Sunday, October 5, 2014

Delirium, de Akiles de Castro


Ottawa: Split Quotation/La cita trunca, 2013, 91 páginas (prólogo de Jorge Etcheverry).

L. Fernando Veas Mercado

Nota sobre el libro más reciente de "El alba volante", rama de poesía en castellano de Split Quotation/La cita trunca


Akiles de Castro es el seudónimo de David Castro Rubio. Nació en 1957 en Santiago, Chile. Su adolescencia y edad adulta las ha vivido en Montréal desde 1974. Desde niño habla inglés y puede escribir indistintamente en esa lengua y en español. Sus viajes han enriquecido sus poemas que han sido publicados en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, México y Perú. En 2003 publicó, Cleo su primer libro (en edición bilingüe) y posteriormente, en 2008: By this River

Delirium aparece como un poema narrativo que podríamos pensar como inicial de un joven poeta. En realidad es una remembranza, como toda poesía: evocación de un hablante que inicia un viaje, motivo recurrente en literatura. El yo que emite el discurso decide salir de un entorno siniestro en el cual su degradación no tiene atenuantes; decide terminar con una vida hueca, zambullida literalmente en el alcohol y partir en busca de libertad, de cariño, de vida. Lo único que posee es su posible destino de poeta. Poeta no sólo marginal sino casi maldito, mal amado, dipsómano y solitario, pero libre. El delirio del hablante es su salida de lo habitual; de su cotidianeidad y de la de los demás: la libertad. El suyo será un viaje catártico hacia las alturas y pureza de la Rockies donde tal vez encontrará lo que le falta, tal vez más que un dios que no se manifiesta, al menos para él, en casi nada. Sí, tal vez en los amaneceres que los confortarán en su vagabundeo en busca no de El Dorado o de una Ítaca sino del deseo de conformarse en su fe de poeta.

Más que la llegada o el posible encuentro de una meta, de un algo iluminador, interesa más el viaje en sí, el estar en un tiempo de su existencia:

“Soy un momento en el tiempo”

que tal vez podrá perdurar en un espacio; en los Rockys, alturas:

Donde se respira un aire tan puro
Que es de llenarse los pulmones y
Sentirse contento. Alturas,
Donde se puede ver el sol brillante
Fundir la nieve blanca
De vuelta en agua pura

Y en ese paisaje, Ícaro aún no se quema las alas. Por eso, al pesimismo inicial sucederá el deseo de vivir.

Eso le ayuda a superar el falso atractivo hiperrealista de las ciudades especialmente de la falsa entre las falsas: La Vegas; charada del mundo moderno, al final del cual puede estar su lugar de descanso…Hay algunas “tentaciones”, como las notadas por Etcheverry, homologables a las de Ulises en su viaje de regreso y el estado de ánimo beatniks.



Esta mezcla de desconcierto y desencanto ya está al comienzo:

Pude haber hecho algo mejor
Que vagar solitario para encontrar
El verdadero significado de la vida.
Para descubrir que nada
Importa realmente,
después de todo.

Pero el hablante se puso en movimiento, inició una búsqueda, por eso, lo que resalta en la escritura es el ansia de libertad y de vivir que a ratos podría sugerirnos la explosión vital de un Whitman pero también la poesía de Dylan Thomas y Kerouac y esos viajes iniciáticos como los de los road movies como Easy Rider o, como lo señala el prologuista, de las “novelas de formación”. Es la búsqueda de la casa:

A casa ya voy.
Desgraciadamente el último hotel,
Con la gorda ancha y su iguana regalona.
Pero a casa voy

En Delirium todo es personal, como un delirio provocado por el alcohol o las drogas pero que son recuperación de la sobriedad del hablante lo que, le lleva a sus frases finales.

El hablante, cuando cree llegar al término de su periplo quedará tan desconcertado como al iniciar su marcha a través de una Norteamérica vista a grandes rasgos por un veloz viajero desencantado pero que goza con los deslumbramientos mínimos a que puede tener acceso.

Al final, está el comienzo se cambia un puta gorda y rubia por otra mujer gorda que fuma cigarro y que desaparece después de un ¡OM! que lo reenvía a recomenzar, o empezar de verdad su vida.

El hablante poético en este delirio y con su salida de él, ha terminado su prehistoria. En ese final de viaje no hay meta alcanzada sino reintegración, no a los surcos de una vida normal u ordinaria, sí a su propia huella, a su propio sendero vital. El final del viaje es el principio de su verdadera vida, el comienzo de la historia, de su historia.

El volumen incluye un llamado: Revuelta joven que implica una opinión sobre la realidad en relación a la juventud. De lo personal se pasa a lo colectivo y a un compromiso que recuerda varias doctrinas. Estimo que esta parte implica el deseo de este otro hablante para que nadie pase de largo por una realidad que no tiene nada de la hiperrealidad de Las Vegas, por ejemplo, o la cotidianeidad absurda llena de todo lo que da el mundo actual en todos los países, regalo neoliberal. Más que una realidad, son deseos dicho textualmente, anarquistas, lo que despista un poco ya que el llamado es una invitación expresada ya por muchos hace mucho tiempo y, visto así, lo considero un recordatorio, y un deseo de no envejecer consintiendo a pesar que poco se pueda hacer para cambiar la situación denunciada. Estimo que es una obligación moral que se impuso el hablante y que le ayuda a vivir.


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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

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Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura