Saturday, August 29, 2009

Fragmento encontrado en el Metro de París en 1983

....cambiaron la guitarra eléctrica por la pistola, luego otra vez por la guitarra eléctrica. Voy a escribir un poema sobre la última generación chilena. Vamos a escribir un poema vasto sobre los pistoleros Ulises & Magaña han tenido la enorme suerte de verme en Europa. Vuelan sobre los Antiguos Campanarios Góticos de la así llamada Ciudad Luz unos pájaros imprecisos, medio incalificables. Hemos sabido de cómo BARCELÓ inmovilizó todo menos el PICO mientras otros buscaban un fácil asilo en la CONVERGENCIA. Mi pulso tembloroso me hizo arrepentirme de mis tendencias insurreccionales al hacer temblar la trayectoria y la incisión de los postones a mucha distancia del blanco --No hay nadie parece trabajando el PAÍS VASCO, cuna de mis ancestros. Ahí debiera haber habido un Urriola, un yo (XX), un Gutiérrez, mientras los turistas lavan los montes y las umbrías casas, las calles de SAN SEBASTIÁN DONOSTIA como un agua permanente, pero muy clara, que no gasta ni araña las rocas --Pero nosotros no defendamos la subsistencia de un territorio de 4x4. Esa cosa de países chicos se ve en la pura Europa...

Sunday, August 23, 2009

Convención y distorsión: Regiones de José Carlos Sánchez-Lara

Nota mía sobre el libro Regiones, del poeta neo vanguardista cubano american José carlos Sánches Lara Al enfrentar la descripción de esta tarea de intención poética, uno advierte inmediatamente la distorsión a que somete este conjunto de textos a eso que el lector espera cuando le entregan lo que se llama poesía. Ya el primer texto del libro es una para-reflexión entre la poesía y la prosa ¿Pero porqué se decide uno por la palabra ‘distorsión’ en vez de ‘innovación’? Quizás por que esta última palabra está ligada al optimismo del ‘desarrollo’, del ‘progreso’ y si uno la usa, se está adscribiendo implícitamente a la misma ideología omnipresente que este libro contribuye a combatir. Lo que quizás sea una exageración, a lo más uno puede enunciar que hay un intento o gesto de combate, el barrunto de una alternativa, —frente al poderoso estado de cosas vigente, que se extiende hasta los bordes mismos de otras ideologías aún más tautológicas e integristas cuyas derivaciones extremas nos son casi inimaginables—después de todo aún somos occidentales. Una alternativa por necesidad balbuceante frente al Estado de Cosas que opone a los inevitables terrores que se vislumbran a futuro la reiteración de las repeticiones y lugares comunes a medio morir disfrazados de verdades y valores evidentes—que se transmutan y disfrazan y parecen mirarnos desde cualquier lado de la trinchera. principio y fin Entonces parece adecuado descartar o reducir la presencia de las divisiones y clasificaciones que insuflan la escritura y la poesía en el presente—en todo presente—y la insertan en el marco de los objetos de percepción habitual, así el texto FRAGMENTOS DE UN TABLOIDE DE SUPERACIÓN HUMANA QUE PERTENECIÓ A T.B. (pp. 52-53) se inicia a medio camino “(...) Quien estremeció su sangre ha muerto, deseo o arte suponen declive” y termina con una afirmación breve y rotunda, “Fidelidad es destierro”, que es y no es un fin, ya que está antecedida de otras similares. El lector no asume necesariamente esta última como definitiva, por ende final. Porque la serie de afirmaciones puede ser infinita y el poema se asume como la aparición o puesta momentánea en foco de un segmento de un cierto friso, que discurre en el poema acompañado por unos momentos por una voz que a la vez dice de sí misma, de eso ahí presente, de ambos, de algo más allá, detrás y anunciado por esta misma distorsión, en el curso de su momentáneo desenvolvimiento. expresión, descripción, poesía, prosa, ensayo, crónica Ya parece que no existen los géneros, sino como referencia y contexto de textos diversos o de su combinatoria—en realidad ellos mismos aleatorios y fragmentarios, sacados de los lugares que los delimitan en el fondo con gran esfuerzo aperceptivo, mediante la imposición aceptada y consensuada de marcos y límites, permisos de estilos y expresiones, jerarquías y adecuaciones que se cimientan en las necesidades institucionales sobre el cual se elaboran los fragmentos que de alguna manera los desgastan y corroen al parasitarlos artefactos sádicos que la realidad procuraba a nuestras madres ---del 71 al 89, aproximadamente-: engendros de costura hiper-ruidosos; aurikas; radios zajonofóbicos (extirpado el núcleo en subtalleres); cuchillas sputnik con que suprimir los callos, etc.: esculpieron las-discales, hemorroides, cistitis, caspas -y otras circunvalaciones. (Destacar el pensamiento). objetivo, subjetivo, uno, muchos el mismo poema o la intención textual presentada como poema, o serie de poemas—porque por último este libro se presenta como libro de poemas a un concurso, sólida fortaleza de la mantención y salvaguarda de un estatus quo que ahora sí que parece a veces y momentáneamente que se fuera a acabar y a breve plazo—sólo en virtud de lo que esperamos como lectores se puede asumir como siendo la voz de un individuo, mónada, persona—aunque ésta sea una máscara—sólo en virtud de lo que sabemos ya de antes podemos establecer estas dualidades enfrentadas previas que el texto simultáneamente junta y destruye en su sucesión combinatoria, y entonces ya no podemos llegar e instalarnos así como así en medio de ese retazo de universo que se nos despliega porque anuncia y niega esas categorías básicas . Pero en virtud de ese mismo conocimiento previo, de suposiciones y presuposiciones, es que opera como amenazante el hecho de dar cabida a esos elementos distorsionados en la linealidad de sucesiones que constituyen el texto, que al no empezar o terminar en sentido estricto sugiere implícitamente un friso alternativo que se extiende antes y después de su aparición poesía uno y poesía dos así, el intento de este libro se contextualiza gracias a que hay dos momentos o dimensiones en la poesía. La poesía como reafirmación de la pertenencia al género humano que comparte valores y estética y camina hacia un perfeccionamiento y universalización de la ‘condición humana’, instaurando, reafirmando y postulando institucionalidad y tradición. Y está esa otra escritura que parece ir a contrapelo de la primera y que aparentemente buscaría por el contrario la suspensión del proceso anterior a través de su distorsión en diferente grado. Es un producto derivativo de la primera y de su entrada en la repetición inevitable inherente a todo lenguaje, que sólo podría mantener su frescura en una correlación menos abstrayente entre el fenómeno y su articulación verbal o escrita. La otra escritura destruye y al hacerlo pone en peligro lo vigente, actual, el estado de cosas o como se llame, pero a la vez abre las puertas hacia lo desconocido o lo otro, es decir vulgo y míticamente ‘el mal’ y entonces pasa a ser vista como peligro por la otra poesía que reafirma y repite lo humano cuya enunciación, presentación o representación entretanto se ha ido desgastando en proporción directa a su tarea de preservación. A mayor preservación mayor desgaste de lo preservado que se va convirtiendo en monumento y pieza de museo en la misma manera en que pierde su vigencia. Así la mutua necesidad de ambas instancias de la poesía queda a la postre de manifiesto. Las instancias de esta dialéctica en este libro planteado desde intento de Poesía Dos insinúan como producto la necesidad de refundación del lenguaje poético—de alguna manera del mundo o universo que representa, o tiene que ver, etc. —, y así a la vivencia del poeta como dios, pequeño o grande, a la escritura como génesis, acaso a la necesidad de la generación de una ontología, en este caso por ejemplo las partes Doméstica 1 y Doméstica II de esta colección. La proliferación de la alienación al interior de la sociedad global achurada de transhumancias y multiculturalismo, en plena y apresurada urbanización que simultáneamente dispersa, jerarquiza y tribaliza en su frenética universalización del intercambio comercial, hace que prolifere la poesía como instancia de expresión, encuentro con el otro, testimonio y validación personales y colectivos—quizás en la misma medida de la pérdida de las opciones políticas colectivas en las urbes metropolitanas. La neocolonia es la trinchera. La búsqueda de alternativas no es ajena a la búsqueda de alternativas en la expresión poética, experimento que cuando supera la fase de distorsión revitaliza a la expresión humana y sus valores subyacentes y pasa a ser renovación. DEPOSICIÓN Los excrementos puros reconstruyen / en la fluidez de su desgaste / otros proyectos / admirables mecanismos. / Parte indisoluble de una trama / Formas que se anudan y se quiebran / en el bosque de ciclos y de Caos.

Friday, August 21, 2009

Asiento y conversación gratis

Texto mío publicado en Letras de chile http://www.letrasdechile.cl/mambo/index.php . . . extraña es la condición de aquellos dejados de la mano de Dios, de una edad variable entre los treinta y los cincuenta, la flor de Generaciones, que se persiguen de café en café de casa en casa, por las calles humeantes de húmedas. Ella venía acercándose en su bicicleta y yo me acordaba en esos mismos instantes de que le decían a mi mujer cuando estábamos recién casados “por ahí está el flaco, frente a Español de punto fijo, esperando que pase alguien para agarrarlo para chacharear". Y ella se reía, mostrando los enormes y bellos dientes brillantes, caballunos, de italiana, pero no del sur de Italia, que son gente chica —hechos como a la fuerza, y ahora uno dice eso “de italiana”, pero con más base, en ese tiempo allá no teníamos más marco de referencia que la hija del bolichero de la esquina, o la Sofía Loren, con esos pómulos grandes y salidos, que en realidad no tiene tipo de italiana. Bueno, en fin. Como le decía yo estaba sentado en la mañana en el banco ése y ahí venía, en la bicicleta (o ahora que me acuerdo, parece que venía caminando al lado de la bicicleta, en fin, no importa) y yo estaba fumando y pasó un francés, seguramente de Hull, con pinta casi de chileno, pero de ese tipo de chileno que se parece un poco a mí, que siempre me confunden con francés —¿Y vos que no soi chileno? me diría uno demasiado sensible, pero yo estoy contando nomás y eso pasa y qué se le va a hacer — Pero ella misma me dijo, me preguntó cuando recién nos conocimos en la peña si yo también era chileno y me pasa con otros gringos y gente de otras razas, además de aquí uno que nunca había salido al extranjero y tenía una idea medio mítica de las razas, ligerito se da cuenta de que todos somos como toda la gente. A lo que iba. A uno le preguntan que si viene del Líbano, hay otros que parecen vietnamitas, o será que en realidad a lo mejor son los vietnamitas los se parecen a los chilenos de las poblaciones. Es un chiste. Y claro una vez una gringa le dijo a uno que en el lado inglés de la ciudad había algunas partes en que a un amigo que tengo y que no voy a nombrar no lo dejarían entrar, porque era muy oscurito aunque se suponía que esto era ilegal y que había otros clubes en que todavía no dejaban entrar mujeres y es por eso que nosotros nos sentimos un poco más a las anchas con los quebecois que con los gringos. Y mire, yo leí hace un tiempo en una revista Liberté justamente dedicada a ese tema y un poco al tema de las relaciones entre los franceses de aquí del Québec y los de allá de Europa, y hablaba algo de una sociabilité paysanee, y por eso yo le explicaba a la gringa con mucho cuidado, de a poquito, porque ligerito se aburren, no saben conversar, que a los chilenos le gustan las francesas, y claro porque ella no es francesa y todos los otros fulanos se lo sacaban en cara — claro que para sacarle pica— las minas de Quebec esto y lo otro y lo simpáticas que eran y la cacha de la espada. Porque encerrados entre dos cordilleras, una al este, otra al oeste, la mayoría de la gente pobre, una gran parte de la gente más que taciturna, somos los ingleses de América Latina, la gente de las provincias habla despacio—menos en el Norte Chico, que parece que tuvieran una papa en la boca y hablan como ametralladora—sobre todo la del sur, poetas de los lares que les dicen a los que celebran el campo, el laconismo campesino y todas esas vainas, que lo mismo se dice de los quechuas, patita. ¿Y qué me dice de Arturo Pratt, ¿Ha almorzado la gente??, cuando todo el mundo estaba pensando para sus adentros "Aquí nos llegó al pihuelo", como cuando nos atrincheramos en el Peda en noviembre del 67 y el pelado Michel— que lo vieron, me dijeron que todavía estaba en Chile— No, yo no lo vi cuando fui, vi a otra gente, de esos otros ya casi no quedamos. Una vez entrevistaron al Loco por televisión cuando la dictadura y andaba bien terneado, le preguntaron sobre el reajuste, y dijo “a mí personalmente no me afecta, quizás puede que afecte a otros". Seguramente que andaba medio fondeado, clandesta, pero la pinta igualita. "No me afecta" —Claro, esas no son palabras con que hablamos todos los días por allá, es una palabra para la televisión, los discursos, los profesores primarios. En los diarios, los periódicos —Newspapers—usan siempre esos términos; "Los afectados. Los damnificados" —No, eso viene del latín, una palabra hecha hace poco, la gente no la usa, sólo cuando se pone de moda, con los terremotos, los incendios de Valparaíso —se queman las casas por manzanas, en los cerros. Es un puerto. El Negro es de allá. Las inundaciones, entonces todo el mundo habla de Los Damnificados, y salen tallas, bromas—Y todo el mundo, los cabros de las escuelas, los vecinos, salen a recolectar ropa, y se huevea su poco, y la ropa luego queda almacenada y se pudre. También llegaban barcos con mantequilla, con leche en polvo de Estados Unidos o Europa, no sé—muy mala, hostigosa, que hostiga, para que la diera Caritas Chile ¿Todavía ahora? —No sé. Y ligerito empezaban por la radio los diarios las noticias de las cosas pudriéndose, de los empleados —funcionarios—que se hacen la América, porque antes la gente venía a hacerse rica —Que yo sepa no hay muchos que hayan venido por aquí, salvo Joaquín Murieta (——). O cuando Vicente Pérez Rosales—ahí vino una oleada—que cuenta de un tipo que venía con ellos, por eso de la fiebre del oro, y lo dejaron a la orilla de un río y se fueron a dormir y cuando volvieron estaba negro con una capa de mosquitos. Pero lo más de nosotros—no mío, pero en una de estas—, es eso de Pratt, "El que sea valiente que me siga". En todas las escuelas, el veintiuno de Mayo. El veintiuno y el primero de Mayo. Lo que sigue es medio artificial, no me acuerdo, nadie se acuerda de eso, nadie habla así aunque uno haya estudiado en el Instituto. Nadie habla así. Pobre Pratt. Me va a venir a tirar las patas esta noche.

Tuesday, August 18, 2009

Una noche, un libro, la presentación de “La voz y la memoria”

Arturo Méndez-Roca Pese al calor de uno de los primeros días verdaderos de verano, a la conjunción de tres días feriados consecutivos y al hecho de que no se dio ni café, ni vino ni nada, un público inesperado de más de veinte personas se dio cita en una sala de la Universidad de Ottawa ese viernes en que todo parecía predecir que no iba a haber ni cuatro gatos y que la gente iba a estar empacando para echárselas hasta el lunes. Además de que como dije no se ofrecía ni vino, ni queso, ni un café y en estos años la comunidad chilena—y en parte la latina— se ha ido acostumbrando a que la compensen por tener que ir a una presentación de libro, además de que hay que entregarles por lo menos unas cancioncitas. Así se presentó este libro “La voz y la memoria. Antología de la poesía chilena en Canadá”, y pese a la progresiva pérdida de espacios públicos accesibles a las comunidades y la cultura sin promoción o resguardo oficial o institucional, participaron Fernando Veas, profesor y crítico chileno residente en Ottawa que a partir del título “La voz y la memoria” y la presencia de textos referentes a la memoria en las selecciones de varios de los autores en el libro, se explayó en su introducción del evento sobre las dimensiones que adoptan la memoria y el recuerdo que son categorías infaltables en toda literatura nacida del transplante, y su configuración en cada uno de los antologados. Carmen Contreras leyó textos breves y concisos, enraizados en los avatares de la vida cotidiana y que esbozan implicaciones y despiertan de manera sorprendente en el lector o escucha resonancias diversas y a veces remotas. Luciano Díaz, uno de los coautores de esta antología, junto con el profesor de literatura y poeta Luis Torres, que no pudo asistir, leyó algunos de los textos del ya clásico libro de poemas ‘El flaco y yo’ de su versión española, relativamente reciente y un poema que intenta la descripción de una ciudad utópica, cosa que en general falla porque cada persona cree que la faltan algunos elementos que ellas hubiera puesto en su utopía personal. Claudio Durán viajó especialmente de Toronto para leer en esta presentación y nos leyó del libro algunos textos que comunican de manera casi arquetípica esa nostalgia sobredimensionada que constituye una de las marcas del exilio y que han hecho que algunos de sus poemas que tratan este tema hayan alcanzado una dimensión casi paradigmática. El polígrafo chileno Jorge Etcheverry decidió leer, quizás un poco demasiado rápido, un texto de prosa poética de la edición en castellano de La Bruja, que nunca había leído y que comunicó esa mezcla de experimentalismo y cotidianidad con apoyatura rítmica, gran imaginería y contenido multiforme que caracteriza a parte de su poesía. Erik Martínez, como Etcheverry ex miembro de la Escuela de Santiago, que se dice que está vivita y coleando, leyó trabajos recientes ejemplos de una búsqueda hacia el forma poética más tradicional, pero que mantienen la extrañeza, la atmósfera y ese humor insólito que son su marca de fábrica. Y después de la firma de libros y conversa con los asistentes, en su mayoría activistas sociales y culturales, escritores y editores latinos y chilenos, algunos nos dirigimos a un restaurante del barrio italiano en la calle Preston, sector donde en otros años menos neoliberales algunos dueños de establecimientos optaban por darle lugar a la palabra aunque perdieran algunos pesos y cobijaban a las lecturas mensuales de El Dorado. Y brindamos por esa clase de mecenas ya idos.

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces
Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura