Como es que iba la última línea de la noche
Ya ni se acuerda, el mundo no es más como esa otra línea que dicen que se aspiraba directamente sobre la mesa, después de cortarla cuidadosamente con una hoja de afeitar, aspirándola míticamente según tantas películas con un billete enrollado ya sea en la fosa nasal izquierda o derecha, haciendo aspavientos del efecto brutal para el público
Ahora separado un poco de los ires y venires de la anécdota cuyos brazos y perfume nos mantenían anegados en el mar de la vida—eso parecen decirme los que se las saben todas, incluso éstas
Yo por mi parte he sido siempre muy de mi casa, no tomo mucho, me acuesto temprano, soy supehetero y supermonógamo
A lo me que me refiero es al reflejo de la escritura, no sé si es más bien un hábito que nos ha ido engullendo
Aunque no haya nada importante que decir