilio transitorio, del poeta y prosista chileno quebequense Francisco Viñuela, 1977.
[4] Esa tendencia al libro-poema y la metapoesía también es un rasgo común entre estos autores en este momento casi inicial “...a veces la metapoesía no alude simplemente a la actividad poética general sino que refiere al poema concreto y específico que se está escribiendo y que, en el momento de la lectura, está ante los ojos del lector” (Bianchi 1990: 84). La autora ejemplifica con un fragmento de La ciudad de G. Millán y uno de “Perro con alas”, poema de El Evacionista, de J. Etcheverry. Quizás el poema largo con sus elementos épicos y descriptivos acoge las inquietudes a la vez líricas y testimoniales brotadas de la necesidad de dar cuenta de un nuevo entorno y la posición del emisor, ya cargado con un bagaje personal e histórico.
[5] Split/Quotaion ha publicado entre otros, a autores chileno canadienses y se autodefine como “editorial independiente y sin fines de lucro con sede en Ottawa, Ontario, Canadá, que publica prosa y poesía en español e inglés. Fundada en 1985 por Jorge Etcheverry y Claire Turcotte, Split Quotation es una de las editoriales hispano-canadienses más respetadas y de larga trayectoria del país. Hemos publicado obras de autores y traductores destacados, tanto establecidos como emergentes. Aunque ha publicado y publica otro tipo de material, Split Quotation ha asumido el compromiso de ofrecer un espacio literario a los autores hispanófonos de Canadá y a poner su obra a disposición de públicos más amplios mediante su traducción al inglés y francés, facilitando de esta manera el diálogo intercultural y multilingüe entre la América anglo y franco parlante y la hispanófona”.
[6] En Montreal, la autora Aspasia Worlitzky se desempeña con igual facilidad en los ámbitos francófono y anglófono. Yolanda Duque Vidal presenta su obra en diversas instancias en América Latina y Europa, y su editorial Alondras publica autores chilenos e hispanoamericanos, y francófonos, figurando en el blog de la Sociedad de Escritores de Chile, vehículo en línea que se destaca por el espacio que otorga no solo a autores chileno canadienses, sino de la diáspora chilena en general. La autora Blanca Espinoza ha publicado en Chile en Proyecto Patrimonio, portal que acoge a varios autores chileno canadienses y en varios vehículos impresos y virtuales de Chile. Junto con Carmen Rodríguez son las autoras de más presencia en el territorio chileno. Gabriela Etcheverry, principalmente prosista, también cuenta con cierta presencia en Chile y su producción también incursiona en inglés. Nieves Fuenzalida publicó Three of Us Remain The 39th Fragments of the Clan en 1998, y hubo una edición casi paralela en Chile.
[7] Entre las editoriales hispánicas que han publicado a autores chileno canadienses en el contexto de la literatura hispanocanadiense, se podrían mencionar a Índigo, Gráfico, La enana blanca, Mapalé, Poetas Antiimperialistas de América, Alondras, Verbum Veritas, Lugar Común, aparte de Split Quotation, ya mencionada. Están la revista impresa, Alter Vox, de aparición irregular, y Apostles, de Montreal y dedicada básicamente a la prosa. Los medios virtuales que dan o podrían dar acogida a autores chilenocanadienses son La cita trunca, Quantati, El Alba volante, Cañasanta, entre otras
En un mundo caracterizado por transhumancias y globalizado, la existencia de vastas poblaciones trasplantadas plantea determinantes y elecciones identitarias, no tan solo a los escritores, sino a las comunidades. La importante presencia chilena en la literatura de habla española en Canadá se debe a la circunstancia histórica del exilio post golpe de 1973 en Chile, que “importó” al país no solo a una comunidad, sino a un buen número de escritores que participaron u originaron en políticas culturales, literarias y editoriales orientadas hacia la solidaridad y la denuncia del régimen de Pinochet, y que a la vez aglutinaron por esta misma organicidad a otros autores latinoamericanos, gran parte de ellos también exilados. Lo que no significaba que predominara la literatura comprometida ni menos panfletaria.
El grupo inicial lo formaban poetas y prosistas de la misma generación, pero con diferentes poéticas, en caso de los poetas: Gonzalo Millán, cercano al grupo Trilce, ya había publicado en Chile Relación Personal (Santiago, 1968) y los miembros de la Escuela de Santiago; Naín Nómez, Erik Martínez y Jorge Etcheverry participaban en un proyecto poético neo vanguardista y habían co editado una controvertida antología en 1968, 33 nombres claves de la actual poesía chilena. El prosista Leandro Urbina publica en Ediciones Cordillera Las malas juntas (1979), libro de relatos breves emblemático de la situación del golpe. Estos autores, junto a Claudio Durán, Juan Carlos García y Manuel Jofré, se consideraban a sí mismos exilados y se ubicaban en las diversas tendencias de la izquierda chilena, colaborando con la solidaridad del exilio chileno y participando en actividades culturales solidarias. Producto de esto fue Editions Maison Culturelle Québec- Amérique Latine, en Montreal, que publicó en 1979 el libro poema La Ciudad, de Gonzalo Millán -posteriormente publicado como parte de Strange Houses, compilación de su obra completa por Split/Quotation, en 1991- y en 1981 el libro de poemas bilingüe Corps de silence/Cuerpo de silencio, del poeta y actor chileno Manuel Aránguiz. Ediciones Cordillera, en Ottawa, fue la más importante empresa editorial del exilio chileno en Canadá. Ambas editoriales se regían por los parámetros de una literatura nacional exilada de la que se sentían parte y en cuyas publicaciones diaspóricas los autores publicaban. La temática de estos escritores ya adquiría elementos del ámbito y circunstancia canadienses y Cordillera publicaba libros bilingües que testimoniaban la pertenencia al exilio chileno y al ámbito anfitrión [1].
Cordillera publicó sus dos primeros libros bilingues; The Escape artist/El evacionista, de Jorge Etcheverry, y Stories of a Guarded Kingdom/Países rigurosamente vigilados, de Naín Nómez, en 1881. Más Tarde que los Clientes Habituales/ After the Usual Clients Have Gone Home, de Claudio Durán, fue publicado en 1982, por una editorial de Toronto. La primera antología chileno canadiense fue Chilean Literature in Canada, de Naín Nómez, en 1982, también bilingüe y publicada por Cordillera. La crítica señaló el aspecto experimental lingüístico de esa producción, pero también sus elementos “comprometidos”[2]. Además de los autores ya mencionados allí figuraban Manuel Jofré, Ramón Sepúlveda y Juan Carlos García, narradores y el poeta surrealista chileno Ludwig Zéller, llegado a Canadá en 1968.
Luego hubo publicaciones en inglés y francés, sobre todo en Québec, como las de Elías Letelier, Silence (The Muses' Company, 1992), y Alberto Kurapel, dramaturgo, con su Prométhée enchaîné selon Alberto Kurapel / Prometeo encadenado según Alberto Kurapel. (Humanitas/Nouvelle Optique, 1989), autores montrealinos básicamente integrados en ese momento al entorno literario anglo y francófono. Están además los poetas chilenos publicados en las Éditions d'Orphée[3], los libros del poeta y narrador Jorge Cancino (Opus 13, Omelic, 1986) también de Montreal, la prosa de Hernán Barrios, cuyo Discurso de la Macarena, publicado en Éditions d'Orphée obtuvo un premio de literatura hispánica en Canadá, de Jorge Fajardo (La Zone (VLB, 1986), narrador y cineasta y Marilú Mallet, también narradora y cineasta, (Les Compagnons De L'horloge-Pointeuse: Nouvelles. Quebec/Amerique, 1981). Carmen Rodríguez, residente en Columbia Británica, y en la revista Aquelarre que dirigía, extiende su interés hacia la solidaridad latinoamericana y la condición de los explotados y la mujer en general. Su libro de poesía Guerra Prolongada/Protracted War (1992) publicado por una editorial inglesa, es un libro comprometido y de exilio. Hay varios autores de segunda generación, entre ellos el joven poeta chileno quebequense Rodrigo Sandoval, que publicó en Chile Memoria ausente (Mago Editores, 2008) y escribe y publica además en francés; Mauricio Segura, que publicó la novela Côte-des-nègres (Boréal, 1998). Una tercera autora de segunda generación, esta vez de la Columbia Británica, es Carmen Aguirre, actriz, dramaturga y autora de la novela Something fierce. Memoirs of a Revolutionary Daughter (Douglas & McIntyre, 2011).
Dada la abundancia y diversidad de la poesía chilena en el país, y en otros destinos de la diáspora, la preponderancia del género se deja sentir en los escritores chilenos en Canadá. Hay una poesía existencial-comprometida como la de Claudio Durán, Manuel Aránguiz, Francisco Viñuela o Elías Letelier; otra testimonial, comprometida, o experimental, en Luis Lama, Luciano Díaz, Nieves Fuenzalida, Alfredo Laverge, Jaime Serey, Jorge Cancino, Jorge Nef y Arturo Lazo, entre otras voces. El libro-poema ya mencionado de Gonzalo Millán La ciudad, combina compromiso, metapoesía y la intersección lingüística cultural de su situación de escritor castellanógrafo exilado, y pasó a convertirse en uno de los poemas claves de la poesía chilena contemporánea, al referirse a un universo urbano que alude a la situación del golpe de estado de 1973, “se sugiere cualquier urbe, sin necesidad de nominar ni explicitar sus ubicaciones geográficas” (Soledad Bianchi: Poesía chilena (miradas.enfoques.apuntes) Documentas/Cesoc Santiago de Chile, 1990, p. 98)[4].
Las políticas de multiculturalismo facilitaron el financiamiento de varias publicaciones de Cordillera y de Split Quotation[5], pequeña editorial de algún modo su continuadora, tanto de obras de poesía como de narrativa. La narrativa, como la poesía, se inició entre autores que, salvo Urbina, no habían publicado en Chile. Así surgen autores como Juan Carlos García, Ramón Sepúlveda, Hernán Barrios, Marilú Mallet, Helios Murialdo (autor de la ambiciosa novela El amor llegó por el lado izquierdo, publicada por Split/Quotation). Hay autores básicamente poetas que escriben prosa -Jorge Etcheverry, Luis Lama, Carmen Rodríguez, Jorge Cancino y Francisco Viñuela-y recientes narradores chileno canadienses como son Gabriela Etcheverry (Latitudes, Split Quotation 2007), y la narradora Camila Reimers (Hijos de lava, Mapalé 2005). La incursión de la literatura chilena en el (relativamente) nuevo medio virtual se muestra en Poetas.com, Poetas Antiimperialistas de América, iniciada por Elías Letelier, pionero del uso de los nuevos medios de comunicación para la publicación y difusión de la poesía, no tan solo de habla hispana. Ligada a las luchas de liberación, esta iniciativa de Letelier combinó la poesía, el exilio y el compromiso político bajo la forma de la editorial cooperativa en línea Poetas Antiimperialistas de América (www.poetas.com).
En este contexto hay que mencionar a la poesía femenina, presente y perfilada desde los orígenes de la literatura chilena en el país y representada entre otras por Nelly Davis, Nieves Fuenzalida, Blanca Espinoza, Carmen Rodríguez, Carmen Contreras, Aspasia Worlitzky, Teresa León, Yolanda Duque Vidal y Constanza Durán, además de otras voces emergentes, que siendo poetas chilenas, son a la vez hispanocanadienses, latinoamericanas, chileno quebequenses o chilenocanadienses, y que en sus publicaciones y presentaciones varían de adscripción cultural y geográfica[6].
Las principales antologías que han recogido la producción literaria de escritores y poetas chilenos en Canadá, han sido, aparte de la ya mencionada de Naín Nómez, el número especial de la revista ARC dedicado a la poesía chilena en Canadá, titulado Odes, Dreams, and Diáspora, de 1995, compilado por Luciano Díaz, y Northern Cronopios: Chilean novelists and short story writers in Canada: an anthology (Split Quotation, 1993), de Jorge Etcheverry, pero hay vasta presencia chilena en antologías de la literatura en castellano escrita en el país.
En lo referente a la difusión de la literatura canadiense en castellano, incluyendo a la chilena, se está constituyendo un público que puede llegar a constituir un “niche market”. Sin embargo se carece de publicaciones periódicas impresas y virtuales de envergadura relativa dedicadas específicamente a la literatura hispanocanadiense, con una distribución específica, aunque existen ciertas instancias editoriales, publicaciones impresas y virtuales que dan acogida a esta literatura[7]. Son limitaciones que debe confrontar una literatura producida en Canadá y en lengua castellana, que intenta mantener e incluso desarrollar el nivel de desarrollo alcanzado en Latinoamérica y Chile hasta la década actual. A este respecto me atrevería a decir que la literatura chilena que se hace y difunde en Canadá, por su inicial conexión con una institución literaria chilena en el exilio y/o contestataria, no tiende a agotarse en las peripecias de la aculturación al nuevo ámbito, al compromiso o la nostalgia o a la identidad en entredicho, elementos temáticos que caracterizan a las literaturas migrantes y exiladas, incluidas a las de Canadá, sino que contiene elementos intergenéricos, neovanguardistas y experimentales que denotan su inclusión y sentido de pertenencia a la literatura chilena per se, no siempre aceptada por sus coetáneos del interior de Chile. Pero aún así, no solo representa un microcosmos de la escritura territorial chilena, sino que agrega elementos anfibológicos a la identidad social y cultural de los autores -paralelos a las elecciones o determinantes identitarias de sus comunidades- derivados de los diversos modos de inserción de los escritores chilenos en la sociedad anfitriona, que produce en ocasiones obras inéditas que constituyen un aporte a la literatura chilena y de habla hispana en general.
Ottawa, 05 septiembre 2011
* * *
Nacido en Chile, Jorge Etcheverry vive en Canadá desde 1975 donde trabaja como traductor. Es poeta, prosista y crítico. Cronipoemas, su sexto libro de poemas fue publicado en Canadá en 2010. En 1993 apareció su novela De chácharas y largavistas. Su antología de narradores chilenos en Canadá, Northern Cronopios, también fue publicada en 1993. Ha publicado prosa, poesía y crítica en Chile, Canadá, México, Cuba, Estados Unidos y otros países. Escritos suyos aparecen en antologías como Cien microcuentos chilenos, Armando Epple, Chile, 2002; Los poetas y el general, Eva Goldschmidt, Chile, 2002; Anaconda, Antología di Poeti Americani, Elías Letelier, Canadá, 2003; Latinocanadá, Hugh Hazelton, 2008 y The Changing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, Sandra E.Aravena de Herron, USA., 2008. Es embajador en Canadá de Poetas del Mundo. Su antología Chilean Poets: A New Anthology, Marick Press, USA, 2011, acaba de ser publicada.
NOTAS
[1] Ediciones Cordillera, especializada en poesía, también publicó libros bilingües de poetas de la diáspora o del territorio, como Hernán Castellano Girón, Waldo Rojas, Verónica Zondeck, Tomás Harris, Raúl Barrientos y Manuel Silva Acevedo. El Primer cuaderno de Poesía Chilena, de 1980, fue una selección de poetas chilenos en Chile y Canadá.
[2] [“Among them (polítical refugees) are jorge Etcheverry, Erik Martínez and Naín Nómez, members of the avant-garde poetry movement known in Chile as the "Santiago School". Their sophisticated poetry, which draws on both European and Chilean traditions of surrealism, is both political and personal. Though they are preoccupied with Chile, the émigrés also address Canadian experience, as do Gonzalo Millán...” Canadian Enciclopaedia. Mel Hurtig, 1985, pp. 728, Ethnic Studies]. Por otro lado, Cordillera publicó en 1982 una pequeña antología bilingüe de poesía salvadoreña combatiente. Una sinopsis de Cordillera se puede ver en La aventura de Cordillera, de mi autoría, en
http://www.letras.s5.com/je030106.htm.
[3] “In the 1970s and 1980s Les Éditions d'Orphée also began diffusing the works of Chilean writers in Quebec, including not only Lavergne, but also Tito Alvarado, Nelly Davis Vallejos, and poet and painter Jorge Lizama Pizarro” Latinocanadá: a critical study of ten Latin American writers of Canada, Hugo Hazelton, Montreal, Canada, 2007, p.237. También publicó Exil transitoire/Exilio transitorio, del poeta y prosista chileno quebequense Francisco Viñuela, 1977.
[4] Esa tendencia al libro-poema y la metapoesía también es un rasgo común entre estos autores en este momento casi inicial “...a veces la metapoesía no alude simplemente a la actividad poética general sino que refiere al poema concreto y específico que se está escribiendo y que, en el momento de la lectura, está ante los ojos del lector” (Bianchi 1990: 84). La autora ejemplifica con un fragmento de La ciudad de G. Millán y uno de “Perro con alas”, poema de El Evacionista, de J. Etcheverry. Quizás el poema largo con sus elementos épicos y descriptivos acoge las inquietudes a la vez líricas y testimoniales brotadas de la necesidad de dar cuenta de un nuevo entorno y la posición del emisor, ya cargado con un bagaje personal e histórico.
[5] Split/Quotaion ha publicado entre otros, a autores chileno canadienses y se autodefine como “editorial independiente y sin fines de lucro con sede en Ottawa, Ontario, Canadá, que publica prosa y poesía en español e inglés. Fundada en 1985 por Jorge Etcheverry y Claire Turcotte, Split Quotation es una de las editoriales hispano-canadienses más respetadas y de larga trayectoria del país. Hemos publicado obras de autores y traductores destacados, tanto establecidos como emergentes. Aunque ha publicado y publica otro tipo de material, Split Quotation ha asumido el compromiso de ofrecer un espacio literario a los autores hispanófonos de Canadá y a poner su obra a disposición de públicos más amplios mediante su traducción al inglés y francés, facilitando de esta manera el diálogo intercultural y multilingüe entre la América anglo y franco parlante y la hispanófona”.
[6] En Montreal, la autora Aspasia Worlitzky se desempeña con igual facilidad en los ámbitos francófono y anglófono. Yolanda Duque Vidal presenta su obra en diversas instancias en América Latina y Europa, y su editorial Alondras publica autores chilenos e hispanoamericanos, y francófonos, figurando en el blog de la Sociedad de Escritores de Chile, vehículo en línea que se destaca por el espacio que otorga no solo a autores chileno canadienses, sino de la diáspora chilena en general. La autora Blanca Espinoza ha publicado en Chile en Proyecto Patrimonio, portal que acoge a varios autores chileno canadienses y en varios vehículos impresos y virtuales de Chile. Junto con Carmen Rodríguez son las autoras de más presencia en el territorio chileno. Gabriela Etcheverry, principalmente prosista, también cuenta con cierta presencia en Chile y su producción también incursiona en inglés. Nieves Fuenzalida publicó Three of Us Remain The 39th Fragments of the Clan en 1998, y hubo una edición casi paralela en Chile.
[7] Entre las editoriales hispánicas que han publicado a autores chileno canadienses en el contexto de la literatura hispanocanadiense, se podrían mencionar a Índigo, Gráfico, La enana blanca, Mapalé, Poetas Antiimperialistas de América, Alondras, Verbum Veritas, Lugar Común, aparte de Split Quotation, ya mencionada. Están la revista impresa, Alter Vox, de aparición irregular, y Apostles, de Montreal y dedicada básicamente a la prosa. Los medios virtuales que dan o podrían dar acogida a autores chilenocanadienses son La cita trunca, Quantati, El Alba volante, Cañasanta, entre otras
Sunday, November 13, 2011
Maternidad
Juana Soler
Me visitó en sueños
Me dijo
Los milenios se van a abrir
Como las flores de tu jardín
Se van a apretujar
Como las hojas de una alcachofa
Apretados
Como granos de maíz
Lado a lado
Como espigas de trigo
Daremos a luz
Ejércitos incontables
Como las moléculas de agua
De todos los mares de La Tierra
Eso me dijo en sueños
Esa otra mujer
Con regazo
Con manos
Como todas las mujeres
Quizás todas
Tuvimos ese sueño
Alguna vez
Me visitó en sueños
Me dijo
Los milenios se van a abrir
Como las flores de tu jardín
Se van a apretujar
Como las hojas de una alcachofa
Apretados
Como granos de maíz
Lado a lado
Como espigas de trigo
Daremos a luz
Ejércitos incontables
Como las moléculas de agua
De todos los mares de La Tierra
Eso me dijo en sueños
Esa otra mujer
Con regazo
Con manos
Como todas las mujeres
Quizás todas
Tuvimos ese sueño
Alguna vez
Friday, November 11, 2011
Pezpoeta
Jorge Etcheverry
Aún en los refugios aparentemente más a salvo que tenemos. Esa especie de carpa en que por tantos años nos hemos cobijado—y defendido con otros que no voy a nombrar—bajo el pretexto de la poesía.
Como una explosión atómica cae en nuestro seno y vehiculizada bajo una voz otrora solidaria y venerable esa vasta universal imposición que nos viene del Sistema.
Que otra vez abre sus alas de pluma metálica y sombra desproporcionadamente grande en comparación con sus dimensiones—y que pretende así cubrirlo todo—no dejarnos cobijo ni resquicio disponible
Así pues sabremos defendernos con máscaras y disfraces—algunos de sus retoños más queridos y mimados se los devolveremos dados vuelta como guantes y con ojos opacos de resentimiento
Jugando pinpón de bolsillo haciendo canastos levantando el dedo índice de manera disimulada en un además tan sugerente como universal
Se harán la señal de la cruz en las ceremonias de todas las iglesias que los filisteos y pechoñas implementan a favor de todos los dioses
Aún los mismos ángeles serán en secreto convencidos por nuestros gestos más inexpresados
Como peces de vasto desove y de número ínfimo nos deslizamos en el vasto cardumen plural—nuestro potencial de inseminación crece en proporción directa con cada batida de nuestra poderosas aletas dorsales
Aún en los refugios aparentemente más a salvo que tenemos. Esa especie de carpa en que por tantos años nos hemos cobijado—y defendido con otros que no voy a nombrar—bajo el pretexto de la poesía.
Como una explosión atómica cae en nuestro seno y vehiculizada bajo una voz otrora solidaria y venerable esa vasta universal imposición que nos viene del Sistema.
Que otra vez abre sus alas de pluma metálica y sombra desproporcionadamente grande en comparación con sus dimensiones—y que pretende así cubrirlo todo—no dejarnos cobijo ni resquicio disponible
Así pues sabremos defendernos con máscaras y disfraces—algunos de sus retoños más queridos y mimados se los devolveremos dados vuelta como guantes y con ojos opacos de resentimiento
Jugando pinpón de bolsillo haciendo canastos levantando el dedo índice de manera disimulada en un además tan sugerente como universal
Se harán la señal de la cruz en las ceremonias de todas las iglesias que los filisteos y pechoñas implementan a favor de todos los dioses
Aún los mismos ángeles serán en secreto convencidos por nuestros gestos más inexpresados
Como peces de vasto desove y de número ínfimo nos deslizamos en el vasto cardumen plural—nuestro potencial de inseminación crece en proporción directa con cada batida de nuestra poderosas aletas dorsales
Tuesday, November 8, 2011
16 Festival Internacional de Poesía de La Habana
CONVOCATORIA
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Ministerio de Cultura, la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Fundación Nicolás Guillén, el Instituto Cubano del Libro, la Fundación Asia-Iberoamérica, el ALBA Cultural y la Red “Nuestra América” de Festivales Internacionales de Poesía, convocan al 16 Festival Internacional de Poesía de La Habana, del 21 al 27 de mayo de 2012.
Actividades principales
Palabra del mundo, lectura simultánea en 500 ciudades del planeta
Junta Directiva de la Red de Poetas en Defensa de la Humanidad
Encuentro de la Red “Nuestra América” de Festivales Internacionales de Poesía
Congreso del Proyecto Cultural Sur
Laboratorio de Escrituras: Los grandes poetas negros.
Lectura de poetas de África, Estados Unidos y el Caribe
Exposición del Centro de Estudios de la Gráfica Política de los Ángeles
CubaPoesía Itinerante: Lectura en barrios, colegios y tabaquerías
Homenaje por el Centenario de Virgilio Piñera
Entrega del Premio “Wolsan-CubaPoesía”
Entrega del Premio “Rafael Alberti”
Sedes
La Habana, Pinar del Río, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Artemisa, San José de las Lajas, Manzanillo. Sedes capitalinas: Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, Centro Cultural Dulce María Loynaz, Pabellón Cuba, Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre, Casa de las Américas, Sociedad Cultural José Martí. Centro Histórico de La Habana Vieja: Basílica de San Francisco de Asís, Museo Nacional de Bellas Artes, Casa de la Poesía, Casa Guayasamín, Casa Benito Juárez, Casa Simón Bolívar, Biblioteca Rubén Martínez Villena, Casa natal de José Martí, Casa de África, Unión Yoruba de Cuba, Casa de la Obrapía, Museo de los Árabes, Unión Árabe de Cuba, Casa de Asia, Plaza de Armas, Paseo del Prado
Villa del Festival
Hotel Inglaterra
Presidencia de Honor
Aitana Alberti, Pablo Armando Fernández, César López, Rogelio Martínez Furé, Nancy Morejón,Miguel Barnet, Eusebio Leal, Zuleica Romay, Carilda Oliver, Waldo Leyva, Virgilio López Lemus, Orlando García, Juan, Ramón de la Portilla, Sixto E. Bonachea, Ada Mirta Cepeda, Omar Felipe Mauri, Julio Sánchez Chang, Pedro López Cerviño, Jesús David Curbelo, Gerardo Alfonso, Karel Leyva, Edel Morales
Comité de Apoyo Internacional
Thiago de Mello (Brasil), Marcelino Dos Santos (Mozambique), Zolani Mkiva (Sudáfrica), Juan Bañuelos (México), Hildebrando Pérez (Perú), Fernando Rendón (Colombia),Malak Sahioni (Siria), Antonio Goncalves (Angola), Elikura Chihuailaf (Chile), David Kunzle (USA, Tito Alvarado (Canadá), Samir Delgado (Islas Canarias), Gabriel Impaglione (Italia)
Coordinadores
Pierre Bernet, Karel Leyva, Carmen González, Emilio Comas, Sinecio Verdecia, José Luis Moreno, Luis Lorente, Jesús David Curbelo, Félix Contreras
Grupo Ejecutivo
Teresa Cuesta, Marlene Alfonso, Jorge Luis Coloma, Tania Hechavarría, Liliam Comas, Juliet Chongo, Yeney Ramos, Irma Brito, Constantino Muiños, Betsy Rojo, Lina Castro
Fecha tope de inscripción
20 de abril de 2012
Coordinador General
Alex Pausides
Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Calle 17 # 354 entre G y H, Vedado, Ciudad de La Habana, Teléfono 832 4152 (53-7) 833 3158 Fax
E. mail: cubapoesia@cubarte.cult.cu / proyectosurcuba@ueac.co.cu
Sitios web: www.cubapoesia.cult.cu / www.palabradelmundo.cult.cu / http://fplh.blogspot.com
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Ministerio de Cultura, la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Fundación Nicolás Guillén, el Instituto Cubano del Libro, la Fundación Asia-Iberoamérica, el ALBA Cultural y la Red “Nuestra América” de Festivales Internacionales de Poesía, convocan al 16 Festival Internacional de Poesía de La Habana, del 21 al 27 de mayo de 2012.
Actividades principales
Palabra del mundo, lectura simultánea en 500 ciudades del planeta
Junta Directiva de la Red de Poetas en Defensa de la Humanidad
Encuentro de la Red “Nuestra América” de Festivales Internacionales de Poesía
Congreso del Proyecto Cultural Sur
Laboratorio de Escrituras: Los grandes poetas negros.
Lectura de poetas de África, Estados Unidos y el Caribe
Exposición del Centro de Estudios de la Gráfica Política de los Ángeles
CubaPoesía Itinerante: Lectura en barrios, colegios y tabaquerías
Homenaje por el Centenario de Virgilio Piñera
Entrega del Premio “Wolsan-CubaPoesía”
Entrega del Premio “Rafael Alberti”
Sedes
La Habana, Pinar del Río, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Artemisa, San José de las Lajas, Manzanillo. Sedes capitalinas: Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, Centro Cultural Dulce María Loynaz, Pabellón Cuba, Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre, Casa de las Américas, Sociedad Cultural José Martí. Centro Histórico de La Habana Vieja: Basílica de San Francisco de Asís, Museo Nacional de Bellas Artes, Casa de la Poesía, Casa Guayasamín, Casa Benito Juárez, Casa Simón Bolívar, Biblioteca Rubén Martínez Villena, Casa natal de José Martí, Casa de África, Unión Yoruba de Cuba, Casa de la Obrapía, Museo de los Árabes, Unión Árabe de Cuba, Casa de Asia, Plaza de Armas, Paseo del Prado
Villa del Festival
Hotel Inglaterra
Presidencia de Honor
Aitana Alberti, Pablo Armando Fernández, César López, Rogelio Martínez Furé, Nancy Morejón,Miguel Barnet, Eusebio Leal, Zuleica Romay, Carilda Oliver, Waldo Leyva, Virgilio López Lemus, Orlando García, Juan, Ramón de la Portilla, Sixto E. Bonachea, Ada Mirta Cepeda, Omar Felipe Mauri, Julio Sánchez Chang, Pedro López Cerviño, Jesús David Curbelo, Gerardo Alfonso, Karel Leyva, Edel Morales
Comité de Apoyo Internacional
Thiago de Mello (Brasil), Marcelino Dos Santos (Mozambique), Zolani Mkiva (Sudáfrica), Juan Bañuelos (México), Hildebrando Pérez (Perú), Fernando Rendón (Colombia),Malak Sahioni (Siria), Antonio Goncalves (Angola), Elikura Chihuailaf (Chile), David Kunzle (USA, Tito Alvarado (Canadá), Samir Delgado (Islas Canarias), Gabriel Impaglione (Italia)
Coordinadores
Pierre Bernet, Karel Leyva, Carmen González, Emilio Comas, Sinecio Verdecia, José Luis Moreno, Luis Lorente, Jesús David Curbelo, Félix Contreras
Grupo Ejecutivo
Teresa Cuesta, Marlene Alfonso, Jorge Luis Coloma, Tania Hechavarría, Liliam Comas, Juliet Chongo, Yeney Ramos, Irma Brito, Constantino Muiños, Betsy Rojo, Lina Castro
Fecha tope de inscripción
20 de abril de 2012
Coordinador General
Alex Pausides
Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Calle 17 # 354 entre G y H, Vedado, Ciudad de La Habana, Teléfono 832 4152 (53-7) 833 3158 Fax
E. mail: cubapoesia@cubarte.cult.cu / proyectosurcuba@ueac.co.cu
Sitios web: www.cubapoesia.cult.cu / www.palabradelmundo.cult.cu / http://fplh.blogspot.com
Thursday, November 3, 2011
Testimonio de contacto o rapto por extraterrestres (anónimo)-descripción de la nave I
La mejor manera para mí de calcular las dimensiones de la nave es establecer una comparación en términos de cuadras e imaginándome el plano aproximado del barrio en el que vivo. Entonces puedo decir: unas diez cuadras en un sentido, unas doce en el otro y de profundidad unas cinco. Nave digo, aunque ellos le llaman el hábitat, ya que tiene una parte por así decir habitacional, que va de lado a lado y tiene un ancho de dos cuadras. Luego vienen unas tres cubiertas de una vegetación boscosa y tupida y en el centro, a unas tres cuadras de un extremo y otras tres del otro—a lo ancho—, hay unas cuatro cuadras de una edificación cuya máxima altura alcanza a unos 50 metros de alto, pero que me dicen se prolonga unas dos cuadras hacia abajo, en un sentido subterráneo y luego siguen unas tres cuadras, en general cubiertas de agua, hasta el borde. Ese es el centro donde se encuentran y despegan, en el nivel superficial y otros dos hacia las profundidades, las naves menores, cada una aproximadamente del tamaño de una casa normal de dos o tres piso. Si se calculan unas cinco naves por cuadra. Ese cuadrilátero, así rodeado hacia ambos lados de elementos o accidentes geográficos que podría calificar de naturales, tendría entonces unas veinte por veinte naves, igual cuatrocientas naves sólo en la superficie, no sé si se guarda la misma proporción en los niveles subterráneos de la estructura o exactamente qué hay allí. Debajo de esta construcción, hay unos cincuenta metros de algún otro nivel y luego unos cien metros de otra construcción que es el comando central, prácticamente automatizado, al que hacia abajo sigue otra cuadra y media con otros tres diversos niveles, unos más abovedados que otros, uno acuático, otro selvático y otro con lo que parecen plantaciones de vegetales alimenticios. Eso más o menos en lo que corresponde a lo que está debajo del complejo de naves aeroespaciales, que en general y como pude darme cuenta despegan verticalmente y sin combustión, me arriesgo a suponer que usando algún tipo de energía antigravitatoria. Debajo de la superficie total hay diversos niveles, por ejemplo, casi coincidente con que llamo la parte habitacional que describía al principio, uno de los niveles corresponde a una bóveda sobre una especie de laguna de una dos cuadras por cuatro, orillada por una especie de playa y otras habitaciones de la misma seudo arena de la playa, en un nivel más alto que la playa, sobre un terraplén. A lo largo de uno de los lados, el de las doce cuadras, y junto al borde, hay una especie de río circulante de casi una cuadra, que llega al borde, o casi, ya que hay una franja de terreno arbolado, de una media cuadra. El área habitacional principal (los hay que viven en los bosques, etc., no sólo de la superficie, sino también de los niveles subterráneos en las cinco cuadras de profundidad no ocupadas por las construcciones mencionadas, y los sectores acuosos), es, como decía de unas dos cuadras, pero que se prolongan por todo un lado, a lo largo de las doce de largo de la estructura del hábitat—recuerden que sería de 12x10x5. Hay cuatro construcciones como promedio en cada cuadra, lo que da cuarenta y ocho, que por las 8 de las dos cuadras de ancho y contando subterráneos y segundo y terceros—a veces más—pisos, daría cabida con ese mismo espacio disponible, muy superior al disponible a cualquier ciudad humana, a más de mil habitantes. Pero ya he mencionado que hay quienes viven en los seudo bosques y seudo lagos o en el seudo río (seudos para uno) y en los diferentes niveles, o espacios subterráneos que se entrecruzan en esa estructura más bien de hueca de medio kilómetro de profundidad. Como el total de habitantes es de más o menos 500, uno se encuentra con una estructura equivalente a una casa espaciosa, como serían las de una cuadra con sólo cuatro casas, y a veces con más de un piso, que sirve de morada a tan solo uno de los extraterrestres
Sunday, October 23, 2011
Declaración del Tercer Festival Internacional de Poesía de Resistencia
TERCER FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE RESISTENCIA
Dedicado a los pueblos oprimidos de todas partes
Toronto, 14-16 de octubre de 2011
Foco de 2009: libertad para los cinco cubanos
Foco de 2010: libertad para Mumia Abu Jamal y Leonard Peltier
www.poetryofresistance.org, correo e: resistancepoetryfest@yahoo.ca Tel. 416 603 9858
DECLARACIÓN DEL TERCER FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE RESISTENCIA
El 3er. IFPOR en honor de los pueblos oprimidos de todas partes tuvo lugar en Toronto del 14 al 16 de octubre de 2011.
Nosotros, los participantes en el Tercer Festival venidos de muchos países del mundo, formamos parte de las demostraciones mundiales de los indignados que rechazan el corporativismo /militarismo global y prometen continuar la lucha para desmantelar totalmente estos intereses corporativos y militares.
Respecto a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)
Reconocemos la importancia del establecimiento de ALBA en la búsqueda de la integración social, económica y política a fin de derrotar la pobreza en las regiones que abraca. Estamos de acuerdo en que ALBA proporciona una visión alternativa del comercio internacional, poniendo en práctica la ayuda mutua basada en la solidaridad, y no en explotación tal como la practican el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
Respecto a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)
Saludamos el nacimiento de esta nueva organización de la unidad en Caracas, el 3 de diciembre de 2011, y la Reunión Continental de Movimientos Sociales Quebec en el Sur que lo acompaña.
Respecto a Palestina
Nosotros estamos por la autodeterminación de los pueblos y condenamos al gobierno estadounidense por su uso de la fuerza contra países como Libia.
Somos partidarios de implementar una paz duradera entre Palestina e Israel y apoyamos el establecimiento del estado independiente de Palestina junto al de Israel, dentro de las fronteras de junio de 1967. En esto nos unimos a las fuerzas progresistas dentro de Israel
En los tres casos siguientes nos hacemos eco de los llamados de la Amnistía Internacional y otras agrupaciones de derechos humanos
Respecto a Mumia Abu-Jamal
Pedimos su retiro inmediato del corredor de la muerte, su liberación de la prisión y apoyamos el reconocimiento del 10 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad con Mumia Abu Jamal.
Respecto a Leonard Peltier
Sumamos nuestras voces a quienes piden la libertad de Leonard Peltier.
Respecto a los Cinco Cubanos
Solicitamos la intervención del presidente Obama en caso de los Cinco Cubanos, para poner en libertad de su encarcelamiento injusto a estos luchadores antiterroristas no violentos de su encarcelamiento injusto y posibilitar su vuelta a Cuba. En particular, rechazamos la exigencia de que René González, uno de los Cinco, sirva un período probatorio de tres años en Estados Unidos, donde su vida se encuentra amenazada por los mismos terroristas cubano estadounidenses que ellos desenmascararon.
FECHADA en Toronto este día 16avo de octubre de 2011
Dedicado a los pueblos oprimidos de todas partes
Toronto, 14-16 de octubre de 2011
Foco de 2009: libertad para los cinco cubanos
Foco de 2010: libertad para Mumia Abu Jamal y Leonard Peltier
www.poetryofresistance.org, correo e: resistancepoetryfest@yahoo.ca Tel. 416 603 9858
DECLARACIÓN DEL TERCER FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE RESISTENCIA
El 3er. IFPOR en honor de los pueblos oprimidos de todas partes tuvo lugar en Toronto del 14 al 16 de octubre de 2011.
Nosotros, los participantes en el Tercer Festival venidos de muchos países del mundo, formamos parte de las demostraciones mundiales de los indignados que rechazan el corporativismo /militarismo global y prometen continuar la lucha para desmantelar totalmente estos intereses corporativos y militares.
Respecto a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)
Reconocemos la importancia del establecimiento de ALBA en la búsqueda de la integración social, económica y política a fin de derrotar la pobreza en las regiones que abraca. Estamos de acuerdo en que ALBA proporciona una visión alternativa del comercio internacional, poniendo en práctica la ayuda mutua basada en la solidaridad, y no en explotación tal como la practican el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
Respecto a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)
Saludamos el nacimiento de esta nueva organización de la unidad en Caracas, el 3 de diciembre de 2011, y la Reunión Continental de Movimientos Sociales Quebec en el Sur que lo acompaña.
Respecto a Palestina
Nosotros estamos por la autodeterminación de los pueblos y condenamos al gobierno estadounidense por su uso de la fuerza contra países como Libia.
Somos partidarios de implementar una paz duradera entre Palestina e Israel y apoyamos el establecimiento del estado independiente de Palestina junto al de Israel, dentro de las fronteras de junio de 1967. En esto nos unimos a las fuerzas progresistas dentro de Israel
En los tres casos siguientes nos hacemos eco de los llamados de la Amnistía Internacional y otras agrupaciones de derechos humanos
Respecto a Mumia Abu-Jamal
Pedimos su retiro inmediato del corredor de la muerte, su liberación de la prisión y apoyamos el reconocimiento del 10 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad con Mumia Abu Jamal.
Respecto a Leonard Peltier
Sumamos nuestras voces a quienes piden la libertad de Leonard Peltier.
Respecto a los Cinco Cubanos
Solicitamos la intervención del presidente Obama en caso de los Cinco Cubanos, para poner en libertad de su encarcelamiento injusto a estos luchadores antiterroristas no violentos de su encarcelamiento injusto y posibilitar su vuelta a Cuba. En particular, rechazamos la exigencia de que René González, uno de los Cinco, sirva un período probatorio de tres años en Estados Unidos, donde su vida se encuentra amenazada por los mismos terroristas cubano estadounidenses que ellos desenmascararon.
FECHADA en Toronto este día 16avo de octubre de 2011
Tuesday, October 18, 2011
Palomas
Juana Petra Soler (Giovanísima)
Palomas
De las ciudades
En bandadas bajando a las plazas
De los campos
Anidando entre las vigas
De los graneros
Donde sea
Arrumacando a las crías
Con ese susurro
Que no sé cómo llamar
Reproducidas hasta el infinito
Simbolizando la paz
Un huevo que no da cría
Pero que empollan
Grises
O blancas
Tenaces
En su maternidad frustrada
Palomas
De las ciudades
En bandadas bajando a las plazas
De los campos
Anidando entre las vigas
De los graneros
Donde sea
Arrumacando a las crías
Con ese susurro
Que no sé cómo llamar
Reproducidas hasta el infinito
Simbolizando la paz
Un huevo que no da cría
Pero que empollan
Grises
O blancas
Tenaces
En su maternidad frustrada
Monday, October 3, 2011
Dos poemas de Nieves Fuenzalida
El pantalón azul
Me escondí
en
la bastilla izquierda
de
tu pantalón azul.
Comenzaste a caminar.
Y yo voy navegando
en
tu velero azul
por
un mar de otoños amarillos,
verde rojizas manzanas,
uvas de parrones tardíos.
Sol
Las urracas
de
alas negras y brillantes
despertaron
al Sol
en
las ramas
de
los alambres de púas
del
jardín
para que les trajera
un atardecer naranja
en
la mañana.
Nieves.
29 de Septiembre de 2011.
Me escondí
en
la bastilla izquierda
de
tu pantalón azul.
Comenzaste a caminar.
Y yo voy navegando
en
tu velero azul
por
un mar de otoños amarillos,
verde rojizas manzanas,
uvas de parrones tardíos.
Sol
Las urracas
de
alas negras y brillantes
despertaron
al Sol
en
las ramas
de
los alambres de púas
del
jardín
para que les trajera
un atardecer naranja
en
la mañana.
Nieves.
29 de Septiembre de 2011.
Sunday, September 18, 2011
Concurso de poesía de vanguardia ‘Alba volante’. Entrevista a Jorge Etcheverry
Gabriela Etcheverry
GE Qué te motivó a iniciar este concurso
JE Bueno, habría que empezar diciendo que yo me originé como poeta en lo que fue la Escuela de Santiago, que ya buscaba nuevos rumbos alternativos en la poesía chilena a fines de los 1960 y comienzos de los 1970. La poesía de vanguardia es la práctica escritural más valiosa para mí. Lo segundo sería que hay otros factores subyacentes. La así llamada globalización y los medios virtuales a la que vez que universalizan en acceso y la participación literarias y poéticas, y como contrapartida imponen necesidades de formato de lectura y facilidad de acceso que han simplificado la expresión y privilegiado desproporcionadamente la expresión directa del contenido sobre la forma, degradando la podríamos decir complejidad de la expresión literaria (y poética) y muchas veces cayendo en la reiteración al infinito y el cliché, en la expresión de lo por sí valioso y universal que de esta manera pierde fuerza e impacto social y cultural. Después está el hecho de que la producción literaria y poética en español en este país está siempre en emergencia, en sus dos sentidos, de brote y peligro, ya que el sistema, intencionadamente o no, tiende a reservar la categoría de ‘autor’ per se a los de las dos culturas hegemónicas, mientras que los de las subordinadas son más bien, ‘comunitarios’ y expresión de ‘temas’, la identidad, la alineación, la aculturación, el exilio, la nostalgia, la afirmación genérica o etnocultural, etc., lo que está bien e incluso es adecuado, progresista, etc. y de alguna manera debe promoverse en los estudios humanísticos, pero como todos los fenómenos son dialécticos, en la parte negativa, todavía la institución literaria y la entrada a su sistema social jerárquico implica la noción de autor/a como una entidad que no se agota o determina en temas, sino que existe como ‘personalidad’. Así, hacer en Canadá un concurso que destaca aspectos del lenguaje poético sin adscripción temática, ‘tira pa arriba’ el estatus de la literatura, y la poesía, escrita en castellano. Bueno. Se podría escribir un libro sobre este asunto, pero no a mucha gente le va a interesar
GE Me sorprendió que no buscaras patrocinadores para el premio. ¿Buscabas liberarte de posibles influencias sobre la decisión final?
JE No, lo que pasa es que no se me ocurrió que hubiera ningún patrocinador, en la parte económica, que es la que me hubiera interesado. Respecto a otros aspectos, me interesaba que fuera El alba volante, título de una blogista que tengo y de una nueva rama de Split/Quotation/La cita trunca, justamente llamada El alba volante, en principio dedicada a la poesía contemporánea en castellano—por el momento, y que esperamos que continúe.
GE Me fue posible leer una gran parte de los poemas concursantes, gracias a una tarea de asesoramiento técnico. Me sorprendió el hecho de que en un concurso explícitamente de poesía de vanguardia se haya recibido tal cantidad de textos que sin lugar a dudas caben en la denominación de poesía lírica o de otras variantes de la poesía. ¿Crees que hay un desconocimiento de lo que es poesía de vanguardia o que la poesía es inherentemente lírica y que los intentos vanguardistas del siglo XX no lograron cambiar esa, dizque esencia de la poesía?
JE Preferiría cambiar un poco el orden de los elementos de la pregunta. Para muchos incluso hoy la poesía es eminentemente o inherentemente lírica. Ha aumentado la proliferación del cultivo de la poesía, a lo que ha ayudado la revolución virtual y los nuevos medios de comunicación social que acentúan ese valor lírico axiológico de base de la poesía, que muchas veces viene a sustituir a espacios carentes de participación social y política. Respecto a lo otro, realmente me interesaba saber qué se entiende actualmente como vanguardia en el mundo de habla hispana, o castellanógrafo. Hay muchas concepciones de lo que es la poesía de vanguardia. Entre ellas algunas que prácticamente no hacen ninguna distinción con la poesía lírica, otros que la hacen sinónimo de una actitud de rebeldía personal o política, otros que más bien comentan sobre los íconos vanguardistas ya establecidos. Todos elementos que por otra parte pienso que se pueden dar en la poesía de vanguardia. El número de participaciones de todo el mundo, que llegaron a más de 500, no dejó de sorprenderme.
GE ¿Por qué un concurso de poesía de vanguardia aquí y ahora?
JE Creo que es necesario que se sepa que en Canadá existe escritura en castellano, actividades editoriales y revistas virtuales, iniciativas culturales en castellano tanto a nivel nacional, como es el concurso de cuentos Nuestra palabra, como en este caso otras de tipo internacional. Por otro lado, tenemos la innegable y creciente productividad de la poesía como herramienta de solidaridad, de paz, de atención a nuestra relación con nuestro entorno natural, de equidad social, genérica y etnocultural y entre estados y naciones, que ha resultado en vastas redes de poetas en todo el mundo, la principal Poetas del Mundo, con más de 6000 poetas miembros y que represento en Canadá en calidad de embajador. Está además la creciente poesía de resistencia, cuya finalidad y justificación como subgénero poético va de suyo, y que celebra anualmente un festival internacional en la ciudad de Toronto, aquí en Canadá. Como se decía, los vacíos de instancias de participación política y social contribuyen a exacerbar esta actividad poética. Pero muchas veces su lenguaje se gasta, se hace cliché, la repetición y los lugares comunes le mellan el filo a la poesía comprometida. Entre otras exploraciones, la poesía de vanguardia o la escritura de vanguardia—que para mí incluye de cierta manera la antipoesía—renuevan la expresión y restauran su efecto potencial. Creo que estaría de más volver a referir la lista de grandes poetas vanguardistas y revolucionarios.
GE Yo me llevé la sorpresa de que no conocía el nombre del poeta premiado. Respecto a la validación de tu criterio de selección, ¿te sorprendió el hecho de que el ganador fuera un poeta español “seasoned” cuya obra no se conoce por estos lados?
JE No, porque sería muy difícil que un poeta novato, aún genial, pudiera concretizar la distorsión morfosemántica que implica la escritura de vanguardia, que se sitúa más allá del idioma corriente, tanto instrumental comunicativo como poético.
GE ¿En qué consiste para ti la poesía de vanguardia?
JE Este es una pregunta que preferiría no contestar directamente, pero a la que creo que ya he aludido en las preguntas anteriores. Pero podría decir que hay siempre presente un grado de lo que llamaba distorsión morfosemántica, una cierta tendencia a la escritura intergénerica, una suerte de extrañeza de temple de ánimo, una suerte de elemento agregado más o menos indefinible al significado, una especie de cociente especial entre la sintaxis y la imagen, una sensación de trascendencia que no se resuelve escatológicamente, sino que puede revertir a la concreción material, vital y social, al estado de cosas, dándoles más brillo y actualidad, haciéndolos más perceptibles.
GE ¿Piensas hacer una publicación con los mejores poemas?
JE Por lo menos en un futuro próximo un libro electrónico, o por lo menos un blog.
15 de diciembre 2010
GE Qué te motivó a iniciar este concurso
JE Bueno, habría que empezar diciendo que yo me originé como poeta en lo que fue la Escuela de Santiago, que ya buscaba nuevos rumbos alternativos en la poesía chilena a fines de los 1960 y comienzos de los 1970. La poesía de vanguardia es la práctica escritural más valiosa para mí. Lo segundo sería que hay otros factores subyacentes. La así llamada globalización y los medios virtuales a la que vez que universalizan en acceso y la participación literarias y poéticas, y como contrapartida imponen necesidades de formato de lectura y facilidad de acceso que han simplificado la expresión y privilegiado desproporcionadamente la expresión directa del contenido sobre la forma, degradando la podríamos decir complejidad de la expresión literaria (y poética) y muchas veces cayendo en la reiteración al infinito y el cliché, en la expresión de lo por sí valioso y universal que de esta manera pierde fuerza e impacto social y cultural. Después está el hecho de que la producción literaria y poética en español en este país está siempre en emergencia, en sus dos sentidos, de brote y peligro, ya que el sistema, intencionadamente o no, tiende a reservar la categoría de ‘autor’ per se a los de las dos culturas hegemónicas, mientras que los de las subordinadas son más bien, ‘comunitarios’ y expresión de ‘temas’, la identidad, la alineación, la aculturación, el exilio, la nostalgia, la afirmación genérica o etnocultural, etc., lo que está bien e incluso es adecuado, progresista, etc. y de alguna manera debe promoverse en los estudios humanísticos, pero como todos los fenómenos son dialécticos, en la parte negativa, todavía la institución literaria y la entrada a su sistema social jerárquico implica la noción de autor/a como una entidad que no se agota o determina en temas, sino que existe como ‘personalidad’. Así, hacer en Canadá un concurso que destaca aspectos del lenguaje poético sin adscripción temática, ‘tira pa arriba’ el estatus de la literatura, y la poesía, escrita en castellano. Bueno. Se podría escribir un libro sobre este asunto, pero no a mucha gente le va a interesar
GE Me sorprendió que no buscaras patrocinadores para el premio. ¿Buscabas liberarte de posibles influencias sobre la decisión final?
JE No, lo que pasa es que no se me ocurrió que hubiera ningún patrocinador, en la parte económica, que es la que me hubiera interesado. Respecto a otros aspectos, me interesaba que fuera El alba volante, título de una blogista que tengo y de una nueva rama de Split/Quotation/La cita trunca, justamente llamada El alba volante, en principio dedicada a la poesía contemporánea en castellano—por el momento, y que esperamos que continúe.
GE Me fue posible leer una gran parte de los poemas concursantes, gracias a una tarea de asesoramiento técnico. Me sorprendió el hecho de que en un concurso explícitamente de poesía de vanguardia se haya recibido tal cantidad de textos que sin lugar a dudas caben en la denominación de poesía lírica o de otras variantes de la poesía. ¿Crees que hay un desconocimiento de lo que es poesía de vanguardia o que la poesía es inherentemente lírica y que los intentos vanguardistas del siglo XX no lograron cambiar esa, dizque esencia de la poesía?
JE Preferiría cambiar un poco el orden de los elementos de la pregunta. Para muchos incluso hoy la poesía es eminentemente o inherentemente lírica. Ha aumentado la proliferación del cultivo de la poesía, a lo que ha ayudado la revolución virtual y los nuevos medios de comunicación social que acentúan ese valor lírico axiológico de base de la poesía, que muchas veces viene a sustituir a espacios carentes de participación social y política. Respecto a lo otro, realmente me interesaba saber qué se entiende actualmente como vanguardia en el mundo de habla hispana, o castellanógrafo. Hay muchas concepciones de lo que es la poesía de vanguardia. Entre ellas algunas que prácticamente no hacen ninguna distinción con la poesía lírica, otros que la hacen sinónimo de una actitud de rebeldía personal o política, otros que más bien comentan sobre los íconos vanguardistas ya establecidos. Todos elementos que por otra parte pienso que se pueden dar en la poesía de vanguardia. El número de participaciones de todo el mundo, que llegaron a más de 500, no dejó de sorprenderme.
GE ¿Por qué un concurso de poesía de vanguardia aquí y ahora?
JE Creo que es necesario que se sepa que en Canadá existe escritura en castellano, actividades editoriales y revistas virtuales, iniciativas culturales en castellano tanto a nivel nacional, como es el concurso de cuentos Nuestra palabra, como en este caso otras de tipo internacional. Por otro lado, tenemos la innegable y creciente productividad de la poesía como herramienta de solidaridad, de paz, de atención a nuestra relación con nuestro entorno natural, de equidad social, genérica y etnocultural y entre estados y naciones, que ha resultado en vastas redes de poetas en todo el mundo, la principal Poetas del Mundo, con más de 6000 poetas miembros y que represento en Canadá en calidad de embajador. Está además la creciente poesía de resistencia, cuya finalidad y justificación como subgénero poético va de suyo, y que celebra anualmente un festival internacional en la ciudad de Toronto, aquí en Canadá. Como se decía, los vacíos de instancias de participación política y social contribuyen a exacerbar esta actividad poética. Pero muchas veces su lenguaje se gasta, se hace cliché, la repetición y los lugares comunes le mellan el filo a la poesía comprometida. Entre otras exploraciones, la poesía de vanguardia o la escritura de vanguardia—que para mí incluye de cierta manera la antipoesía—renuevan la expresión y restauran su efecto potencial. Creo que estaría de más volver a referir la lista de grandes poetas vanguardistas y revolucionarios.
GE Yo me llevé la sorpresa de que no conocía el nombre del poeta premiado. Respecto a la validación de tu criterio de selección, ¿te sorprendió el hecho de que el ganador fuera un poeta español “seasoned” cuya obra no se conoce por estos lados?
JE No, porque sería muy difícil que un poeta novato, aún genial, pudiera concretizar la distorsión morfosemántica que implica la escritura de vanguardia, que se sitúa más allá del idioma corriente, tanto instrumental comunicativo como poético.
GE ¿En qué consiste para ti la poesía de vanguardia?
JE Este es una pregunta que preferiría no contestar directamente, pero a la que creo que ya he aludido en las preguntas anteriores. Pero podría decir que hay siempre presente un grado de lo que llamaba distorsión morfosemántica, una cierta tendencia a la escritura intergénerica, una suerte de extrañeza de temple de ánimo, una suerte de elemento agregado más o menos indefinible al significado, una especie de cociente especial entre la sintaxis y la imagen, una sensación de trascendencia que no se resuelve escatológicamente, sino que puede revertir a la concreción material, vital y social, al estado de cosas, dándoles más brillo y actualidad, haciéndolos más perceptibles.
GE ¿Piensas hacer una publicación con los mejores poemas?
JE Por lo menos en un futuro próximo un libro electrónico, o por lo menos un blog.
15 de diciembre 2010
Thursday, September 1, 2011
Insomnio
Juana Petra Soler (Giovanísima)
Yo que aquí sentada espero
En silla de paja trenzada
Que brote el sol mañanero
Que luego venga la alborada
En menesteres caseros
Me paso media jornada
En casa siempre ocupada
El cerebro medio lleno
Con aconteceres nimios
De gatos, niños y plantas
De cartas, comida y platas
Veraneos, comensales
En los días invernales
El sol se apaga temprano
Y aunque yo cansada espere
Entre sábanas nupciales
Al lado de ese cuerpo sano
Velludo, joven, tranquilo
Mezcla de ángel, can cerbero
Por dormirme yo me muero
Y esta silla de paja
Con el cerebro embotado
Veo que llega la aurora
Con otro día a la espalda
Yo que aquí sentada espero
En silla de paja trenzada
Que brote el sol mañanero
Que luego venga la alborada
En menesteres caseros
Me paso media jornada
En casa siempre ocupada
El cerebro medio lleno
Con aconteceres nimios
De gatos, niños y plantas
De cartas, comida y platas
Veraneos, comensales
En los días invernales
El sol se apaga temprano
Y aunque yo cansada espere
Entre sábanas nupciales
Al lado de ese cuerpo sano
Velludo, joven, tranquilo
Mezcla de ángel, can cerbero
Por dormirme yo me muero
Y esta silla de paja
Con el cerebro embotado
Veo que llega la aurora
Con otro día a la espalda
Friday, August 26, 2011
Redoma
Edgardo Sapiaín
Así
El planeta
Como vasta redoma
Envuelta en los gases naturales
De su atmósfera
Y las estrías crecientes
Letales
Por nosotros creadas
Que como un reloj de arena
Dejan pasar sus granos
Uno a uno
Hasta el enrarecimiento definitivo
Del aire
Todo visto desde ese satélite sempiterno
Achurado por milenios del roce
De gases interestelares
El impacto de partículas de diverso grosor
Que nos sobrevivirá
A nosotros sus creadores
Sonámbulos
Un minuto de conciencia
En el cosmos
Así
El planeta
Como vasta redoma
Envuelta en los gases naturales
De su atmósfera
Y las estrías crecientes
Letales
Por nosotros creadas
Que como un reloj de arena
Dejan pasar sus granos
Uno a uno
Hasta el enrarecimiento definitivo
Del aire
Todo visto desde ese satélite sempiterno
Achurado por milenios del roce
De gases interestelares
El impacto de partículas de diverso grosor
Que nos sobrevivirá
A nosotros sus creadores
Sonámbulos
Un minuto de conciencia
En el cosmos
Thursday, August 4, 2011
Otra de Dios
Arturo Méndez-Roca
Imagínate que en algunos casos en que el eventual condenado en realidad no va a estar friéndose o asándose por mucho tiempo, ya que si bien algunos teólogos y gran parte de la tradición eclesiástica sostienen de manera en general implícita que los condenados lo son por la eternidad, sin importer mucho el tipo de pecado--piensa tú en una especie de mecanismo para adelantar un poco la pena, lo que incluso puede llevar a que el presunto condenado pase derecho al purgatorio o al cielo, ahorrando así espacio y trámites. En estos casos se le otorgan al pecador venial o compensatorio (pecador compensatorio: aquel que, si bien peca su buen poco, es a la vez objeto de traiciones, torturas o vilezas que equilibran un poco la balanza en su caso), unos años o lustros de un cierto infierno en la tierra, durante la vida, que puede que hagan exclamar al objeto de esta medida que « la vida es un infierno ». Pero oscuramente, y en los casos análogos al mio que conozco, nunca les he escuchado enunciar, oralmente o por escrito, « qué he hecho yo para merecer esto », ya que en el fondo nosotros somos perfectamente conscientes de lo que nos pasa y porqué nos pasa, y si no somos católicos o en general trascendentalistas, pensamos en una especie de Karma, en una ley de las compensaciones que se insinúan incluso en las mentalidades más modernas y materialistas, incluso en la de militantes o ex militantes de la izquierda, pero que además puede adquirir un vago lenguaje científico, tesis antítesis, acción reacción, globalización localización etc., lo que hace que incluso mentalidades como la mía, no desconocedoras de los mitos ocultistas y religiosos pero con una sana formación materialista de base se sientan confortables en el seno de una parecida concepción
Imagínate que en algunos casos en que el eventual condenado en realidad no va a estar friéndose o asándose por mucho tiempo, ya que si bien algunos teólogos y gran parte de la tradición eclesiástica sostienen de manera en general implícita que los condenados lo son por la eternidad, sin importer mucho el tipo de pecado--piensa tú en una especie de mecanismo para adelantar un poco la pena, lo que incluso puede llevar a que el presunto condenado pase derecho al purgatorio o al cielo, ahorrando así espacio y trámites. En estos casos se le otorgan al pecador venial o compensatorio (pecador compensatorio: aquel que, si bien peca su buen poco, es a la vez objeto de traiciones, torturas o vilezas que equilibran un poco la balanza en su caso), unos años o lustros de un cierto infierno en la tierra, durante la vida, que puede que hagan exclamar al objeto de esta medida que « la vida es un infierno ». Pero oscuramente, y en los casos análogos al mio que conozco, nunca les he escuchado enunciar, oralmente o por escrito, « qué he hecho yo para merecer esto », ya que en el fondo nosotros somos perfectamente conscientes de lo que nos pasa y porqué nos pasa, y si no somos católicos o en general trascendentalistas, pensamos en una especie de Karma, en una ley de las compensaciones que se insinúan incluso en las mentalidades más modernas y materialistas, incluso en la de militantes o ex militantes de la izquierda, pero que además puede adquirir un vago lenguaje científico, tesis antítesis, acción reacción, globalización localización etc., lo que hace que incluso mentalidades como la mía, no desconocedoras de los mitos ocultistas y religiosos pero con una sana formación materialista de base se sientan confortables en el seno de una parecida concepción
Thursday, July 14, 2011
Introducción a Chilean Poets. A new Anthology
Versión en castellano de la introducción a la antología Chilean Poets. A new Anthology (Marick Press, 2011), de la que aparezco como editor
Hacer una antología de poesía de cualquier tipo es una tarea preñada de riesgos. Una antología de poesía de un país determinado los multiplica. No se puede pretender exhaustividad, siempre habrá nombres que no se incluyen. Los criterios de calidad literaria varían de generación en generación, y son diferentes según los diversos grupos sociales y culturales. A las finales, una antología representa los antecedentes sociales y culturales del autor, su ideología y preferencias, así como su grado de conciencia de la institución literaria o sus conexiones con ella. A lo más el editor puede trabajar al interior de esas corrientes históricas y establecer un pacto con esas relatividades.
Una antología de poesía chilena debe incluir a los clásicos indiscutibles, en este caso a Neruda, la Mistral, de Rokha, Parra y Huidobro. En lo que respecta a las múltiples voces de la poesía chilena, hemos preferido entregar una muestra, a veces de lo más representativo o que recoja características comunes a un grupo o generación, otras veces de lo sobresaliente en términos de su acogida crítica, (teniendo en cuenta que la recepción crítica siempre es relativa y depende las tendencias del momento y del mercado del libro). Además, esta antología da espacio considerable a voces nuevas o relativamente nuevas de las variadas facetas de la poesía chilena contemporánea. En algunos casos no nos hemos restringido exclusivamente a los poetas o poemas más conocidos, o a las preferencias de la crítica establecida. Así hemos seleccionado a algunos de los poetas más notables de diferentes generaciones y orientaciones junto a otros que creemos se destacan especialmente en o representan a diferentes perspectivas y posiciones estéticas o temáticas. En esta empresa, hemos incluido poetas de los diversos períodos, regiones y orientaciones de la poesía chilena contemporánea, que esperamos le entregue a los lectores un sentido de la gran variedad de este corpus de trabajo. La poesía chilena se puede considerar como el resultado de la tensión productiva de tendencias opuestas, de solicitaciones encontradas, de la lucha permanente de la institución y lo establecido con lo nuevo; del centro urbano fagocitario con las regiones; de la continuidad con el cambio; de la necesidad de significado, contenido y valores, con la ruptura y exploración lingüísticas; del país geográfico con la producción de la diáspora; de la publicación comercial y la inserción en el mercado de bienes y mercancías con las iniciativas marginales; de las aventuras vanguardistas en el límite del lenguaje con el afán de la comunicación simple y universal. Eso da como resultado una poesía “tanta y tan variada”, como expresara alguna vez la crítica Soledad Bianchi, en que coexisten con diverso grado de presencia pública y publicada prácticamente todas las alternativas (posibles) de la poesía en idioma español, muchas veces produciendo una pluridiscursividad y pluritextualidad al interior de un mismo poema, como en el caso de varios textos antologados.
Como en muchas otras literaturas nacionales, la poesía chilena ya no tiene un canon único que establezca las reglas universales de la escritura, y en la actualidad despliega una variedad y riqueza ilimitadas de forma y contenido. Esto se debe a diversos factores, incluyendo el exilio masivo de escritores chilenos (y de parte importante de la institución literaria chilena) después del golpe de estado de 1973, que dio lugar a la diáspora que siguió. En el caso de este libro, los autores que representan a la diáspora chilena son básicamente de la esfera norteamericana, específicamente Canadá y Estados Unidos, y hemos elegido presentar una combinación de voces chilenas nuevas y establecidas de esta región. Entonces, los poetas chilenos que viven en el extranjero tienen una presencia importante en esta antología.
Como sus contrapartes en Chile, estos poetas muestran muchas orientaciones temáticas y formales. Algunas son voces poéticas experimentadas mientras otras están en sus inicios. La escritura de esta área geográfica y cultural ha probado ser especialmente valiosa para la diáspora literaria y poética chilena. Esta rama de la poesía chilena ofrece versiones especiales de los temas del exilio y la dislocación, la nostalgia, la asimilación, el compromiso político, la denuncia y la alineación. Así, entre las diversas facetas de esta antología, están presentes textos con los temas y formatos que se podían esperar de la poesía del exilio y la inmigración, como el desarraigo, la nostalgia y la comparación entre ambas sociedades y culturas, la originaria y la anfitriona. Pero la obra de estos poetas ilustra además las hibridaciones temáticas y formales de la poesía chilena producida fuera del país, que en algunos casos ha incorporado elementos culturales y lingüísticos de los países anfitriones. Por supuesto que estos temas y la experimentación estilística no son nuevos en el caleidoscopio de la poética chilena, ya que la Mistral, Neruda o Huidobro, eran exilados o trasplantados que escribieron importantes obras durante su residencia en el extranjero. La poesía diaspórica chilena incorpora además los otros elementos presentes en el variado, ubicuo y polidiscursivo friso de la poesía chilena, que es una especie de mundo alternativo que refleja las instancias y la historia de la vida nacional dentro y fuera de sus fronteras.
Otros cambio social e histórico significativo que ha alterado el territorio de muchas literaturas nacionales—incluyendo a la chilena—es el advenimiento de la globalización. Por ejemplo, las políticas identitarias inicialmente asociadas con el “primer mundo”, se han extendido a través de gran parte del así llamado “mundo en desarrollo”, incluyendo a América Latina, donde han tenido una enorme resonancia, ya que las condiciones sociales y culturales para estas políticas ya estaban profundamente enraizadas. En las últimas décadas, el proceso de validación (y reconocimiento) del género, los grupos étnico, las comunidades y el lenguaje, ya en marcha en las literaturas del primer mundo—por ejemplo de la literatura gay, feminista, indígena y étnica en general— se ha incorporado rápidamente a las tendencias, movimientos y agrupaciones de la literatura chilena. De manera que hoy en día algunos poetas y cierta poesía se han convertido en, o se consideran, representativos de, esos grupos sociales o culturales, mientras que por ejemplo los poetas chilenos en los 1960 se agrupaban en general por sus distintas maneras de conceptuar la poesía y escribirla, así como por sus distinciones geográficas. Los medios virtuales y las TIC (tecnologías de información y comunicaciones) también han alterado la conformación, territorio y parámetros de las literaturas ‘nacionales’, haciendo difícil que uno pueda referirse como nacional solo a lo que se escribe en el interior de las fronteras físicas de un país determinado.. Por estas razones hemos decidido escoger a autores noveles del ‘interior’ del país junto con voces nuevas o más o menos establecidas de la así llamada ‘diáspora’. Muchos se pueden considerar como voces emergentes que en algunas instancias señalan una renovación o una potencial promesa en el ámbito de la poesía.
La internacionalización de la literatura y poesía chilena s ha visto acentuada por la realidad de la globalización con sus migraciones y desplazamientos masivos y diversos. Pero ha sido el curso planetario que ha adquirido la poesía chilena desde el éxodo casi masivo por el golpe, el retorno parcial de sus poetas y la resistencia poética al interior, lo que estableció vasos comunicantes con los idos, lo que ha influido de manera por el momento imprecisable (para mí) en la futura imagen y contorno de este “enorme animal impuro” que es la poesía chilena, cuando a veces amodorrado digiere todo este variado alimento. Quedémonos y despidámonos entonces con un momento de encuentro en un lugar remoto, que se hace vivo y consustancial en la palabra de un poeta que nos ha dejado recientemente:
NOCTILUCAS
Carlos Geywitz
La veo allí,
entregado el rostro a la ventana,
sin más pintura que los ojos ausentes.
Me acerco,
le pido un último cigarro
y observo la línea imperfecta de sus labios.
Nada más que al pasar
el rictus insinúa
historias de disueltos pasajeros.
El pulso de esta noche
amenaza rayar
las paredes de mi corazón.
Dejamos el bar,
partimos luminosos a amarnos,
a intercambiarnos las angustias
sabiendo que el amanecer es inexorable.
Jorge Etcheverry
Hacer una antología de poesía de cualquier tipo es una tarea preñada de riesgos. Una antología de poesía de un país determinado los multiplica. No se puede pretender exhaustividad, siempre habrá nombres que no se incluyen. Los criterios de calidad literaria varían de generación en generación, y son diferentes según los diversos grupos sociales y culturales. A las finales, una antología representa los antecedentes sociales y culturales del autor, su ideología y preferencias, así como su grado de conciencia de la institución literaria o sus conexiones con ella. A lo más el editor puede trabajar al interior de esas corrientes históricas y establecer un pacto con esas relatividades.
Una antología de poesía chilena debe incluir a los clásicos indiscutibles, en este caso a Neruda, la Mistral, de Rokha, Parra y Huidobro. En lo que respecta a las múltiples voces de la poesía chilena, hemos preferido entregar una muestra, a veces de lo más representativo o que recoja características comunes a un grupo o generación, otras veces de lo sobresaliente en términos de su acogida crítica, (teniendo en cuenta que la recepción crítica siempre es relativa y depende las tendencias del momento y del mercado del libro). Además, esta antología da espacio considerable a voces nuevas o relativamente nuevas de las variadas facetas de la poesía chilena contemporánea. En algunos casos no nos hemos restringido exclusivamente a los poetas o poemas más conocidos, o a las preferencias de la crítica establecida. Así hemos seleccionado a algunos de los poetas más notables de diferentes generaciones y orientaciones junto a otros que creemos se destacan especialmente en o representan a diferentes perspectivas y posiciones estéticas o temáticas. En esta empresa, hemos incluido poetas de los diversos períodos, regiones y orientaciones de la poesía chilena contemporánea, que esperamos le entregue a los lectores un sentido de la gran variedad de este corpus de trabajo. La poesía chilena se puede considerar como el resultado de la tensión productiva de tendencias opuestas, de solicitaciones encontradas, de la lucha permanente de la institución y lo establecido con lo nuevo; del centro urbano fagocitario con las regiones; de la continuidad con el cambio; de la necesidad de significado, contenido y valores, con la ruptura y exploración lingüísticas; del país geográfico con la producción de la diáspora; de la publicación comercial y la inserción en el mercado de bienes y mercancías con las iniciativas marginales; de las aventuras vanguardistas en el límite del lenguaje con el afán de la comunicación simple y universal. Eso da como resultado una poesía “tanta y tan variada”, como expresara alguna vez la crítica Soledad Bianchi, en que coexisten con diverso grado de presencia pública y publicada prácticamente todas las alternativas (posibles) de la poesía en idioma español, muchas veces produciendo una pluridiscursividad y pluritextualidad al interior de un mismo poema, como en el caso de varios textos antologados.
Como en muchas otras literaturas nacionales, la poesía chilena ya no tiene un canon único que establezca las reglas universales de la escritura, y en la actualidad despliega una variedad y riqueza ilimitadas de forma y contenido. Esto se debe a diversos factores, incluyendo el exilio masivo de escritores chilenos (y de parte importante de la institución literaria chilena) después del golpe de estado de 1973, que dio lugar a la diáspora que siguió. En el caso de este libro, los autores que representan a la diáspora chilena son básicamente de la esfera norteamericana, específicamente Canadá y Estados Unidos, y hemos elegido presentar una combinación de voces chilenas nuevas y establecidas de esta región. Entonces, los poetas chilenos que viven en el extranjero tienen una presencia importante en esta antología.
Como sus contrapartes en Chile, estos poetas muestran muchas orientaciones temáticas y formales. Algunas son voces poéticas experimentadas mientras otras están en sus inicios. La escritura de esta área geográfica y cultural ha probado ser especialmente valiosa para la diáspora literaria y poética chilena. Esta rama de la poesía chilena ofrece versiones especiales de los temas del exilio y la dislocación, la nostalgia, la asimilación, el compromiso político, la denuncia y la alineación. Así, entre las diversas facetas de esta antología, están presentes textos con los temas y formatos que se podían esperar de la poesía del exilio y la inmigración, como el desarraigo, la nostalgia y la comparación entre ambas sociedades y culturas, la originaria y la anfitriona. Pero la obra de estos poetas ilustra además las hibridaciones temáticas y formales de la poesía chilena producida fuera del país, que en algunos casos ha incorporado elementos culturales y lingüísticos de los países anfitriones. Por supuesto que estos temas y la experimentación estilística no son nuevos en el caleidoscopio de la poética chilena, ya que la Mistral, Neruda o Huidobro, eran exilados o trasplantados que escribieron importantes obras durante su residencia en el extranjero. La poesía diaspórica chilena incorpora además los otros elementos presentes en el variado, ubicuo y polidiscursivo friso de la poesía chilena, que es una especie de mundo alternativo que refleja las instancias y la historia de la vida nacional dentro y fuera de sus fronteras.
Otros cambio social e histórico significativo que ha alterado el territorio de muchas literaturas nacionales—incluyendo a la chilena—es el advenimiento de la globalización. Por ejemplo, las políticas identitarias inicialmente asociadas con el “primer mundo”, se han extendido a través de gran parte del así llamado “mundo en desarrollo”, incluyendo a América Latina, donde han tenido una enorme resonancia, ya que las condiciones sociales y culturales para estas políticas ya estaban profundamente enraizadas. En las últimas décadas, el proceso de validación (y reconocimiento) del género, los grupos étnico, las comunidades y el lenguaje, ya en marcha en las literaturas del primer mundo—por ejemplo de la literatura gay, feminista, indígena y étnica en general— se ha incorporado rápidamente a las tendencias, movimientos y agrupaciones de la literatura chilena. De manera que hoy en día algunos poetas y cierta poesía se han convertido en, o se consideran, representativos de, esos grupos sociales o culturales, mientras que por ejemplo los poetas chilenos en los 1960 se agrupaban en general por sus distintas maneras de conceptuar la poesía y escribirla, así como por sus distinciones geográficas. Los medios virtuales y las TIC (tecnologías de información y comunicaciones) también han alterado la conformación, territorio y parámetros de las literaturas ‘nacionales’, haciendo difícil que uno pueda referirse como nacional solo a lo que se escribe en el interior de las fronteras físicas de un país determinado.. Por estas razones hemos decidido escoger a autores noveles del ‘interior’ del país junto con voces nuevas o más o menos establecidas de la así llamada ‘diáspora’. Muchos se pueden considerar como voces emergentes que en algunas instancias señalan una renovación o una potencial promesa en el ámbito de la poesía.
La internacionalización de la literatura y poesía chilena s ha visto acentuada por la realidad de la globalización con sus migraciones y desplazamientos masivos y diversos. Pero ha sido el curso planetario que ha adquirido la poesía chilena desde el éxodo casi masivo por el golpe, el retorno parcial de sus poetas y la resistencia poética al interior, lo que estableció vasos comunicantes con los idos, lo que ha influido de manera por el momento imprecisable (para mí) en la futura imagen y contorno de este “enorme animal impuro” que es la poesía chilena, cuando a veces amodorrado digiere todo este variado alimento. Quedémonos y despidámonos entonces con un momento de encuentro en un lugar remoto, que se hace vivo y consustancial en la palabra de un poeta que nos ha dejado recientemente:
NOCTILUCAS
Carlos Geywitz
La veo allí,
entregado el rostro a la ventana,
sin más pintura que los ojos ausentes.
Me acerco,
le pido un último cigarro
y observo la línea imperfecta de sus labios.
Nada más que al pasar
el rictus insinúa
historias de disueltos pasajeros.
El pulso de esta noche
amenaza rayar
las paredes de mi corazón.
Dejamos el bar,
partimos luminosos a amarnos,
a intercambiarnos las angustias
sabiendo que el amanecer es inexorable.
Jorge Etcheverry
Wednesday, June 15, 2011
Los dedos
Nieves Fuenzalida
Fueron creciendo con mi cuerpo …se agrandaban con mi tiempo
…jugaron al almacén envolviendo en papel beige la tierra como
azúcar …acariciaron muñecas de rizos negros y ojos anochecidos
de lunas primaverales …y que se enredaron después en cabellos
envueltos en magias adolescentes …en las suavidades del deseo …
en sacapuntas de lápices quebrados …en dar vueltas las hojas de
libros que me decían algo …y con sorpresas de flores secas …en
abrir de llaves que colgaban en puertas misteriosas de monasterios
escondidos …trabajando nudos de marineros de barcos fantasmales
…poniendo rojas boinas que tapaban la oreja izquierda de vientos y
de la verde lluvia …escribiendo en cuadernos atardecidos notas de
amor para el amor …arrullando pieles amadas con su aroma …que
envolví en chales bordados de arcoiris y mariposas …plantando en
maceteros de espacio blanco raíces espesas de albahacas del recuerdo
…constructores de artesanías que cuelgan en árboles perdidos de cerros
oceánicos …pintadores azules de telas blancas …tejedores de redes rojas
para liberar sirenas de largas cabelleras de corales anaranjados …y en
los ahoras de mi aquí traspirando dolores ácidos …que bailan en baños
de aguas calientes y transparentes …para seguir bordando maravillas !!!
Nieves.
15/Junio/2011.
Fueron creciendo con mi cuerpo …se agrandaban con mi tiempo
…jugaron al almacén envolviendo en papel beige la tierra como
azúcar …acariciaron muñecas de rizos negros y ojos anochecidos
de lunas primaverales …y que se enredaron después en cabellos
envueltos en magias adolescentes …en las suavidades del deseo …
en sacapuntas de lápices quebrados …en dar vueltas las hojas de
libros que me decían algo …y con sorpresas de flores secas …en
abrir de llaves que colgaban en puertas misteriosas de monasterios
escondidos …trabajando nudos de marineros de barcos fantasmales
…poniendo rojas boinas que tapaban la oreja izquierda de vientos y
de la verde lluvia …escribiendo en cuadernos atardecidos notas de
amor para el amor …arrullando pieles amadas con su aroma …que
envolví en chales bordados de arcoiris y mariposas …plantando en
maceteros de espacio blanco raíces espesas de albahacas del recuerdo
…constructores de artesanías que cuelgan en árboles perdidos de cerros
oceánicos …pintadores azules de telas blancas …tejedores de redes rojas
para liberar sirenas de largas cabelleras de corales anaranjados …y en
los ahoras de mi aquí traspirando dolores ácidos …que bailan en baños
de aguas calientes y transparentes …para seguir bordando maravillas !!!
Nieves.
15/Junio/2011.
Thursday, May 26, 2011
Jardín del edén
Arturo Méndez-Roca
La salvación de la humanidad iba a ser un procedimiento de máquinas. De más está decir que nosotros no lo podíamos hacer. En esto estoy pensando cuando se procede a seleccionar al elegido para la misión. Somos dos, pero eligen al otro, que se mete primero a la caja, una especie de ataúd metálico o un guardarropa vertical, muy angosto. Pero no se puede cerrar, porque yo tengo que entrar también en la caja, para que se produzca la interacción. Cabemos apenas, él y yo, apretujados, nos ahogamos. Medio asfixiados pujamos por abrir la puerta. Luego al fin nuestras fuerzas aunadas y multiplicadas consiguen romper la caja, salimos, él bajo la forma de lobo y yo con la de león. Afuera hay un territorio vasto, que multiplica sus formas, sonidos y colores para estos nuevos sentidos de fiera míos. Los límites no se advierten. Hay colonias de animales—mato uno ejercitando estos nuevos instintos, esta nueva potencia—y gente, lo que queda de humanidad en el mundo, unos 60.000 como llegaremos a saber más tarde. Ellos nos acogen como a salvadores y guardianes. Para vigilar el perímetro no basta ni con la inteligencia humana ni con la fuerza, agilidad y sensitividad animal. Por eso las máquinas nos han elegido, trasmutado y trasladado hasta acá, a este último refugio humano que han posibilitado. No por compasión. Sino fascinadas por dos cosas: el proceso de reproducción de los tejidos vivos y esos elementos tan específicamente humanos que siempre dábamos por supuestos. Lo que solíamos llamar cultura. Que las máquinas pueden desarrollar a partir de las cosas ya existentes, en infinitas y complejas repeticiones, combinación es y mutaciones. Pero que no pueden originar de la nada simplemente por la trasmutación de ingredientes materiales y la aplicación de patrones.
La salvación de la humanidad iba a ser un procedimiento de máquinas. De más está decir que nosotros no lo podíamos hacer. En esto estoy pensando cuando se procede a seleccionar al elegido para la misión. Somos dos, pero eligen al otro, que se mete primero a la caja, una especie de ataúd metálico o un guardarropa vertical, muy angosto. Pero no se puede cerrar, porque yo tengo que entrar también en la caja, para que se produzca la interacción. Cabemos apenas, él y yo, apretujados, nos ahogamos. Medio asfixiados pujamos por abrir la puerta. Luego al fin nuestras fuerzas aunadas y multiplicadas consiguen romper la caja, salimos, él bajo la forma de lobo y yo con la de león. Afuera hay un territorio vasto, que multiplica sus formas, sonidos y colores para estos nuevos sentidos de fiera míos. Los límites no se advierten. Hay colonias de animales—mato uno ejercitando estos nuevos instintos, esta nueva potencia—y gente, lo que queda de humanidad en el mundo, unos 60.000 como llegaremos a saber más tarde. Ellos nos acogen como a salvadores y guardianes. Para vigilar el perímetro no basta ni con la inteligencia humana ni con la fuerza, agilidad y sensitividad animal. Por eso las máquinas nos han elegido, trasmutado y trasladado hasta acá, a este último refugio humano que han posibilitado. No por compasión. Sino fascinadas por dos cosas: el proceso de reproducción de los tejidos vivos y esos elementos tan específicamente humanos que siempre dábamos por supuestos. Lo que solíamos llamar cultura. Que las máquinas pueden desarrollar a partir de las cosas ya existentes, en infinitas y complejas repeticiones, combinación es y mutaciones. Pero que no pueden originar de la nada simplemente por la trasmutación de ingredientes materiales y la aplicación de patrones.
Tuesday, May 10, 2011
Socialismo cibernético
Jorge Etcheverry como El abuelo
Parecía que todo el mundo estaba preocupado por las próximas elecciones federales en el país, hablamos de Canadá. Eso llenaba los medios, que aparte de la próxima boda real inglesa, no hacían más que repetir los ires y venires y las caras de esos tres políticos que a la postre y aparentes diferencias, iban a gobernar más o menos lo mismo, como está sucediendo en general en el Mundo Desarrollado y en gran parte del otro, que ahora se llama Mundo en Vías de Desarrollo, para no ofender ni mirar en menos. Bueno, pero aunque la gente no está ni ahí—para usar una expresión de mi país de origen—con este evento cívico, la cosa política está de todas maneras más o menos agitada. Cosa del ambiente. Claro que, otra vez, este interés en la política sólo entre la poquísima gente que se preocupa, o a la que le interesa la política por estas latitudes, muchas de ellas personas de origen extranjero que han venido a parar aquí escapando conflictos o penurias en las cuatro esquinas del mundo. Porque hay que reconocer que con todos sus bemoles, todavía en este país la vida es bastante fácil en comparación y no te van a estar metiendo preso o haciéndote desaparecer por tus ideas políticas (todavía). A lo más, en un futuro a lo mejor lejano, está la ínfima posibilidad de que en un futuro quizás próximo, un joven bomba imbuido en un delirio escatopornográfico te haga volar en pedazos. Pero no a ti como persona, no es nada personal sino de convicciones, sino como habitante de la ciudad, transeúnte, ciudadano occidental, pasajero o consumidor en el paseo público, bus, tren o mall de que se trate.
Bueno, pero ya nos estamos yendo por los cerros de Úbeda, como dicen los españoles. Cosas de la edad, uno empieza a desvariar y a dar lecciones, sobre todo si ha sido profesor, como el que habla. Defecto que también tiene el Beto, un argentino casi de la edad mía, pero que se le nota más, que en su momento estuvo en el ERP en Argentina, después pasó a Italia y ahora vive aquí. Bastante desilusionado de la izquierda italiana—la mayoría del electorado que votaba por las diferentes izquierdas y a la postre siempre salía la derecha—, por ejemplo, las interminables discusiones, la falta de organización, el caudillismo y el personalismo, el nepotismo y el amiguismo. Me lo dice a me, pensé para mis adentros mientras lo escuchaba, dejando que se me enfriara el café, cuyo número de tazas diarias he disminuido por razones de salud. Y pasó a decirme que el socialismo científico por estos días no tenía nada de científico—Cuéntate una nueva, pensé—, que se había demostrado por ejemplo en Libia, Sudáfrica, Zimbabwe, en alguna medida Nicaragua, etc., que en todas partes menos, parece, en Cuba, que una de las causas del derrumbe del campo socialista era que los mandatarios y líderes, las cúpulas partidarias, empiezan de lo más bien, pero al cabo de unos años o décadas se corrompen, se les sube el poder a la cabeza, les baja la locurita y/o la persecuta y empiezan a repartirse el país con sus colaboradores, a liquidar a sus percibidos competidores y terminan convertidos en unos dictadores rodeados de una camarilla. Incluso el tata Stalin, que había llenado las oficinas del Kremlin de coterráneos y compinches y no había dejado a títere con cabeza entre las diversas posiciones y tendencias del campo socialista. “Eso es disco rayado”, le dije “ya lo dijo el Barbas de Chivo (Trotzky) en Los crímenes de Stalin y en La revolución traicionada. Además en una de éstas es cosa de la condición humana, ya que todavía ¿todavía? Somos unos animales”, le dije. Claro que sé muy bien que esto va a contrapelo con esa idea de los marxistas, o de algunos que se proclaman marxistas (¿cuáles, a estas alturas?) de que los humanos somos fundamentalmente buenos, unos angelitos, que las masas tienen una brújula infalible (el instinto de las masas). Eso fue más o menos lo que dije,
Pero él, que siempre ha sido acelerado y más cuando está nervioso, ya me estaba diciendo que si había visto esa serie de películas de los Terminator, de ese futuro regido por máquinas, que había un grano de verdad en todas esas representaciones de la cultura de masas—y no tan de masas, tuve ganas de decirle—yo no me he perdido una, y hasta me compré los libros, y eso que tengo un doctorado y por ahí hasta dicen que soy un intelectual. Pero había cierta razón en su argumento posterior. Y aunque parezca al comienzo descabellado, a lo mejor es una buena manera de evitar la corrupción y la decadencia de los regímenes socialistas del ‘socialismo real’, como a veces todavía se le denomina curiosamente. Todavía no conozco un socialismo irreal. Bueno, las derechas siempre dicen que el socialismo va contra la así llamada ‘naturaleza humana’, sus portavoces más furibundos suelen combinar el fundamentalismo cristiano y una concepción darwiniana harto materialista del hombre, lo que tiene un resultado totalmente esquizofrénico, pero que les funciona, ya que todavía están manejando el buque y cortando el queso de lo más bien.
Bueno, para resumir el Beto me dijo que los avances de la tecnología y la cibernética, el aumento de la capacidad de los computadores, la nanotecnología, las avanzadas técnicas en la medicina, etc.—Guagua L’Amore, que ahora es mesera en este café, dejó el estriptease y está matriculada en la universidad, trataba de escuchar con la oreja parada—harían posible tanto la realización del mito del ciborg, alianza del cuerpo humano y elementos mecánicos, como de las supercomputadoras que a su vez podrían generar inteligencia artificial. Los futuros partidos revolucionarios/socialistas del futuro tendrían un Comité Central compuesto de inteligencias artificiales y para poder entrar en sus ‘mandos medios’, las personas tendrían que probar que eran un 60% artificiales por lo menos.
Conversando con Guagua (no su verdadero nombre) unos días después, en el café, le tuve que decir que en principio lo del Beto no parecía tan descabellado y que lo iba a llamar por teléfono—curiosamente a ese apóstol de lo virtual no le gusta usar email— para disculparme por haberlo tomado un poco en chunga y haberme puesto tan pesado y un poco irónico. Guagua me decía que si él venía a compartir conmigo sus cosas, las ideas que se le ocurrían, era porque me respetaba y me consideraba y que yo no tenía derecho a portarme irónico con él. Luego me dijo que en todo caso ya se le había pasado en enojo y que ahora estaba en otra, que le había dicho que las fotos de Bin Laden no iban a ser dadas a conocer nunca porque iba a quedar en evidencia que era en realidad un extraterrestre...entonces volví a guardar el celular. Creo que voy a borrar el número del Beto
Parecía que todo el mundo estaba preocupado por las próximas elecciones federales en el país, hablamos de Canadá. Eso llenaba los medios, que aparte de la próxima boda real inglesa, no hacían más que repetir los ires y venires y las caras de esos tres políticos que a la postre y aparentes diferencias, iban a gobernar más o menos lo mismo, como está sucediendo en general en el Mundo Desarrollado y en gran parte del otro, que ahora se llama Mundo en Vías de Desarrollo, para no ofender ni mirar en menos. Bueno, pero aunque la gente no está ni ahí—para usar una expresión de mi país de origen—con este evento cívico, la cosa política está de todas maneras más o menos agitada. Cosa del ambiente. Claro que, otra vez, este interés en la política sólo entre la poquísima gente que se preocupa, o a la que le interesa la política por estas latitudes, muchas de ellas personas de origen extranjero que han venido a parar aquí escapando conflictos o penurias en las cuatro esquinas del mundo. Porque hay que reconocer que con todos sus bemoles, todavía en este país la vida es bastante fácil en comparación y no te van a estar metiendo preso o haciéndote desaparecer por tus ideas políticas (todavía). A lo más, en un futuro a lo mejor lejano, está la ínfima posibilidad de que en un futuro quizás próximo, un joven bomba imbuido en un delirio escatopornográfico te haga volar en pedazos. Pero no a ti como persona, no es nada personal sino de convicciones, sino como habitante de la ciudad, transeúnte, ciudadano occidental, pasajero o consumidor en el paseo público, bus, tren o mall de que se trate.
Bueno, pero ya nos estamos yendo por los cerros de Úbeda, como dicen los españoles. Cosas de la edad, uno empieza a desvariar y a dar lecciones, sobre todo si ha sido profesor, como el que habla. Defecto que también tiene el Beto, un argentino casi de la edad mía, pero que se le nota más, que en su momento estuvo en el ERP en Argentina, después pasó a Italia y ahora vive aquí. Bastante desilusionado de la izquierda italiana—la mayoría del electorado que votaba por las diferentes izquierdas y a la postre siempre salía la derecha—, por ejemplo, las interminables discusiones, la falta de organización, el caudillismo y el personalismo, el nepotismo y el amiguismo. Me lo dice a me, pensé para mis adentros mientras lo escuchaba, dejando que se me enfriara el café, cuyo número de tazas diarias he disminuido por razones de salud. Y pasó a decirme que el socialismo científico por estos días no tenía nada de científico—Cuéntate una nueva, pensé—, que se había demostrado por ejemplo en Libia, Sudáfrica, Zimbabwe, en alguna medida Nicaragua, etc., que en todas partes menos, parece, en Cuba, que una de las causas del derrumbe del campo socialista era que los mandatarios y líderes, las cúpulas partidarias, empiezan de lo más bien, pero al cabo de unos años o décadas se corrompen, se les sube el poder a la cabeza, les baja la locurita y/o la persecuta y empiezan a repartirse el país con sus colaboradores, a liquidar a sus percibidos competidores y terminan convertidos en unos dictadores rodeados de una camarilla. Incluso el tata Stalin, que había llenado las oficinas del Kremlin de coterráneos y compinches y no había dejado a títere con cabeza entre las diversas posiciones y tendencias del campo socialista. “Eso es disco rayado”, le dije “ya lo dijo el Barbas de Chivo (Trotzky) en Los crímenes de Stalin y en La revolución traicionada. Además en una de éstas es cosa de la condición humana, ya que todavía ¿todavía? Somos unos animales”, le dije. Claro que sé muy bien que esto va a contrapelo con esa idea de los marxistas, o de algunos que se proclaman marxistas (¿cuáles, a estas alturas?) de que los humanos somos fundamentalmente buenos, unos angelitos, que las masas tienen una brújula infalible (el instinto de las masas). Eso fue más o menos lo que dije,
Pero él, que siempre ha sido acelerado y más cuando está nervioso, ya me estaba diciendo que si había visto esa serie de películas de los Terminator, de ese futuro regido por máquinas, que había un grano de verdad en todas esas representaciones de la cultura de masas—y no tan de masas, tuve ganas de decirle—yo no me he perdido una, y hasta me compré los libros, y eso que tengo un doctorado y por ahí hasta dicen que soy un intelectual. Pero había cierta razón en su argumento posterior. Y aunque parezca al comienzo descabellado, a lo mejor es una buena manera de evitar la corrupción y la decadencia de los regímenes socialistas del ‘socialismo real’, como a veces todavía se le denomina curiosamente. Todavía no conozco un socialismo irreal. Bueno, las derechas siempre dicen que el socialismo va contra la así llamada ‘naturaleza humana’, sus portavoces más furibundos suelen combinar el fundamentalismo cristiano y una concepción darwiniana harto materialista del hombre, lo que tiene un resultado totalmente esquizofrénico, pero que les funciona, ya que todavía están manejando el buque y cortando el queso de lo más bien.
Bueno, para resumir el Beto me dijo que los avances de la tecnología y la cibernética, el aumento de la capacidad de los computadores, la nanotecnología, las avanzadas técnicas en la medicina, etc.—Guagua L’Amore, que ahora es mesera en este café, dejó el estriptease y está matriculada en la universidad, trataba de escuchar con la oreja parada—harían posible tanto la realización del mito del ciborg, alianza del cuerpo humano y elementos mecánicos, como de las supercomputadoras que a su vez podrían generar inteligencia artificial. Los futuros partidos revolucionarios/socialistas del futuro tendrían un Comité Central compuesto de inteligencias artificiales y para poder entrar en sus ‘mandos medios’, las personas tendrían que probar que eran un 60% artificiales por lo menos.
Conversando con Guagua (no su verdadero nombre) unos días después, en el café, le tuve que decir que en principio lo del Beto no parecía tan descabellado y que lo iba a llamar por teléfono—curiosamente a ese apóstol de lo virtual no le gusta usar email— para disculparme por haberlo tomado un poco en chunga y haberme puesto tan pesado y un poco irónico. Guagua me decía que si él venía a compartir conmigo sus cosas, las ideas que se le ocurrían, era porque me respetaba y me consideraba y que yo no tenía derecho a portarme irónico con él. Luego me dijo que en todo caso ya se le había pasado en enojo y que ahora estaba en otra, que le había dicho que las fotos de Bin Laden no iban a ser dadas a conocer nunca porque iba a quedar en evidencia que era en realidad un extraterrestre...entonces volví a guardar el celular. Creo que voy a borrar el número del Beto
Monday, May 9, 2011
Neruda en el Pedagógico
Jorge Etcheverry
Cuando tomado por los estudiantes, con apoyo de gran parte del cuerpo docente y administrativo
en una de las jornadas de la reforma universitaria en los sesenta
de repente llega el vate lee para apoyar
la toma de la facultad
la reforma universitaria
a los cabros, las chiquillas de las barricadas y las aulas
el cambio en Chile
Que se iba concretar en unos años y sería cancelado a sangre y fuego
y que nos iba a esparcir con muchas otras voces emergentes o maduras, marginales o de corriente principal
Que como bandadas de gaviotas se irían a posar en los Cuatro Costados del Mundo, algunos se quedaron por ahí anidados
A ratos y a veces en su obra, recuerdan a Neruda.
Pablo Neruda que con su boina de ferroviario leyó creo que de Alturas
Matilde canta o lo acompaña en guitarra
No me acuerdo
Algunos compañeros nos vinimos a ver desde las barricadas que habíamos levantado justo afuera de la facultad
Poetas en ciernes, militantes o simpatizantes de diversas agrupaciones y partidos de la izquierda
simples estudiantes metidos en el bollo
Perfiles y nucas jóvenes
Amigos que empezaban aventuras poéticas con diverso nivel de afinidad
o futura divergencia
Otros con quienes nos acercábamos o distanciábamos en las estrategias o tácticas que llevaran al Mundo Nuevo
Que íbamos a crear
Las alternativas para tomar el cielo por asalto
se nos proponían como abanico prometedor, quizás desde ese cielo
Que íbamos a instalar aquí, entre nosotros, al alcance de la mano, en el barrio
Que de eso se trataba
En medio de toda esta conversación abierta de un país una nación
Que en ese momento preparaba sin saber esos cambios, que como digo
se ahogaron en sangre
pero quizás no totalmente
Pero antes
Neruda ahí en medio de los estudiantes y los años
Su voz y la melena roja de su compañera
Sus palabras como pájaros oscuros o claros sobrevolando todo
Conectando tiempos
Y nosotros ahí repito armando un poco una parte de nuestra vida con esos hilos de colores
Para formar el vasto tapiz ése que fue el de la revolución fracasada
Y de las revoluciones tergiversadas
o logradas
Y de otras que se vislumbran venir a lo lejos
Y de ese otro mundo nuevo
A lo mejor
Cuando tomado por los estudiantes, con apoyo de gran parte del cuerpo docente y administrativo
en una de las jornadas de la reforma universitaria en los sesenta
de repente llega el vate lee para apoyar
la toma de la facultad
la reforma universitaria
a los cabros, las chiquillas de las barricadas y las aulas
el cambio en Chile
Que se iba concretar en unos años y sería cancelado a sangre y fuego
y que nos iba a esparcir con muchas otras voces emergentes o maduras, marginales o de corriente principal
Que como bandadas de gaviotas se irían a posar en los Cuatro Costados del Mundo, algunos se quedaron por ahí anidados
A ratos y a veces en su obra, recuerdan a Neruda.
Pablo Neruda que con su boina de ferroviario leyó creo que de Alturas
Matilde canta o lo acompaña en guitarra
No me acuerdo
Algunos compañeros nos vinimos a ver desde las barricadas que habíamos levantado justo afuera de la facultad
Poetas en ciernes, militantes o simpatizantes de diversas agrupaciones y partidos de la izquierda
simples estudiantes metidos en el bollo
Perfiles y nucas jóvenes
Amigos que empezaban aventuras poéticas con diverso nivel de afinidad
o futura divergencia
Otros con quienes nos acercábamos o distanciábamos en las estrategias o tácticas que llevaran al Mundo Nuevo
Que íbamos a crear
Las alternativas para tomar el cielo por asalto
se nos proponían como abanico prometedor, quizás desde ese cielo
Que íbamos a instalar aquí, entre nosotros, al alcance de la mano, en el barrio
Que de eso se trataba
En medio de toda esta conversación abierta de un país una nación
Que en ese momento preparaba sin saber esos cambios, que como digo
se ahogaron en sangre
pero quizás no totalmente
Pero antes
Neruda ahí en medio de los estudiantes y los años
Su voz y la melena roja de su compañera
Sus palabras como pájaros oscuros o claros sobrevolando todo
Conectando tiempos
Y nosotros ahí repito armando un poco una parte de nuestra vida con esos hilos de colores
Para formar el vasto tapiz ése que fue el de la revolución fracasada
Y de las revoluciones tergiversadas
o logradas
Y de otras que se vislumbran venir a lo lejos
Y de ese otro mundo nuevo
A lo mejor
Friday, April 22, 2011
El advenimiento de las amazonas
Jorge Etcheverry
Las apariciones en la historia de esas guerreras, que se defienden y rigen sus sociedades son más escasas que las de las diosas suplantadas o subordinadas por dioses masculinos de barba, fuego y espada que las borraron de los frescos mientras pasaban a cuchillo poblaciones infieles y terminaban trasmutándose en el Gran Dios de los Negocios que vela por la solidez de nuestras inversiones y viste maletín y terno para gerenciar los negocios de las iglesias de la Cruz, la Estrella de Seis Puntas, la Medialuna, con sus listas de mandamientos que mezclan lo trivial de la comida y el atuendo con la rara frase dirigida al cuidado y respeto del así llamado prójimo, quizás para asegurar la no extinción de la fuerza de trabajo
Luego de milenios de lucha llevada a cabo contra el telón de fondo de las condiciones económicas y sociales que nombradas parecen sumamente abstractas, pero que esconden su realidad detrás de clichés y lugares comunes sean o no científicos o pertinentes al análisis de las fuerzas productivas y relaciones de producción o a las ideologías que se desprenden de ellas como oleadas de un magma de pungente y perfumada viscosidad que se concretiza, solidifica o cristaliza, algunos podrían decir que se congela, en ese vasto friso que llamamos cultura
Sucede que luego de algunas escaramuzas las mujeres pasan a ser esclavas y son recluidas a la pieza del fondo o enviadas a juntar y preparar comida para sustento del macho que mueve las guerras en remotas o no tan remotas regiones
El control de la reproducción de los genes asegura el dominio de los jefes de clanes guerreros que se agazapan bajo la vestimenta y estilo de vida de todas las grandes religiones, se mimetizan bajo algunas ideologías altas y respetables
Se promueve y realiza la segregación, flagelación, en otros tiempos la tortura y quema de innumerables mujeres que se atreven a asomarse a las avenidas del poder y el conocimiento cuyo tránsito les está prohibido
Oliendo una especie de Apocalipsis el animal macho humano husmea con sus narices dilatadas a los cuatro vientos y encierra a sus mujeres en corrales y cárceles, marcándolas a fuego, inflingiendo el terror y la sumisión en ellas en las calles de las más modernas megápolis
Piensa así controlar en cada caso y a su beneficio el hecho de la amenaza que se cierne sobre la especie, siempre listo a identificar a La Humanidad con su propia tribu, su peculiar manera de comprar y vender, de torturar, prohibir, celebrar, vestir, comer y matar
Pero nada puede a las finales poner dique a la verdad que sonríe en femenino y expectante debajo de estos tejes y manejes
Las apariciones en la historia de esas guerreras, que se defienden y rigen sus sociedades son más escasas que las de las diosas suplantadas o subordinadas por dioses masculinos de barba, fuego y espada que las borraron de los frescos mientras pasaban a cuchillo poblaciones infieles y terminaban trasmutándose en el Gran Dios de los Negocios que vela por la solidez de nuestras inversiones y viste maletín y terno para gerenciar los negocios de las iglesias de la Cruz, la Estrella de Seis Puntas, la Medialuna, con sus listas de mandamientos que mezclan lo trivial de la comida y el atuendo con la rara frase dirigida al cuidado y respeto del así llamado prójimo, quizás para asegurar la no extinción de la fuerza de trabajo
Luego de milenios de lucha llevada a cabo contra el telón de fondo de las condiciones económicas y sociales que nombradas parecen sumamente abstractas, pero que esconden su realidad detrás de clichés y lugares comunes sean o no científicos o pertinentes al análisis de las fuerzas productivas y relaciones de producción o a las ideologías que se desprenden de ellas como oleadas de un magma de pungente y perfumada viscosidad que se concretiza, solidifica o cristaliza, algunos podrían decir que se congela, en ese vasto friso que llamamos cultura
Sucede que luego de algunas escaramuzas las mujeres pasan a ser esclavas y son recluidas a la pieza del fondo o enviadas a juntar y preparar comida para sustento del macho que mueve las guerras en remotas o no tan remotas regiones
El control de la reproducción de los genes asegura el dominio de los jefes de clanes guerreros que se agazapan bajo la vestimenta y estilo de vida de todas las grandes religiones, se mimetizan bajo algunas ideologías altas y respetables
Se promueve y realiza la segregación, flagelación, en otros tiempos la tortura y quema de innumerables mujeres que se atreven a asomarse a las avenidas del poder y el conocimiento cuyo tránsito les está prohibido
Oliendo una especie de Apocalipsis el animal macho humano husmea con sus narices dilatadas a los cuatro vientos y encierra a sus mujeres en corrales y cárceles, marcándolas a fuego, inflingiendo el terror y la sumisión en ellas en las calles de las más modernas megápolis
Piensa así controlar en cada caso y a su beneficio el hecho de la amenaza que se cierne sobre la especie, siempre listo a identificar a La Humanidad con su propia tribu, su peculiar manera de comprar y vender, de torturar, prohibir, celebrar, vestir, comer y matar
Pero nada puede a las finales poner dique a la verdad que sonríe en femenino y expectante debajo de estos tejes y manejes
Sunday, April 10, 2011
Introducciones de Borealis, antología literaria de El Dorado
El Dorado – Breve historia
En mayo de 1997 se organizó una lectura de poesía en la Biblioteca Nacional de Canadá, edificio que está situado en la calle Wellington de Ottawa, la misma calle donde se encuentran el Parlamento de Canadá, La Corte Suprema de Justicia y el Banco Central de Canadá entre otras entidades notables de este país boreal. Aquella lectura era una especie de encuentro entre escritores chilenos, canadienses y otras nacionalidades que forman parte de la sociedad canadiense.
Después de esa lectura, en la que estuvieron presentes escritores como Asoka Weerasinghe, Jorge Etcheverry, Daniel Nadezhdin, Juan O'Neill, Arturo Lazo y otros, varios participantes y otros asistentes a la lectura nos fuimos a seguir una muy interesante conversación a un restaurante de comida latinoamericana que había comenzado a operar hacia poco tiempo en Ottawa. Hacía ya bastante tiempo que yo venía con la idea de comenzar una lectura de textos en castellano para autores de esta lengua que vivían en la ciudad de Ottawa, otras ciudades cercanas y algunas más lejanas. Antes de esto, a comienzo de los años 90 o fines de los 80 le había propuesto a algunos amigos organizar un grupo de discusión literaria en legua castellana y así nació La ventana, un grupo en donde se desarrollaban grandes discusiones literarias, con bastante sabor y carga metafísica. Este funcionó por algún tiempo en casa de Nieves y Miro Fuenzalida y de alguna manera fue un poco precursor de El Dorado.
Existía en la ciudad un circuito de lecturas de poesía que funcionaban desde hacia varios años, los autores que escribíamos en castellano (chilenos mayormente en aquellos tiempos) éramos invitados a estas lecturas en donde obviamente teníamos que leer nuestros textos en una de las lenguas oficiales. Esa noche y antes que nos retiráramos a nuestras casas le propuse a Jorge Etcheverry iniciar una lectura en el mismo recinto donde habíamos cenado, entre otros comensales estaba con nosotros también Arturo Lazo. Después de recibir una respuesta afirmativa, conversamos inmediatamente con el propietario del establecimiento y este nos dijo que sí, que aceptaba una lectura literaria en su restaurante. El último viernes del mes de junio de 1997 se llevó a cabo la primera lectura de El Dorado (nombre propuesto por J. Etcheverry) en La Isla Bonita, que en aquel momento funcionaba en la calle Somerset del barrio chino de Ottawa. El primer invitado especial para esa lectura fue Juan O'Neill, un poeta cubano-canadiense que en el pasado había colaborado con los exiliados chilenos en momentos que se necesitaba interpretación inglés-español, cuando a los chilenos los visitaba algún representante político o en alguna reunión con parlamentarios canadienses.
Exactamente un año antes, habíamos fundado la revista literaria Alter Vox cuya meta principal fue también la idea de publicar a autores en lengua castellana en Canadá.
En los catorce años de funcionamiento El Dorado tuvo que tomar un carácter itinerante debido a que los restaurantes o cafés donde ha funcionado han sufrido las variantes propias del mercado. Los primeros año funcionamos en La Isla Bonita, luego brevemente en los restaurantes Picante's y Allegro, más adelante, y quizá la mejor época (por buena o mejor época nos referimos a periodos de muy alta convocatoria para una lectura de poesía) de El Dorado, fue en el restaurante Gusti de la calle Preston en el barrio italiano. Posteriormente en otra época bastante buena se funcionó en el afamado café folk de Ottawa Rasputin's, lugar donde llegaron a actuar en sus comienzos artistas tan famosos como Lorena Mckennit y varios otros del mundo Folk canadiense. En los últimos tres años, aparte de presentaciones especiales en algunas universidades locales y centros de cultura, El Dorado por muy breves periodos ha funcionado en varios otros establecimientos de la ciudad.
Una de las particularidades de El Dorado durante todo su funcionamiento es que ha prescindido totalmente de la ayuda (monetaria) que algunas oficinas culturales de los distintos niveles de gobierno en Canadá ofrecen a las artes, ya sea por una especie de negligencia sana de nuestra parte, o por el hecho de no querer estar sometidos a decisiones de personas que simplemente quizá no entiendan la existencia de grupos literarios o artísticos alternativos.
Durante su funcionamiento, en El Dorado han leído no menos de ciento sesenta invitados especiales y más de mil seiscientos lectores en el micrófono abierto. Además han actuado un número bastante respetables de artistas y bandas de los más variados estilos musicales, incluida la música clásica. Hemos presentado también a realizadores de cine e historiadores y organizado simposios literarios nacionales e internacionales conocidos como Boreal.
En esta antología hubiéramos querido tener el mayor número posible de participantes dentro de quienes han sido invitados especiales a las lecturas, pero como ocurre en muchas antologías, a veces no todos los escritores desean participar y otros simplemente resultan inubicables. Los cuarenta y nueve participantes en este volumen incluyen a dos poetas que ya no están entre nosotros pero que fueron verdaderos Eldoradianos durante sus días como poetas, nos referimos a Juan O'Neill y Maureen Glaude.
En este libro participan poetas de lugares tan apartados como Chile, Uruguay, México, Perú, EE.UU., El Salvador y los que viven en Canadá pero que llegaron de los países ya mencionados además de Argentina, Bolivia, Sri Lanka, Italia, Polonia, Jamaica y Haití más los poetas canadienses anglófonos y francófonos.
Ahora dejamos que los textos de los escritores agrupados en este libro reflejen lo que se ha escuchado y visto en El Dorado durante los últimos catorce años. Esperamos que la lectura de estas páginas traigan el sabor literario que se degusta y nos hace creer que la literatura tiene razón de ser.
Luciano Díaz Porras
Marzo de 2011
Una antología en la encrucijada
Esta antología de El Dorado se produce en Canadá, en el contexto de una sociedad etnolingüística y culturalmente diversa, en gran parte fruto de la inmigración, aunque con dos, o mejor tres, pueblos fundacionales. Uno podría suponer que aquí no podrían estar ausentes las instancias interculturales a todo nivel, sobre todo en la capital del país, Ottawa. De hecho, no lo están, pero este multiculturalismo no tiende a incluir a las manifestaciones más sofisticadas junto a otras más accesibles al público en general, como la gastronomía, el folclor y la moda, en menor medida al cine y la plástica. En general estos productos culturales se dan en el marco institucional de bibliotecas y universidades y en los buenos oficios de las embajadas o consulados con ganas de difundir la cultura de sus países. Si hubo alguna vez una sección en el ministerio del patrimonio destinada al multiculturalismo literario, el financiamiento no se daba a obras literarias per se, ni a sus autores. El mérito de los proyectos debía ser que las obras postulantes representaran a sus comunidades y contribuyeran a la integración de las mismas a la comunidad canadiense. Así, ese apoyo institucional se otorgaba a literaturas consideradas implícitamente como de segunda clase, en oposición al financiamiento más oficial—federal, provincial y local—a las artes y la literatura que valorizaba el mérito por así decir ‘literario’ de las obras para otorgar las subvenciones o becas. Menor era y es aún el financiamiento o apoyo para las instancias que promueven de hecho, aunque no programáticamente, la multiculturalidad literaria. Pero a este respecto, El Dorado tiene que reconocer que si bien no ha gozado nunca de ningún tipo de financiamiento o apoyo a nivel de la institucionalidad cultural, en realidad nunca ha sido eso un impedimento para la realización de sus actividades de quince años de difusión, preservación y creación de la cultura escrita no tan sólo en idioma castellano, sino en otros idiomas que generan literatura en este mosaico cultural. Testimonio de esto es la variedad de autores que integran esta antología, y que en su momento han sido invitados a leer su obra en el curso de estos años. Entonces, esta antología y el esfuerzo editorial y comunitario subyacente, viene en parte a llenar una necesidad (inter)cultural siempre presente aunque nunca en la primera plana.
Por otro lado, esta antología se inscribe dentro de la producción chilena en el exilio en Canadá. Los autores de la iniciativa, sus gestores nucleares y otros que en diversos momentos han estado en nuestro comité, han sido autores chilenos, principalmente poetas. En sus 35 años, la literatura chilena en Canadá ha dado origen a talleres literarios, revistas y editoriales, además de eventos literarios de la literatura chilena per se o de la literatura en castellano producida en el país, principalmente hispanoamericana. La literatura chilena aportó dos elementos a las incipientes literaturas en español en el país. El primero es la organización. Los autores chilenos en diversos niveles de desarrollo y de diversas tendencias literarias, asumieron a la literatura como arma de resistencia en el exterior contra la dictadura en el país de origen, y así generaron instancias editoriales, creativas y de difusión no tan sólo de la literatura chilena, que en diversas ocasiones contaron con el apoyo de la comunidad. El segundo elemento es que estos autores se percibían como parte de una literatura nacional, así al programar sus eventos y realizar sus publicaciones operaban con criterios que en parte orientaban su quehacer hacia Chile, al comienzo básicamente la diáspora chilena, donde los eventos realizados en Canadá se registraban y anunciaban y en cuyos medios los autores publicaban. La intención de vincularse con la literatura ‘de adentro’ es una constante de las instancias literarias gestionadas por chilenos. Además tendemos a aplicar desde el modelo de las peñas como escenario de la lectura y la interpretación musical, hasta la manera de hacer antologías, publicar en nuestras revistas, tan artesanales, o invitar autores a leer, en general mediante invitación por obra realizada o promesa creativa. Resultado de estas dos vertientes es esta antología, que con sus múltiples voces representa a la multifacética literatura canadiense, y a la literatura de diversos países, idiomas y generaciones, cuyas voces se despliegan en su diversidad, concretizando ese lema proveniente de Mao, “que florezcan mil flores”.
Jorge Etcheverry Arcaya
Marzo de 2011
En mayo de 1997 se organizó una lectura de poesía en la Biblioteca Nacional de Canadá, edificio que está situado en la calle Wellington de Ottawa, la misma calle donde se encuentran el Parlamento de Canadá, La Corte Suprema de Justicia y el Banco Central de Canadá entre otras entidades notables de este país boreal. Aquella lectura era una especie de encuentro entre escritores chilenos, canadienses y otras nacionalidades que forman parte de la sociedad canadiense.
Después de esa lectura, en la que estuvieron presentes escritores como Asoka Weerasinghe, Jorge Etcheverry, Daniel Nadezhdin, Juan O'Neill, Arturo Lazo y otros, varios participantes y otros asistentes a la lectura nos fuimos a seguir una muy interesante conversación a un restaurante de comida latinoamericana que había comenzado a operar hacia poco tiempo en Ottawa. Hacía ya bastante tiempo que yo venía con la idea de comenzar una lectura de textos en castellano para autores de esta lengua que vivían en la ciudad de Ottawa, otras ciudades cercanas y algunas más lejanas. Antes de esto, a comienzo de los años 90 o fines de los 80 le había propuesto a algunos amigos organizar un grupo de discusión literaria en legua castellana y así nació La ventana, un grupo en donde se desarrollaban grandes discusiones literarias, con bastante sabor y carga metafísica. Este funcionó por algún tiempo en casa de Nieves y Miro Fuenzalida y de alguna manera fue un poco precursor de El Dorado.
Existía en la ciudad un circuito de lecturas de poesía que funcionaban desde hacia varios años, los autores que escribíamos en castellano (chilenos mayormente en aquellos tiempos) éramos invitados a estas lecturas en donde obviamente teníamos que leer nuestros textos en una de las lenguas oficiales. Esa noche y antes que nos retiráramos a nuestras casas le propuse a Jorge Etcheverry iniciar una lectura en el mismo recinto donde habíamos cenado, entre otros comensales estaba con nosotros también Arturo Lazo. Después de recibir una respuesta afirmativa, conversamos inmediatamente con el propietario del establecimiento y este nos dijo que sí, que aceptaba una lectura literaria en su restaurante. El último viernes del mes de junio de 1997 se llevó a cabo la primera lectura de El Dorado (nombre propuesto por J. Etcheverry) en La Isla Bonita, que en aquel momento funcionaba en la calle Somerset del barrio chino de Ottawa. El primer invitado especial para esa lectura fue Juan O'Neill, un poeta cubano-canadiense que en el pasado había colaborado con los exiliados chilenos en momentos que se necesitaba interpretación inglés-español, cuando a los chilenos los visitaba algún representante político o en alguna reunión con parlamentarios canadienses.
Exactamente un año antes, habíamos fundado la revista literaria Alter Vox cuya meta principal fue también la idea de publicar a autores en lengua castellana en Canadá.
En los catorce años de funcionamiento El Dorado tuvo que tomar un carácter itinerante debido a que los restaurantes o cafés donde ha funcionado han sufrido las variantes propias del mercado. Los primeros año funcionamos en La Isla Bonita, luego brevemente en los restaurantes Picante's y Allegro, más adelante, y quizá la mejor época (por buena o mejor época nos referimos a periodos de muy alta convocatoria para una lectura de poesía) de El Dorado, fue en el restaurante Gusti de la calle Preston en el barrio italiano. Posteriormente en otra época bastante buena se funcionó en el afamado café folk de Ottawa Rasputin's, lugar donde llegaron a actuar en sus comienzos artistas tan famosos como Lorena Mckennit y varios otros del mundo Folk canadiense. En los últimos tres años, aparte de presentaciones especiales en algunas universidades locales y centros de cultura, El Dorado por muy breves periodos ha funcionado en varios otros establecimientos de la ciudad.
Una de las particularidades de El Dorado durante todo su funcionamiento es que ha prescindido totalmente de la ayuda (monetaria) que algunas oficinas culturales de los distintos niveles de gobierno en Canadá ofrecen a las artes, ya sea por una especie de negligencia sana de nuestra parte, o por el hecho de no querer estar sometidos a decisiones de personas que simplemente quizá no entiendan la existencia de grupos literarios o artísticos alternativos.
Durante su funcionamiento, en El Dorado han leído no menos de ciento sesenta invitados especiales y más de mil seiscientos lectores en el micrófono abierto. Además han actuado un número bastante respetables de artistas y bandas de los más variados estilos musicales, incluida la música clásica. Hemos presentado también a realizadores de cine e historiadores y organizado simposios literarios nacionales e internacionales conocidos como Boreal.
En esta antología hubiéramos querido tener el mayor número posible de participantes dentro de quienes han sido invitados especiales a las lecturas, pero como ocurre en muchas antologías, a veces no todos los escritores desean participar y otros simplemente resultan inubicables. Los cuarenta y nueve participantes en este volumen incluyen a dos poetas que ya no están entre nosotros pero que fueron verdaderos Eldoradianos durante sus días como poetas, nos referimos a Juan O'Neill y Maureen Glaude.
En este libro participan poetas de lugares tan apartados como Chile, Uruguay, México, Perú, EE.UU., El Salvador y los que viven en Canadá pero que llegaron de los países ya mencionados además de Argentina, Bolivia, Sri Lanka, Italia, Polonia, Jamaica y Haití más los poetas canadienses anglófonos y francófonos.
Ahora dejamos que los textos de los escritores agrupados en este libro reflejen lo que se ha escuchado y visto en El Dorado durante los últimos catorce años. Esperamos que la lectura de estas páginas traigan el sabor literario que se degusta y nos hace creer que la literatura tiene razón de ser.
Luciano Díaz Porras
Marzo de 2011
Una antología en la encrucijada
Esta antología de El Dorado se produce en Canadá, en el contexto de una sociedad etnolingüística y culturalmente diversa, en gran parte fruto de la inmigración, aunque con dos, o mejor tres, pueblos fundacionales. Uno podría suponer que aquí no podrían estar ausentes las instancias interculturales a todo nivel, sobre todo en la capital del país, Ottawa. De hecho, no lo están, pero este multiculturalismo no tiende a incluir a las manifestaciones más sofisticadas junto a otras más accesibles al público en general, como la gastronomía, el folclor y la moda, en menor medida al cine y la plástica. En general estos productos culturales se dan en el marco institucional de bibliotecas y universidades y en los buenos oficios de las embajadas o consulados con ganas de difundir la cultura de sus países. Si hubo alguna vez una sección en el ministerio del patrimonio destinada al multiculturalismo literario, el financiamiento no se daba a obras literarias per se, ni a sus autores. El mérito de los proyectos debía ser que las obras postulantes representaran a sus comunidades y contribuyeran a la integración de las mismas a la comunidad canadiense. Así, ese apoyo institucional se otorgaba a literaturas consideradas implícitamente como de segunda clase, en oposición al financiamiento más oficial—federal, provincial y local—a las artes y la literatura que valorizaba el mérito por así decir ‘literario’ de las obras para otorgar las subvenciones o becas. Menor era y es aún el financiamiento o apoyo para las instancias que promueven de hecho, aunque no programáticamente, la multiculturalidad literaria. Pero a este respecto, El Dorado tiene que reconocer que si bien no ha gozado nunca de ningún tipo de financiamiento o apoyo a nivel de la institucionalidad cultural, en realidad nunca ha sido eso un impedimento para la realización de sus actividades de quince años de difusión, preservación y creación de la cultura escrita no tan sólo en idioma castellano, sino en otros idiomas que generan literatura en este mosaico cultural. Testimonio de esto es la variedad de autores que integran esta antología, y que en su momento han sido invitados a leer su obra en el curso de estos años. Entonces, esta antología y el esfuerzo editorial y comunitario subyacente, viene en parte a llenar una necesidad (inter)cultural siempre presente aunque nunca en la primera plana.
Por otro lado, esta antología se inscribe dentro de la producción chilena en el exilio en Canadá. Los autores de la iniciativa, sus gestores nucleares y otros que en diversos momentos han estado en nuestro comité, han sido autores chilenos, principalmente poetas. En sus 35 años, la literatura chilena en Canadá ha dado origen a talleres literarios, revistas y editoriales, además de eventos literarios de la literatura chilena per se o de la literatura en castellano producida en el país, principalmente hispanoamericana. La literatura chilena aportó dos elementos a las incipientes literaturas en español en el país. El primero es la organización. Los autores chilenos en diversos niveles de desarrollo y de diversas tendencias literarias, asumieron a la literatura como arma de resistencia en el exterior contra la dictadura en el país de origen, y así generaron instancias editoriales, creativas y de difusión no tan sólo de la literatura chilena, que en diversas ocasiones contaron con el apoyo de la comunidad. El segundo elemento es que estos autores se percibían como parte de una literatura nacional, así al programar sus eventos y realizar sus publicaciones operaban con criterios que en parte orientaban su quehacer hacia Chile, al comienzo básicamente la diáspora chilena, donde los eventos realizados en Canadá se registraban y anunciaban y en cuyos medios los autores publicaban. La intención de vincularse con la literatura ‘de adentro’ es una constante de las instancias literarias gestionadas por chilenos. Además tendemos a aplicar desde el modelo de las peñas como escenario de la lectura y la interpretación musical, hasta la manera de hacer antologías, publicar en nuestras revistas, tan artesanales, o invitar autores a leer, en general mediante invitación por obra realizada o promesa creativa. Resultado de estas dos vertientes es esta antología, que con sus múltiples voces representa a la multifacética literatura canadiense, y a la literatura de diversos países, idiomas y generaciones, cuyas voces se despliegan en su diversidad, concretizando ese lema proveniente de Mao, “que florezcan mil flores”.
Jorge Etcheverry Arcaya
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About Me
- j.etcheverry
- Ottawa, Ontario, Canada
- Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.