Un
cuanto de luz& palabras. Ora la sombra ora la luz. La sombra habla buscando
modos variados de expresión. La voz es lenguaje, tinieblas. Es la voz clamando
en el desierto. La luz baja de arriba. Se refleja y refracta. Se levanta en
cirios, da en cristales. Perdura en el fuego, las ampolletas eléctricas, el
carbón de espino, los astros
llena todo de imágenes, se deja estar en las
pupilas. Todo avance es avance en la luz, todo cambio mutación de los ojos.
Toda evolución perspectivas diferentes en la luz. La luz está. La luz no
necesita de palabras
No
existe al mismo tiempo luz y sombra. No existe el claroscuro. Se persiguen en
forma alternativa. Un mundo de luz y lo que es luz. Un mundo de sombra y lo que
es sombra.
Hay
otros modos en la serie. Son contables, no con los dedos. Las voces, las
introyecciones de los combatientes, los menesteres y las mitologías
No un
rechazo; una frontera, no bien delimitada, en última instancia muy fácil de
cruzar
en la
misma poesía, en el terreno al cual pueda pertenecer—funciona de cierta manera,
no del todo
Las
relaciones mágicas que conectan los así llamado de los diversos textos, y se
complican armando una red invisible que termina por contaminar el mundo
positivo de los trabajadores
como el
elemento irreal se impone con un tenor ascendente sobre la esmaltada perfección
de los versos precedentes
A veces;
Mira: es como ventanas que no hay en ninguna parte, pero situadas altas—porque
siempre los dones y amenazas se colocan arriba. Arriba están los pájaros. Se
siente un bullir—¿Voces? Un soplo caliente desciende sobre la ciudad, imanta
los objetos