Hace casi sesenta años que lo seguimos repitiendo, pero si bien es una expresión manida, pareciera que la historia es la que se encarga de darle una y otra vez el brillo de la novedad. La vasta y sangrienta epopeya de la liberación americana ve sus cabezas cortadas una y otra vez, que vuelven a brotar en ensayos unas veces planificados otras veces sorpresivos hasta para sus mismos protagonistas.
Pero en todos estos años la presencia concreta e innegable de la Revolución Cubana es el faro que por su misma aparente fragilidad geográfica y geopolítica guía a las diversas empresas libertarias del continente y de allende los mares. Décadas de bloqueo, el derrumbe de las carcomidas burocracias del socialismo real europeo, la aparentemente irresistible marea de la globalización neoliberal, la instauración de la administración yanqui más fanática, agresiva, belicista y desembozada se estrellan inefectivas contra esa isla caribeña que se aprieta el cinturón y hace de la necesidad virtud para ir construyendo algo todavía muy distante de la utopía y quizás plagado de problemas, pero que tiene un dejo de su sabor, cuyo aroma todavía nos llega. Pese a los altos y bajos, períodos especiales, bombardeada día a día por el más poderoso aparato mediático y propagandístico a unos cuantos kilómetros de sus costas, ensaya nuevas formas de medicina natural, agricultura urbana, organización comunitaria, movilización cultural, haciendo llegar su influencia y apoyando la frágil maravilla de otros sistemas que encierran el germen de un socialismo inédito que da sus primeros pasos en las montañas, las selvas, los llanos y las megaciudades latinoamericanas.
En momentos en que significativas masas del tercer mundo se debaten entre la rapacidad y la exclusión explotadora del neocapitalismo neocolonial de horca y cuchillo y las estructuras feudales y teocráticas de sus tiranos, es mucho lo que se podría decir a favor de la Revolución Cubana. Y mucho en contra. Ya sea desde las trincheras del fetichismo democrático, que sanciona cualquier producto de las urnas sin importar lo grotesco de su génesis, configuración y operaciones, aunque sancionen formas de genocidio religioso, cultural, ideológico, étnico e ideológico.
Ya sea desde el campo del universalismo mercantilista que pretende convertir al planeta en un reservorio de recursos humanos y materiales transables, consumibles y exhaustibles en pro de la ganancia en último instancia privada. Si algún destino histórico ideal le está reservado a América Latina es la presentación de una alternativa de socialismo ambiental, autogestión y diversidad equitativa social, étnica y cultural y su oferta al mundo agónico. La presencia de Cuba como ejemplo e influencia en este escenario de ciencia ficción, pero ya no tan tan inalcanzable, se da por descontada.
Blogista de algún modo personal, pero que acepta anuncios, colaboraciones y comentarios de lectores y etcheverroides. Dedicada sobre todo a textos, literatura (eventos, artículos, crítica, metacrítica, etc.), política en sentido amplio--y en el otro-- e ideas. Dirigir la correspondencia a jorgecheverry@yahoo.com o a jorgeetcheverry@rogers.com
Saturday, July 28, 2012
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- j.etcheverry
- Ottawa, Ontario, Canada
- Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.