Wednesday, October 8, 2008

El pensamiento me entretiene, me mantiene y me mata. Avatares del yo en la poesía de Julio Miralles

Jorge Etcheverry La poesía de Julio Miralles desplegó sus alas por un par de décadas desde esa región de atmósfera aún traslúcida que es Norte. Triste dio unas vueltas para luego caer prematuramente en el momento más fructífero de su producción. Julio Miralles nació el 26 de septiembre de 1971 en El Salvador. Pasó su infancia y juventud en Vicuña y siempre se consideró un Elquino de corazón. En 1994, luego de participar en actividades culturales en La Serena, partió a Iquique donde vivió el resto de su vida. Además de poeta era dramaturgo y artista plástico y fue galardoneado por el Ministerio de Cultura, por sus actividades culturales y sus numerosos premios en concursos de poesía y cuento. Llegó a ocupar la secretaría del Consejo Regional de la Cultura de la Primera Región, puesto que desempeño hasta su fallecimiento. Si bien publicó sólo dos libros en papel: De astros y confabulaciones (Split/Quotation –La cita trunca, 1992) y Las fórmulas secretas de la soledad (Ediciones Campus, 1999, Universidad Arturo Prat, Iquique), nos dejó bastante producción inédita, libros que he ido publicando en formato electrónico en La cita trunca, incluyendo un tercer libro que iba a sacar en papel y que no alcanzó a publicar: Los ángeles prohibidos del amanecer. Sus otros títulos son Fragmentos del tatuado; Lo oscuro y lo silencio; Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas y las Microcrónicas, este último una colección de breves textos intergenéricos. Poeta básicamente lírico, en cuanto privilegia una intensa expresión centrada en lo que se suele denominar ‘personal’, sin embargo acoge abundantemente al mundo como correlato objetivo de su interioridad y como escenario. Pero sobre todo a los demás, como familiares, confidentes, interlocutores, amantes, compañeros y semejantes, que aparecen en los poemas ya sea como personajes concretos de su vida cotidiana o seres fantásticos o míticos y personificaciones, lo que enmarca y contextualiza el desgarramiento existencial e identitario básico sobre el que se levanta su poesía. En el aspecto por así decir formal, de la expresión, su escritura acoge diversos tipos de discursos e influencias, que se ponen al servicio de la comunicación para compartir una herida existencial básica. Una de las mayores predilecciones, para no hablar de influencias, de este poeta, es Vicente Huidobro: Ícaro, que es por así decir el personaje principal del poemario Lo oscuro y lo silencio, es de alguna manera un Altazor: Ícaro mártir seducido niño insólito ovario cautivo en la caída tal vez también eres un ángel y tu caída un vuelo inverso 4 de las 5 las notas finales para las citas y alusiones en este libro poema corresponden a citas de El ciudadano del olvido de Huidobro. En Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer, obra objeto de una performance suya en la Universidad Arturo Prat en 2006, y que es un verso de Altazor, se citan a su vez versos de Poemas Árticos, Altazor y Últimos Poemas. Las fórmulas secretas de la soledad, uno de sus dos libros publicados, tiene como epígrafe unos versos en Francés del poeta creacionista y se citan los Poemas Árticos. Esa presencia de Huidobro, aparte del frecuente recurso a la cita o alusión de textos, muestra una tendencia mesurada y contenida al experimentalismo y la vanguardia, un poco de capa caída en estos tiempos de comunicación directa y simple de los nuevos medios. O a lo mejor aminorada por los miles de millones de soledades paradojalmente entramadas en una red mundial. En el caso de este poeta, la necesidad de expresión en su urgencia atenúa esa tendencia presente a la exploración lingüística, que deja advertir sin embargo en la presencia mesurada de caligramas, como en Lo oscuro y lo silencio: y niño en el pájaro c a y e n d o y caído planóforo incendiado donde hay además un ejemplo de generación semántica, y también otras alteraciones sintáctico formales: XI Faraón - sueña - sueño - indescifrable. Sagrada - boca - toca - pétalo - perdido. Flor - lejos - desprende - luto. Muerte - envía - telegrama : Bes o - negro - del - olvido. PUNTO de Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas Lejos de ser un puro regocijo o manipulación exploratorios, o intentar ampliar los horizontes de la expresión linguística--una vanguardia la trascendencia perpetua o el vacío--, estos rasgos experimentales se emplean para representar realidades líricas o situacionales. En toda poesía, acaso en toda literatura, se da el encuentro y el intento de armonización entre la dimensión ‘de acá’, del sujeto, y de ‘allá’, comúnmente mundo. En este caso, la acogida del mundo (natural y humano) da lugar a una pluralidad de diversos discursos sociales que van de lo idiomático a lo culto y lo casi idioléctico, es decir un lenguaje con connotaciones reducidas a un grupo mínimo, en general familiar, pero que se ponen al servicio de una vocación eminentemente lírica. Así, el epígrafe “El pensamiento me entretiene, me mantiene y me mata”, del libro Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer alude a una anécdota que circula en el seno de la familia del poeta y el círculo más estrecho de relaciones y amistades: una mujer loca en la Parte Alta de Coquimbo decía esa frase cuando hablaba su estado mental con la abuela del poeta. Aquí esta frase se saca de ese contexto y pasa a referirse al emisor poeta, encabezando un libro cuyas otras citas o referencias al fin del mismo son de Vicente Huidobro. Así, esta poesía abarca lo cotidiano, popular, coloquial. Es aterrizada y de alguna vinculada con seres, grupos y lenguajes marginales y marginados. Hay diversas fonéticas reproductivas y grafismos, se manifiesta por ejemplo en la presencia de expresiones subculturales como panky, fumón kumita choro..;. “Shiii aquí estamo todavía los loco”; cacho; la mermelá en Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas. La ‘i’ arcaica de la ortografía de Bello y el español antiguo aparecen en algunas estrofas de Las fórmulas secretas de la soledad, que a veces parodia el lenguaje español antiguo de los cantos de gesta y los libros de viaje, como en la parte del poema que lleva por título “El Doncel Relata la Historia de su Vida/i Algunos Viajes i Cosas que Sucedieron en Ellos". En Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer nos encontramos ocasionales representaciones fonéticas de habla coloquial entramadas con textos de otros registros: la ciudá, la realidá, calamidá, alas rompidas, desta soledá, en doliendo, en arañando, y deso vivo, libertá, se me le multiplica, he volvido, que resultan en un texto que mantiene una estructura más o menos tradicional de verso libre, un gran presencia popular y coloquial, pero que a la vez es fuertemente distanciado, otra de las dicotomías con que trabaja este autor: Mira... cómo me le crecen estas alas rompidas y cómo me le rompen en la garganta rota las palabras desta confesión de-lirio, de flores y ventanas. Julio favorece la figura del ángel, de Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer, el que de alguna manera es una máscara o representación del hablante lírico o un personaje que un poco lo encarna y que se pasea por sus poemarios. El ya mencionado Ícaro tiene elementos de este ángel caído, y el Altazor de Huidobro, que se cita, pasa a ser parte de esta serie de personajes autorreferentes de aciago destino. También forman parte de esta constelación El Tatuado, que aparece en los Fragmentos del tatuado, y el Joven Príncipe de Las fórmulas secretas de la soledad; así como el testigo y narrador de Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas, que es un vampiro, de alguna manera un ángel caído y maldito: Comienza a amanecer… el hambre nuestro de cada día se vislumbra. Entonces mejor correr antes que cierren todos los cementerios y nos quedemos aquí viviendo entre los vivos… pero muertos Estos y otros personajes se sitúan al centro de una madeja o tejido de relaciones, juicios, conjeturas, etc., que hilvanan una escritura en que diversos otros caracteres y avatares les irán entregando el sentido de una existencia yecta, en un sentido heideggeriano, pero no del todo inauténtica sino rodeada a veces de un negro romanticismo. Pero en el fondo el héroe de turno conoce y a la que está condenado desde su nacimiento. Este (anti)héroe marginal que puede asumir las alas y el destino aciago de Ícaro, el Joven, Príncipe o el Ángel, es el centro o la incógnita de otros diversos personajes que el emisor poético secreta en un afán definitorio de los contornos y esencia de su propio ser. Así, en Lo oscuro y lo silencio, el personaje central que se define como siendo “A la manera de Ícaro”, es el objeto de la preocupación, registro, investigación y conjetura de caracteres tales como el Entomólogo, el Maestro, la Nodriza, el Célebre Médico, el Astrólogo y la Madre, a todos quienes el héroe responde en la sección de este libro poema totulada, Lo que dijo Ícaro, y más especialmente al Médico en Respondiendo al Célebre Médico ¿Hubo alas? sí señor, había alas ... ¿Heridas hubo? profundas llagas ¿Causa de la muerte? porfía arrebato libertad ¿Murió de repente? de repente de rapto de belleza ¿Hora del deceso? al ocaso a eso de la noche que llaman estrellada. ¿Hubo lágrimas? amargas señor, tan amargas. Lo que revela al poema como un post mortem, mostrando a la vez una suerte de narcisismo quizás un poco masoquista, que se da en el cumplimiento de esa fantasía de ser el testigo de la propia muerte y el efecto que tiene en los más próximos y en el mundo. Estas constelaciones de personajes centrados alrededor de los aspectos y avatares de un personaje central antiheroico pero estetizado, aparecen también en otros poemarios, a veces en guisa de interlocutores, delimitando y cualificando el yo poético en un obsesivo autoexamen. Así pasa en Fragmentos del tatuado, donde la madre, el padre, el Ojonauta, el amigo, la mariposa y la poesía son interlocutores que en un contrapunto dialógico van explorando junto al emisor poético sus alternativas existenciales. En Los ángeles prohibidos del amanecer se recurre a la personificación para ir delineando esta figura central para herioca: Del Temor, De Tu Retrato, Del Sueño, De la Indolencia, Del Delirio, De la Soledá, De la Paraplejía, Del Valle, Del Cerro El Plomo, Del Carnaval, etc., elementos que comprenden lo objetivo, lo calificativo, lo anímico, estados físicos, eventos y actividades, que proceden de diversos registros semánticos, y que desde el punto de vista del sujeto, no esta vez de los otros personajes (testigos), ayudan en este proyecto o tarea de delimitar la figura del yo, sus cualidades y acaeceres, lo que padece y lo que origina esta identidad fluctuante y empecinada en un autoconocimiento con matices narcisistas, sensuales y masoquistas y, por así decir su esencia y sus manifestaciones.

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

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Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura