Jorge Etcheverry
En consonancia con los tiempos que se avizoran rojos por donde se los mire, rogelios como se decía en un tiempo en mi ya lejano e irrecuperable país ya perdido y medio curado en una esquina de la noche de los tiempos
Ahora habitado por hordas de espectros, íncubos y súcubos, o entes medio informes detrás de las máscaras y variados disfraces a medio solidificar que esconden a esos vestigios de las entidades de otrora
Y de eso parece que no se salva nadie
Y esa es una pesadilla de la que casi me acabo de despertar pero en una de estas no
Pero volvamos
Rogelios se les decía en general a todos aquellos hombres y mujeres—de diversas edades, de diferente procedencia social—que se ubicaban por períodos imprecisos que iban de unos meses a toda una vida en el amplio y en ese entonces abigarrado abanico de la izquierda o más bien de las izquierdas
Así hemos decidido modificar por ahora y por el momento el color de base de esta modesta página que ustedes tienen ante vuestros ojos y que maneja este servidor
Página limitada por la falta de conocimientos técnicos en esta materia de su servidor. Que después de años—qué— de décadas de facilitar espacios y publicar autores y hacer crítica
No ha podido lograr que nadie le dé ni siquiera una manito ocasional para amononar esta modesta página. Sus peticiones de apoyo técnico caen en oídos sordos
No se oye padre dicen los interpelados a la hora de los quiubos
Pero no estamos escribiendo en esta mañana de pascua para quejarnos de la evidente falta de colaboración que nos aísla
Del aspecto general de Chile que parece haber doblado una esquina equivocada en algún momento a lo mejor hace décadas y parece que era uno el que no se había dado cuenta
De la necesidad absoluta de ir más allá del género poesía, de que lo hagan a la brevedad posible los jóvenes, algunos al menos, más dotados que yo o quizás con la ayuda de implantaciones electrónicas en sus lóbulos frontales
O que cuentan con partes enteras metálicas en sus cuerpos núbiles todavía en desarrollo
Pero por lo que parece esto todavía no está pasando
A lo mejor lo que pasa es que todavía me queda esa capacidad de proyectar mi escuálida visión hacia el futuro que era uno de los atributos que tenía cuando era poeta
Pero no nos desviemos del tema
Ese rojo no es tan solamente el color de la evidente sangre que baña las calles de este siglo que deja atrás su primera década del nuevo milenio y aquí no podemos menos que citar al vate por excelencia
“venid a ver la sangre por las calles”
Es el rojo de la rosa que se abre
El rojo del planeta Marte que es un despojo sideral antiquísimo pero que a lo mejor tiene agua y por consiguiente vida bajo la engañadora superficie
El rojo color sagrado de los chinos
Que los hizo aceptar y acoger la revolución manteniendo a la vez las tradiciones más curiosas y recónditas
Es el rojo de la bandiera rossa pero también del traje del viejito pascuero
Y es así que se nos está terminando el impulso de la cafeína de la primera taza de café que nos tomamos hace una media hora acompañada de dos chocolates rellenos de procedencia polaca
Fáciles de conseguir en este país multicultural
Ya sólo nos queda hilo en la cañuela para estás últimas palabras
Antes de sign off
Y despedirnos en esta mañana del veinticuatro de diciembre del dosmildiez
Blogista de algún modo personal, pero que acepta anuncios, colaboraciones y comentarios de lectores y etcheverroides. Dedicada sobre todo a textos, literatura (eventos, artículos, crítica, metacrítica, etc.), política en sentido amplio--y en el otro-- e ideas. Dirigir la correspondencia a jorgecheverry@yahoo.com o a jorgeetcheverry@rogers.com
Friday, December 24, 2010
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About Me
- j.etcheverry
- Ottawa, Ontario, Canada
- Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.